jueves, 26 de noviembre de 2015

ESTE TERCER VIAJE APOSTÓLICO, AUSPICIADO POR DIOS, Y ORIENTADO A LA VISITACIÓN Y CONSOLIDACIÓN DE LOS SANTOS EN TODOS LOS LUGARES DONDE PABLO HABÍA PASADO PREDICANDO EL EVANGELIO DEL REINO, ESTABA MARCANDO QUE EL APÓSTOL PARTIRÍA, Y QUE ESTABA PONIENDO SU CASA EN ORDEN.

LIMA - PERÚ  JUEVES 26 DE NOVIEMBRE DEL 2015

COMENTARIO EXEGÉTICO DEL LIBRO DE LOS HECHOS

Hechos 20:8-16.

"Y había muchas lámparas en el aposento alto donde estaban reunidos, y un joven llamado Eutico, que estaba sentado en la ventana, rendido de un sueño profundo, por cuanto Pablo disertaba largamente, vencido del sueño cayó del tercer piso abajo, y fue levantado muerto. Entonces descendió Pablo y se echó sobre él, y abrazándole dijo: No os alarméis, pues está vivo. Después de haber subido, y partido el pan y comido, habló largamente hasta el alba; y así salió. Y llevaron al joven vivo, y fueron grandemente consolados. Nosotros, adelantándonos a embarcarnos, navegamos a Asón para recoger allí a Pablo, ya que así lo había determinado, queriendo él ir por tierra. Cuando se reunió con nosotros en Asón, tomándole a bordo, vinimos a Mitilene. Navegando de allí, al día siguiente llegamos delante de Quío; y al otro día tomamos puerto en Samos: y habiendo hecho escala en trogilio, al día siguiente llegamos a Mileto. Porque Pablo se había propuesto pasar de largo a Éfeso, para no detenerse en Asia, pues se apresuraba para estar el día de Pentecostés, si le fuere posible, en Jerusalén".

*** Ese domingo de koinonía (Hch.20:7), la enseñanza paulina se prolongó toda la noche, y aunque Lucas no nos da la línea de la palabra en la que Pablo fluía, deducimos que la misma era algo vital para la iglesia, porque Pablo no predicaba para entretener las almas, sino para edificar, exhortar y consolar al pueblo de Dios. Las lámparas encendidas en el aposento alto donde estaban reunidos, implica la naturaleza anhelante de los muchos siervos de Dios que no querían perderse nada de la divina impartición; y los otros, los "bellos durmientes", que carecen de la disposición para enriquecerse en las reuniones donde la palabra de vida es enseñada. Y así como las virgenes insensatas no llevaron aceite consigo, el "oidor ventanero", no estaba dispuesto a una prolongada ministración, sino a las regulares; y soñando que estaba en su cama, aterrizó en el piso de abajo tras una caída libre impresionante que interrumpió el culto.

*** Eutico fue recogido por algunos piadosos hermanos, quienes confirmaron su fallecimiento. Y le tocó a Pablo cambiar momentáneamente su ministración, para pasar a un paréntesis, y dar una lección en vivo del aquí y ahora del reino de Dios, viéndose en la necesidad de resucitar al hermano dormilón (seguramente los "bautizadores de hoy", dirían que tenía el espíritu de Jonás, cuando viajaba a Tarsis, durmiendo en la parte baja del barco). Y siguiendo el precedente del profeta Elías (1R.17:21), y el de Eliseo (2R.4:34-35); Pablo se echó sobre el cadáver de Eutico, y le abrazó (abarcándole totalmente), para luego decir: "No os alarméis, pues está vivo" (Hch.20:10b). Nos imaginamos el gozo y el asombro de los hermanos de Troas, quienes no esperaban ver semejante portento en su localidad. Muy probablemente Pablo les estuvo hablando de la efectividad espiritual de la vida de resurrección, con la manifestación del poder incluido en la prédica de un modo totalmente inesperado; la misma que el apóstol iba a compartir hasta la medianoche, y que terminó al amanecer de este día tan especial.

*** Lucas (cada vez que veamos la expresión nosotros, se hace referencia al médico y al equipo ministerial que acompañara a Pablo), y los que con él estaban, se adelantaron por la vía marítima a Pablo, quien se reuniría con ellos en ese puerto, viajando hacia el noreste, rumbo a Jerusalén. Ya reunido con el resto de los hermanos itinerantes, viajaron todos hacia Mitilene. Y siguiendo su viaje fueron visitando diversos lugares e islas: Quío, Samos, Trogilio, hasta llegar a Mileto. Pablo había trazado una ruta que lo llevara directamente a Éfeso, no queriendo detenerse en Asia para poder celebrar Pentecostés en Jerusalén. Un intuitivo Pablo supo que se acercaba el tiempo de su partida, y haría venir a los ancianos efesios hasta Mileto, donde podría compartirles todo lo que había en su corazón, aparte de despedirse de todos ellos, sabiendo lo que le esperaba un tiempo más adelante.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA  26/11/2015.




1 comentario:

  1. LOS ACONTECIMIENTOS INESPERADOS, ARROJAN LUZ SOBRE LO CONCERNIENTE A LA VIDA DE RESURRECCIÓN, EL PODER DE DIOS, Y LA NECESIDAD DE ESTAR ATENTOS Y DESPIERTOS A LAS CONSIGNAS DIVINAS. LA DESPEDIDA APOSTÓLICA TUVO SUS VISOS DRAMÁTICOS, Y EL GOZO DE SABER QUE SU ESPERANZA EN EL SEÑOR NO ES EN VANO. APROVECHEMOS CADA MOMENTO EN QUE LA PALABRA DE DIOS NO ES IMPARTIDA.

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