LIMA - PERÚ JUEVES 10 DE OCTUBRE DEL 2019 MENSAJE # 3292
PRIMERA DE JUAN 1:1-4. (VERSIÓN REINA-VALERA CONTEMPORÁNEA).
"Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos referente al Verbo de vida, la vida que se ha manifestado, y que nosotros hemos visto y de lo que damos testimonio, es la que nosotros les anunciamos a ustedes: la vida eterna, la cual estaba con el Padre y se nos ha manifestado. Así que, lo que hemos visto y oído es lo que le anunciamos a ustedes, para que también ustedes tengan comunión con nosotros. Porque nuestra comunión es con el Padre y con su Hijo Jesucristo. Les escribimos estas cosas, para que el gozo de ustedes sea completo".
=== El anciano apóstol Juan no deja su norma respecto al plano testimonial, retrocediendo hasta los orígenes del panorama espiritual y trascendente que componía su experiencia, y que abarcara su mundo particular y tripartito (espíritu, alma y cuerpo) en el que todas las cosas, actuando en orden del plano soberano y divino que cubre el propósito eterno de la Deidad, tiene que ser admitido como tal por cada uno de los que hemos creído en la Palabra de Dios. El punto de partida para Juan radicaba en los orígenes de todo lo creado y diseñado por el Padre para cubrir su propósito en una acción soberana e irreversible. Cualquier hecho fuera de esa perspectiva, carecía de valor y de sentido. Al focalizarse en ello, el apóstol despeja su caminar, su visión y su dedicación, proponiendo la realidad esencial del anhelo divino como la única perspectiva que posee un valor eternal y que debe ocuparnos por todo el tiempo de nuestra peregrinación, debiendo mantenernos firmes y sin fluctuar en la profesión de nuestra esperanza.
=== El panorama creativo se rige por la voz divina, mediante la cual todo llega a ser o existir (Sal,33:9); nuestra fe consiste en todo lo que Dios nos ha dicho e informado, en cuanto a su individualidad y su intento en el panorama histórico y profético; y lo que nosotros hemos guardado en nuestro corazón, y se ha tornado en nuestro bagaje espiritual, en la naturaleza esencial de lo que creemos, sabemos y somos, en el plano seminal de nuestra realidad trascendente, que nos ha fijado el rumbo y nos ha establecido en la sólida realidad que compone nuestra comunión y relación con él (Ro.10:17). De allí que Juan la mencione primero, planteándonos el panorama revelacional por excelencia: "Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas EL JUSTO POR LA FE VIVIRÁ" (Ro.1:17). Así, pues, tras oírse la voz divina, los ojos pudieron ver lo que Dios había hecho; y nuestros ojos se solazaron junto con los suyos al contemplar la obra divinal: "Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera ..." (Gn.1:31), Siempre es un placer el ver el apego de los hagiógrafos al plano inspiracional, corroborando lo divinamente revelado.
=== Al mencionarse el palpar, se da una prueba fehaciente de la realidad tangible del panorama revelaclional en el área física. Jesús no era una visión holográfica, o una ilusión óptica; sino una manifestación divina en carne humana, un ser antropomórfico que llenara con su realidad divino-humana, todo lo que Dios era y podía hacer con nosotros. EL VERBO DE VIDA era en sí mismo el soplo divino que nos impartiera la clase de vida que tenía la gloria como destino, y el cubrimiento del propósito soberano del Padre en lo concerniente a la FAMILIA DE DIOS. Esa es LA VIDA ETERNA MANIFESTADA que compone nuestro sino.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 10/10/2019 MENSAJE # 3292
"Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos referente al Verbo de vida, la vida que se ha manifestado, y que nosotros hemos visto y de lo que damos testimonio, es la que nosotros les anunciamos a ustedes: la vida eterna, la cual estaba con el Padre y se nos ha manifestado. Así que, lo que hemos visto y oído es lo que le anunciamos a ustedes, para que también ustedes tengan comunión con nosotros. Porque nuestra comunión es con el Padre y con su Hijo Jesucristo. Les escribimos estas cosas, para que el gozo de ustedes sea completo".
=== El anciano apóstol Juan no deja su norma respecto al plano testimonial, retrocediendo hasta los orígenes del panorama espiritual y trascendente que componía su experiencia, y que abarcara su mundo particular y tripartito (espíritu, alma y cuerpo) en el que todas las cosas, actuando en orden del plano soberano y divino que cubre el propósito eterno de la Deidad, tiene que ser admitido como tal por cada uno de los que hemos creído en la Palabra de Dios. El punto de partida para Juan radicaba en los orígenes de todo lo creado y diseñado por el Padre para cubrir su propósito en una acción soberana e irreversible. Cualquier hecho fuera de esa perspectiva, carecía de valor y de sentido. Al focalizarse en ello, el apóstol despeja su caminar, su visión y su dedicación, proponiendo la realidad esencial del anhelo divino como la única perspectiva que posee un valor eternal y que debe ocuparnos por todo el tiempo de nuestra peregrinación, debiendo mantenernos firmes y sin fluctuar en la profesión de nuestra esperanza.
=== El panorama creativo se rige por la voz divina, mediante la cual todo llega a ser o existir (Sal,33:9); nuestra fe consiste en todo lo que Dios nos ha dicho e informado, en cuanto a su individualidad y su intento en el panorama histórico y profético; y lo que nosotros hemos guardado en nuestro corazón, y se ha tornado en nuestro bagaje espiritual, en la naturaleza esencial de lo que creemos, sabemos y somos, en el plano seminal de nuestra realidad trascendente, que nos ha fijado el rumbo y nos ha establecido en la sólida realidad que compone nuestra comunión y relación con él (Ro.10:17). De allí que Juan la mencione primero, planteándonos el panorama revelacional por excelencia: "Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas EL JUSTO POR LA FE VIVIRÁ" (Ro.1:17). Así, pues, tras oírse la voz divina, los ojos pudieron ver lo que Dios había hecho; y nuestros ojos se solazaron junto con los suyos al contemplar la obra divinal: "Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera ..." (Gn.1:31), Siempre es un placer el ver el apego de los hagiógrafos al plano inspiracional, corroborando lo divinamente revelado.
=== Al mencionarse el palpar, se da una prueba fehaciente de la realidad tangible del panorama revelaclional en el área física. Jesús no era una visión holográfica, o una ilusión óptica; sino una manifestación divina en carne humana, un ser antropomórfico que llenara con su realidad divino-humana, todo lo que Dios era y podía hacer con nosotros. EL VERBO DE VIDA era en sí mismo el soplo divino que nos impartiera la clase de vida que tenía la gloria como destino, y el cubrimiento del propósito soberano del Padre en lo concerniente a la FAMILIA DE DIOS. Esa es LA VIDA ETERNA MANIFESTADA que compone nuestro sino.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 10/10/2019 MENSAJE # 3292
SI NO HAY UNA PLENA CONVICCIÓN SOBRE LA NATURALEZA DIVINO-HUMANA DE JESÚS, Y QUE NUESTRA HERENCIA ESTÁ LLENA DE ESA GLORIA QUE ÉL NOS LEGARA EN SU AMOR, TODO TAMBALEARÁ EN NUESTRA VIDA ESPIRITUAL.
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