LIMA - PERÚ SÁBADO 01 DE JUNIO DEL 2019 MENSAJE # 3161
SOFONÍAS 1:1-4.
"Palabra de Yahweh que vino a Sofonías hijo de Cusi, hijo de Gedalías, hijo de Amarías; hijo de Ezequías, en días de Josias hijo de Amón, rey de Judá: Destruiré por completo todas las cosas de sobre la faz de la tierra, dice Yahweh. Destruiré los hombres y las bestias; destruiré las aves del cielo y los peces del mar, y cortaré a los impíos y raeré a los hombres de sobre la faz de la tierra, dice Yahweh. Extenderé mi mano sobre Judá, y sobre todos los habitantes de Jerusalén, y exterminaré de este lugar los restos de Baal, y el nombre de los ministros idólatras con sus sacerdotes".
=== La visión y supervisión divina ha hecho un auscultamiento preciso entre los habitantes de Judá, el reino del sur, y al informarnos de la posible procedencia del profeta Sofonías, hace un listado de personas prominentes y poderosas en la nación judía, revelándolos como los destinatarios de este decreto divinal que a todos los compromete; porque todos ellos eran parte del gobierno, y los llamados a cuidar de la conducta y fidelidad de la nación entera, ya que el rey y sus príncipes componían la cúpula dirigencial gobernante, y si algo estaba disfuncionando, ellos eran los directos culpables por no ejercer su liderazgo de acuerdo con lo establecido por la Deidad. Al concluir la lista en mención, el Señor lanza su veredicto, declarando en forma sumarísima que ya había resuelto la suerte de toda la tierra (refiriéndose al territorio hebreo y sus habitantes), los mismos que habían llegado a rebasar la paciencia divina, llevando al Padre a referir como EL DÍA DE YAHWEH el juicio que sobrevendría. Pero este pueblo cínico y perverso, miraba a Dios como alguien que no iba a hacer nada, NI BIEN NI MAL, y se amparaban en su forma de pensar, la misma que hiciera firmar a ese dios imaginario una carta de capitulación, indicando que si bien él existía y reinaba, no gobernaba el plano existencial de la nación; como lo que aconteciera con la Carta magna británica, dejando a los reyes como un símbolo; pero no como los representantes legítimos de la nación inglesa, la cual sería dirigida por los gobernantes elegidos democráticamente: La Cámara de los Lores, de los Comunes, etc.
=== Y así, al descartar a Dios Padre como el Señor y Dios de Israel, el pueblo judío se fue deteriorando en su panorama relacional con los principios y prácticas divinas, instaurándose la dictadura de quienes tomaran el poder, desechando firmemente la presencia y la autoridad divinales. ¿Quién era el dios de estos desertores apóstatas? BAAL (Palabra que significa SEÑOR, DUEÑO, AMO); y todo en la nación elegida era regido por este infame ídolo cananeo, cediendo su autoridad y señorío a sus fieles y perversos servidores israelitas; llevando la ira divina hasta el extremo. De allí el feroz y drástico veredicto. El cuadro que nos presenta Sofonías, describiendo al Señor con una linterna (v.12), disponiéndose a una divina auscultación que no dejara rincón sin revisar, nos muestra esto: Los hombres que reposan tranquilos como el vino asentado, los cuales dicen en su corazón: YAHWEH NO HARÁ BIEN NI HARÁ MAL . La expresión: 'decir en su corazón', equivale a una confesión abierta de lo que se ha definido, teniendo como base la verdad o el engaño; y era esta segunda opción lo que primaba en los corazones de los engañados. Algo que menciono continuamente a mis hermanos en Cristo a nivel eclesial es esta premisa básica para deslizarse por el tobogán de la perversión: "Dice el necio en su corazón: NO HAY DIOS ... Se han corrompido, hacen obras abominables; no hay quien haga el bien ... Todos se desviaron, a una se han corrompido; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno" (Sal.14:1, 3). La magnanimidad divina no podía permanecer pasiva ante tal infamia.
=== Al describir a Judá, el Señor dice: "¡Ay de la ciudad rebelde y contaminada y opresora! No escuchó la voz, ni recibió la corrección; no confió en Yahweh, no se acercó a su Dios" (Sof.3:1-2). Yahweh los califica de rebeldes (opositores al orden divinamente instituido, resistiendo a Dios abiertamente), de contaminados (haberse saturado de aquella actitud que traería su juicio), y al calificarla de opresora (indicaba que usaban su autoridad y poder en forma arbitraria para coactar a la nación a actuar de consuno con ellos). Cuando se deja de escuchar a Dios, no hay consejo válido; y las ocasiones en que los profetas amonestaran a la nación, fueron desechadas; de una manera directa, indicaban que Dios no era de fiar, y que era impotente para obrar, negándose al arrepentimiento en el que Dios ofreciera su misericordia y su redención; haciendo que el juicio de Dios viniera sobre ellos sin atenuantes. ¡No sigamos tal ejemplo!
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 01/06/2019 MENSAJE # 3161
"Palabra de Yahweh que vino a Sofonías hijo de Cusi, hijo de Gedalías, hijo de Amarías; hijo de Ezequías, en días de Josias hijo de Amón, rey de Judá: Destruiré por completo todas las cosas de sobre la faz de la tierra, dice Yahweh. Destruiré los hombres y las bestias; destruiré las aves del cielo y los peces del mar, y cortaré a los impíos y raeré a los hombres de sobre la faz de la tierra, dice Yahweh. Extenderé mi mano sobre Judá, y sobre todos los habitantes de Jerusalén, y exterminaré de este lugar los restos de Baal, y el nombre de los ministros idólatras con sus sacerdotes".
=== La visión y supervisión divina ha hecho un auscultamiento preciso entre los habitantes de Judá, el reino del sur, y al informarnos de la posible procedencia del profeta Sofonías, hace un listado de personas prominentes y poderosas en la nación judía, revelándolos como los destinatarios de este decreto divinal que a todos los compromete; porque todos ellos eran parte del gobierno, y los llamados a cuidar de la conducta y fidelidad de la nación entera, ya que el rey y sus príncipes componían la cúpula dirigencial gobernante, y si algo estaba disfuncionando, ellos eran los directos culpables por no ejercer su liderazgo de acuerdo con lo establecido por la Deidad. Al concluir la lista en mención, el Señor lanza su veredicto, declarando en forma sumarísima que ya había resuelto la suerte de toda la tierra (refiriéndose al territorio hebreo y sus habitantes), los mismos que habían llegado a rebasar la paciencia divina, llevando al Padre a referir como EL DÍA DE YAHWEH el juicio que sobrevendría. Pero este pueblo cínico y perverso, miraba a Dios como alguien que no iba a hacer nada, NI BIEN NI MAL, y se amparaban en su forma de pensar, la misma que hiciera firmar a ese dios imaginario una carta de capitulación, indicando que si bien él existía y reinaba, no gobernaba el plano existencial de la nación; como lo que aconteciera con la Carta magna británica, dejando a los reyes como un símbolo; pero no como los representantes legítimos de la nación inglesa, la cual sería dirigida por los gobernantes elegidos democráticamente: La Cámara de los Lores, de los Comunes, etc.
=== Y así, al descartar a Dios Padre como el Señor y Dios de Israel, el pueblo judío se fue deteriorando en su panorama relacional con los principios y prácticas divinas, instaurándose la dictadura de quienes tomaran el poder, desechando firmemente la presencia y la autoridad divinales. ¿Quién era el dios de estos desertores apóstatas? BAAL (Palabra que significa SEÑOR, DUEÑO, AMO); y todo en la nación elegida era regido por este infame ídolo cananeo, cediendo su autoridad y señorío a sus fieles y perversos servidores israelitas; llevando la ira divina hasta el extremo. De allí el feroz y drástico veredicto. El cuadro que nos presenta Sofonías, describiendo al Señor con una linterna (v.12), disponiéndose a una divina auscultación que no dejara rincón sin revisar, nos muestra esto: Los hombres que reposan tranquilos como el vino asentado, los cuales dicen en su corazón: YAHWEH NO HARÁ BIEN NI HARÁ MAL . La expresión: 'decir en su corazón', equivale a una confesión abierta de lo que se ha definido, teniendo como base la verdad o el engaño; y era esta segunda opción lo que primaba en los corazones de los engañados. Algo que menciono continuamente a mis hermanos en Cristo a nivel eclesial es esta premisa básica para deslizarse por el tobogán de la perversión: "Dice el necio en su corazón: NO HAY DIOS ... Se han corrompido, hacen obras abominables; no hay quien haga el bien ... Todos se desviaron, a una se han corrompido; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno" (Sal.14:1, 3). La magnanimidad divina no podía permanecer pasiva ante tal infamia.
=== Al describir a Judá, el Señor dice: "¡Ay de la ciudad rebelde y contaminada y opresora! No escuchó la voz, ni recibió la corrección; no confió en Yahweh, no se acercó a su Dios" (Sof.3:1-2). Yahweh los califica de rebeldes (opositores al orden divinamente instituido, resistiendo a Dios abiertamente), de contaminados (haberse saturado de aquella actitud que traería su juicio), y al calificarla de opresora (indicaba que usaban su autoridad y poder en forma arbitraria para coactar a la nación a actuar de consuno con ellos). Cuando se deja de escuchar a Dios, no hay consejo válido; y las ocasiones en que los profetas amonestaran a la nación, fueron desechadas; de una manera directa, indicaban que Dios no era de fiar, y que era impotente para obrar, negándose al arrepentimiento en el que Dios ofreciera su misericordia y su redención; haciendo que el juicio de Dios viniera sobre ellos sin atenuantes. ¡No sigamos tal ejemplo!
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 01/06/2019 MENSAJE # 3161
EL PUEBLO DE DIOS TIENE UN COMPROMISO PACTUAL CON YAHWEH, Y EL TAL NO DEBE ALTERARSE EN LO MÁS MÍNIMO, PARA QUE PODAMOS GOZAR DE SU AMOR Y PROTECCIÓN TODO EL TIEMPO DE NUESTRA PEREGRINACIÓN.
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