LIMA - PERÚ JUEVES 27 DE ABRIL DEL 2017 MENSAJE # 1718
SEGUNDA DE PEDRO 1:3-4.
"Como todas las cosas que pertenecen a la vida y la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia".
=== El regio deseo divinal era que participáramos de su santidad, de modo que estuviéramos aptos para experimentar todo lo inherente a la vida trascendente, gozando por anticipación la vida celestial, con todo lo que ella compone para nosotros en la esfera célico-pedestre. Al decir que las cosas inherentes a la VIDA aquí, se refiere la vida espiritual que nos imparte su sustancia, su poder, su capacidad para desarrollar en nosotros todo lo que hay en la vida de arriba, de modo que gozáramos la potestad de ser hechos hijos de Dios, y fuéramos conscientes del hecho; y cuando habla de la PIEDAD, nos refiere que la capacidad para expresar esa calidad de vida, aflora en nosotros como una cadencia que nos lleva por su ritmo y sus principios a comportarnos de un modo inusual para la carne (razón por la que ella lucha tanto en nosotros, buscando impedirnos, y coactándonos a andar en oposición a la nueva vida genérica, buscando que sigamos la naturaleza adámica como impulso vital), y que nos hace sentirnos extraños; porque entendemos que algo nuevo se ha levantado en nosotros, y que ya no queremos lo que antes era nuestra natural inclinación, mostrándonos dubitativos y vacilantes; hasta que definimos buscar el agrado divino, momento en el cual todo se reestructura y define, y es así que nuestra consciencia espiritual, nos ayuda a discernir entre lo bueno y lo malo, lo útil y lo inútil; lo que tiene que ser, y lo que no debe ser.
=== La vida espiritual se desenvuelve espontáneamente cuando se aplica la mente de Cristo (Pedro lo acota aquí como EL CONOCIMIENTO DE SU GLORIA Y EXCELENCIA), vale decir la consciencia del fulgor divinal operando en nosotros por ser esa la divina voluntad, habiendo de manifestar en ese trabajo de amor mancomunado la excelente labor que el Padre y el Espíritu Santo son capaces de realizar en nosotros al otorgarnos la vida del Hijo, asegurando así un futuro magnífico que hará visible la gloria de Dios en sus santos (Ro.8:16-19). El panorama operativo del divino fluir ha de manifestarse en nosotros porque el Padre así lo estableció desde la eternidad pasada, programándolo para que funcione en las sucesivas generaciones de santos hijos suyos. Las sucesivas promesas escriturales llegan a establecer su contacto con nosotros a lo largo de nuestra cíclica vida natural, y así como Jesús entendió quién era para su Padre y para su pueblo escogido, el supo decir en la sinagoga de Nazaret: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros" (Lc.4:16-21,21e). La voluntad divina tiene una cita con cada uno de los protagonistas en el trámite de su propósito para las edades, y es por eso que Pedro nos habla de los sucesivos encuentros con el Padre, corroborando cada grandísima promesa, cuando ésta se ve correspondida por el elegido en el contexto de su voluntad soberana, los hechos divinos marcan un hito histórico y profético, apuntando a la realidad final, cuando el lo llene todo en todos (1Co.15:28).
=== Cuando Pedro arguye la plena participación de la naturaleza divina, operando en nosotros a su sazón, agrega que ello es factible cuando se ha huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia. Así, pues, cuando nuestra naturaleza adámica es gobernada por el fluir espiritual, lo que antes servía a la iniquidad, haciéndolo con gusto. y pensando que eso era la vida; se encuentra súbitamente detenido, atado y anulado; y lo que antes sirviera al diablo y a la carne, es dispuesto para ser usado por el espíritu humano, quien adherido al Espíritu divino, comienza a operar en una adecuada tonalidad con la vida genérica de arriba, y nuestra vida se trastorna, se transforma y se conforma a su nueva realidad en Dios, siendo grato el poder añadir a nuestra fe, virtud... y así sucesivamente, como Pedro referirá a continuación; pero eso es un tema para otra ocasión.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 27/04/2017 MENSAJE # 1718
"Como todas las cosas que pertenecen a la vida y la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia".
=== El regio deseo divinal era que participáramos de su santidad, de modo que estuviéramos aptos para experimentar todo lo inherente a la vida trascendente, gozando por anticipación la vida celestial, con todo lo que ella compone para nosotros en la esfera célico-pedestre. Al decir que las cosas inherentes a la VIDA aquí, se refiere la vida espiritual que nos imparte su sustancia, su poder, su capacidad para desarrollar en nosotros todo lo que hay en la vida de arriba, de modo que gozáramos la potestad de ser hechos hijos de Dios, y fuéramos conscientes del hecho; y cuando habla de la PIEDAD, nos refiere que la capacidad para expresar esa calidad de vida, aflora en nosotros como una cadencia que nos lleva por su ritmo y sus principios a comportarnos de un modo inusual para la carne (razón por la que ella lucha tanto en nosotros, buscando impedirnos, y coactándonos a andar en oposición a la nueva vida genérica, buscando que sigamos la naturaleza adámica como impulso vital), y que nos hace sentirnos extraños; porque entendemos que algo nuevo se ha levantado en nosotros, y que ya no queremos lo que antes era nuestra natural inclinación, mostrándonos dubitativos y vacilantes; hasta que definimos buscar el agrado divino, momento en el cual todo se reestructura y define, y es así que nuestra consciencia espiritual, nos ayuda a discernir entre lo bueno y lo malo, lo útil y lo inútil; lo que tiene que ser, y lo que no debe ser.
=== La vida espiritual se desenvuelve espontáneamente cuando se aplica la mente de Cristo (Pedro lo acota aquí como EL CONOCIMIENTO DE SU GLORIA Y EXCELENCIA), vale decir la consciencia del fulgor divinal operando en nosotros por ser esa la divina voluntad, habiendo de manifestar en ese trabajo de amor mancomunado la excelente labor que el Padre y el Espíritu Santo son capaces de realizar en nosotros al otorgarnos la vida del Hijo, asegurando así un futuro magnífico que hará visible la gloria de Dios en sus santos (Ro.8:16-19). El panorama operativo del divino fluir ha de manifestarse en nosotros porque el Padre así lo estableció desde la eternidad pasada, programándolo para que funcione en las sucesivas generaciones de santos hijos suyos. Las sucesivas promesas escriturales llegan a establecer su contacto con nosotros a lo largo de nuestra cíclica vida natural, y así como Jesús entendió quién era para su Padre y para su pueblo escogido, el supo decir en la sinagoga de Nazaret: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros" (Lc.4:16-21,21e). La voluntad divina tiene una cita con cada uno de los protagonistas en el trámite de su propósito para las edades, y es por eso que Pedro nos habla de los sucesivos encuentros con el Padre, corroborando cada grandísima promesa, cuando ésta se ve correspondida por el elegido en el contexto de su voluntad soberana, los hechos divinos marcan un hito histórico y profético, apuntando a la realidad final, cuando el lo llene todo en todos (1Co.15:28).
=== Cuando Pedro arguye la plena participación de la naturaleza divina, operando en nosotros a su sazón, agrega que ello es factible cuando se ha huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia. Así, pues, cuando nuestra naturaleza adámica es gobernada por el fluir espiritual, lo que antes servía a la iniquidad, haciéndolo con gusto. y pensando que eso era la vida; se encuentra súbitamente detenido, atado y anulado; y lo que antes sirviera al diablo y a la carne, es dispuesto para ser usado por el espíritu humano, quien adherido al Espíritu divino, comienza a operar en una adecuada tonalidad con la vida genérica de arriba, y nuestra vida se trastorna, se transforma y se conforma a su nueva realidad en Dios, siendo grato el poder añadir a nuestra fe, virtud... y así sucesivamente, como Pedro referirá a continuación; pero eso es un tema para otra ocasión.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 27/04/2017 MENSAJE # 1718
UN AUTÉNTICO DESARROLLO ESPIRITUAL NOS PERMITIRÁ ENTENDER NUESTRA ASOCIACIÓN CON DIOS PARA EJECUTAR SU PROPÓSITO EN LAS EDADES. LA IMPORTANCIA VITAL DE CRECER Y AQUILATAR NUESTRA POSICIÓN EN EL SEÑOR COMO PARTE DE UNA VIDA QUE DEBE EXPRESARSE MÁS ALLÁ DE LA SIMPLE EXHIBICIÓN. ERES UN PORTADOR DE LA GLORIA DE DIOS.
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