LA CERTEZA ABSOLUTA DE NUESTRA ELECCIÓN PUEDE SER OBSERVADA POR LOS DEMÁS A TRAVÉS DE NUESTROS HECHOS, PALABRAS E INTENTO. LOS ELEGIDOS DEL SEÑOR OBRARÁN EN CONSECUENCIA CON SU PALABRA SIEMPRE.

LIMA - PERÚ       SÁBADO 24 DE JUNIO DEL 2017              MENSAJE # 1835

MEDITACIONES VARIAS

Primera de Tesalonicenses 1:4

"Porque conocemos, hermanos amados de Dios, vuestra elección".

=== Esta expresión apostólica colma de honores a los hermanos tesalonicenses, quienes se habían irmado en la fe en medio de serie de tribulaciones. Su obra, trabajo, amor y constancia, habían correspondido a su fe y esperanza; mostrando a través de la adversidad, una integridad a toda prueba, un celo vindicativo de la gracia divina. Tal remoción de las cosas movibles, había dejado el testimonio de lo que era inconmovible: La Fe Tesalonicense.

=== Pablo, mediante esta epístola, les comparte su admiración, así como su confesión abierta del provecho divino en cada siervo fiel, siendo tenidos en gran estima por el Padre celestial.

=== La dulzura divina está dispuesta siempre para los que son fieles, complaciéndose Dios en inspirar a Pablo esta divina declaración, acariciando con su bendita mano los corazones de ellos, coronando con sus consolaciones el afligido ánimo de sus siervos.

=== La elección procede de la voluntad divina, conforme a su presciencia; sólo por gracia, sin involucrar méritos humanos. Nada está más ajeno a nuestra voluntad que la elección divina. 

=== Desde la eternidad, y hasta la eternidad la gracia fue preparada, correspondiendo nuestra elección a la respuesta de nuestros corazones a las pretensiones divinas, al cortejo de su Espíritu. 

=== Aunque muchos respondieron: ¡Sí!, tal aseveración podría carecer de sustento, obedeciendo a la circunstancia y no al compromiso que se forja como una realidad interior que retrate el sentir divino, respondiendo con amor al amor, UNA VEZ PARA SIEMPRE. ¿Conocemos nuestra elección? ¿Hemos respondido cabalmente a la misma?

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA            24/06/2017              MENSAJE # 1835