LAS DIVINAS INSTANCIAS DEBEN LLENARNOS DE GOZO Y DE EXPECTACIÓN. PASAR DE SER UN OBSERVADOR A UN PROTAGONISTA, NO SE DIGIERE DE UN SOLO MORDISCO, PERO QUE BELLO ES CUANDO OCURRE.

LIMA - PERÚ   MARTES 15 DE ENERO DEL 2019   MENSAJE # 2979

JUECES 6:11-16.

"Y vino el ángel de Yahweh, y se sentó debajo de la encina que está en Ofra, la cual era de Joás abiezerita; y su hijo Gedeón estaba sacudiendo el trigo en el lagar, para esconderlo de los madianitas. Y el ángel de Yahweh se le apareció, y le dijo: Yahweh está contigo varón esforzado y valiente. Y Gedeón le respondió: Ah, señor mío, si Yahweh está con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto? Y dónde están todas sus maravillas, que nuestros padres nos han contado, diciendo: ¿No nos sacó Yahweh de Egipto? Y ahora Yahweh nos ha desamparado, y nos ha entregado en mano de los madianitas. Y mirándole Yahweh, le dijo: Ve con esta tu fuerza, y salvarás a Israel de mano de los madianitas ¿No te envío yo?  Entonces le respondió: Ah, señor mío, ¿con qué salvaré yo a Israel? He aquí que mi familia es pobre en Manasés, y yo el menor en la casa de mi padre. Y Yahweh le dijo: Ciertamente yo estaré contigo, y derrotarás a los madianitas como a un solo hombre".

=== las dos apariciones registradas en este capítulo, son abismalmente distintas. La primera, aparece como resultado de la nueva apostasía israelita (para variar), y los madianitas eran tan depredadores como una plaga de langostas, dejando a Israel en la debacle total, haciendo que el fruto de sus esfuerzos llegara a las manos de sus conquistadores de turno, cuyo mayor placer consistía en decirle a los hebreos: 'Nadie sabe para quién trabaja'. Y era así que el hambre, la pobreza y la carestía se apoderaron de la descendencia de Abraham. Y en esta primera aparición, debido al clamor de los hijos de Israel, no hay para la nación rebelde ningún mensaje esperanzador, sino una dura reprimenda para los siempre rebeldes, insinceros e hipócritas habitantes de la nación. Al dejar esta escena (vs. 7-10). el Señor se va a mover en la liberación de ellos ubicando a quien seria su nuevo líder para el caso. Hacer emerger de un ámbito prácticamente nulo, a un nuevo caudillo con una fe a prueba de balas, no es algo sencillo. Y el Padre se toma su tiempo (dentro del contexto del uso que él hace del tal), para comunicarse con el menor de los hijos de Joás abiezerita, y darle la buena nueva de su elección en lo que comienza a ser un diálogo de sordos, en el que Dios propone la liberación del pueblo hebreo del dominio de los numerosos madianitas; y las pésimas impresiones que tenía Gedeón de Dios, de sus ancestros, y de sí mismo.

=== El inicio del diálogo de sordos comienza con una declaración divina que aturde y anonada al joven hijo de Joás, quien mirara hacia los cuatro puntos cardinales, para saber con quién hablaba aquel hombre que reposara bajo la sombra de la encina, estando cierto que no era con él (quien estuviera escondiendo el trigo de la vista de los usurpadores madianitas en el lagar donde las vides fueran pisadas). Eso de varón esforzado y valiente eran títulos que el protagonista de este pasaje no podía ostentar; aunque el ángel Yahweh lo llamara así con una 'fe abusiva', basada siempre en lo que él puede hacer con sus elegidos, y no en sus características heroicas, o habilidades particulares... Believe or not! Dios no estaba rompiendo el hielo para permitir el diálogo, sino proponiendo un sueño al que no tenía ninguno. Si la Deidad está con alguien, uno se imagina un hombre de valor, de poderosa complexión, de una mente lúcida, y de una capacidad estratégica que pudiera mover masas, arengando sus mentes y sus corazones para que lo siguieran donde fuera ... ¡Y no era él sin duda!

=== Pero las palabras de Dios, que siempre significan un reto para quien las oye, se constituyen un acicate para el que las recibe y las siente obrar dentro suyo, muy a su pesar. Y Gedeón respondió a su sazón, como un buen perdedor. Y sin mencionar el problema del pecado nacional, se transporta a la situación actual, la cual denuncia como una realidad incambiable. Dios no se pone a la par del diálogo gedeonita, y continúa con el suyo, procurando elevar al susodicho al plano superior del divino accionar, el mismo que actúa en términos de gracia, y que continúa llamando las cosas que no son como si fuesen. El Señor no dice que empoderará sobrenaturalmente a Gedeón para que haga algo que valga la pena. Le pide que vaya a la guerra con la fuerza que tenía (con el impulso y el coraje que Dios ha de direccionar a su sazón); y es porque la obra divina funcionará al conjuro de una voluntad rendida a la suya, y es cuando nos uncimos el yugo que entendemos aquello de ser llevados y guiados por el Espíritu, y descubrimos que la carga es ligera, y el yugo es fácil. La liberación del pueblo israelita espera una actitud y un lenguaje acordes con la voluntad divina: "Ve con esta tu fuerza, Y SALVARÁS A ISRAEL DE MANO DE LOS MADIANITAS. ¿NO TE ENVÍO YO? Oigan, eso sonó como una orden y como una promesa, y algo se ha encendido en mi pecho, y donde sólo tenía una total desazón, ahora percibo la llama de la esperanza.

=== Mi pobreza y mi indignidad comienzan a cantar en coro la sonata de la excusa. Y Dios no me dejó continuar, apagando mi voz, y en lugar de excusarme le pedí permiso para confirmar la señal de que él había hablado conmigo. No es que no le creyera a él sobre lo que dijo; sino que creí que se había equivocado en su elección, y cuando me fui a buscar una comida que fuera un homenaje, él lo convirtió en un holocausto u ofrenda del todo quemada, mostrándome así su aceptación. Y cuando más sorprendido estaba de que Dios se hubiera comunicado conmigo, temí morir, y el Señor puso paz en mi corazón, donde a partir de entonces él tiene un altar.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA   15/01/2019   MENSAJE # 2979.