LIMA - PERÚ LUNES 30 DE SETIEMBRE DEL 2019 MENSAJE # 3282
TITO 1:5-9.
"Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos en cada ciudad así como yo te mandé; el que fuere irreprensible, marido de una sola mujer, y tenga hijos creyente que no estén acusados de disolución ni de rebeldía. Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador de Dios; no soberbio, no iracundo, no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino hospedador, amante de lo bueno, sobrio, justo, dueño de sí mismo, retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen".
=== El mantenimiento del orden institucional es de vital importancia para los intereses divinos a nivel eclesial. Cuando las bases son claras y precisas, y se cubren requisitos solicitados por Dios mismo para el sostenimiento del organismo vivo que es la Familia de Dios, la Iglesia de Dios, todo se vuelve funcional, elemental y sencillo, operando armoniosamente. Mas si ello falta, todo entra a defeccionar en sus principios, amenazando colapsar. De allí que Pablo dejara en Creta a Tito, para poner en orden todo lo relacionado con las funciones eclesiales, y estructurar debidamente el plano de la autoridad, la sumisión y la comunión, de modo tal que todo lo eclesial marche decentemente y con orden (1Co.14:40). Un ejército disciplinado tiene la victoria y el triunfo asegurados: "¿Quién es ésta que se muestra como el alba, hermosa como la luna, esclarecida como el sol, IMPONENTE COMO EJÉRCITOS EN ORDEN?" (Cnt.6:10). La organización estructural es fundamental, y es para que nada parezca accidental, ni tenga un quizás, o un tal vez, o un cualquiera puede hacerlo; pues podemos ofrecer un fuego extraño que disguste a Dios en una forma extrema. Dios no apuesta por lo casual o lo eventual para ver qué pasará; él siempre arregla todo a su sazón, con resultados predecibles y con un propósito específico, no dejando cabos sueltos, ni apelando a súbitas inspiraciones de algún iluminado que decida apoyar alguna infeliz decisión. Todo es ejecutado con el tino divino.
=== El establecimiento de ancianos en cada ciudad, suponía una superior actitud y un alto grado de preparación para discernir y elegir entre los integrantes de una comunidad cristiana a las personas que estarían en autoridad, representando a su Señor en calidad de siervos útiles para toda la grey. Más que personas gratas y simpáticas, habían de ser personas dotadas, moviéndose en los dones, ministerios y operaciones que les darían la cuota de espiritualidad que tal servicio a los santos requiere. La función de Tito no era la de 'dotar a otros de sus poderes personales'; él estaba en Creta para observar y reconocer las dotaciones de los elegidos, los mismos que de un modo natural y espontáneo mostraran su dedicación y su servicio a los demás como una evidencia de su amor fraternal, y de su natural disposición para hacer extensivo el divino favor para todos los santos. El nombramiento de ancianos era una ocasión muy solemne para toda la Iglesia de Dios; y cada uno observaba la cuidadosa elección del o de los ministros itinerantes, viendo cómo la gloria de Dios se extendía hasta llenar a todos de una gran alegría y de una profunda contrición, observando con sumo respeto la ceremonia que garantizara la buena marcha de la grey, a contar con los encargados reconocidos ministerial y apostólicamente, sellando la sana gobernación de la iglesia local, ordenando a los futuros encargados de la misma con el honor y distinción que ellos merecían.
=== El primer requisito, era la irreprensibilidad; vale decir el no hallar en el candidato ninguna tacha o motivo que lo hiciera indigno de tal llamado y de una insigne posición; debía ser casado y poseer una familia ejemplar que no causara desdoro a su condición como siervo de Dios (una mujer intemperante, y unos hijos rebeldes eran inevitablemente un impedimento para tan nobilísima labor, habiendo de manejar su hogar en modo intachable). Dada su posición de administrador sobre los bienes divinos, el escogido debía ser honesto a carta cabal, rebosando humildad, sumamente centrado y sereno; enemigo de la embriaguez y sumamente diplomático para ejecutar las divinas ordenanzas. Su interés por las riquezas mal habidas, nulo por completo, pues él dependía enteramente del Padre como siervo suyo, mostrando una rectitud de carácter y de conducta que reflejen la naturaleza del Señor al que sirven, estando premunidos de la certeza y seguridad de sus enseñanzas; siendo capaz de hacer polvo a sus contendores con la Palabra de Dios, tal como ha sido enseñada, manteniéndose en línea con la divina revelación, como buen retenedor de la palabra fiel, tal como le fuera ministrada.
EFRAIN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 30/09/2019 MENSAJE # 3282
"Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos en cada ciudad así como yo te mandé; el que fuere irreprensible, marido de una sola mujer, y tenga hijos creyente que no estén acusados de disolución ni de rebeldía. Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador de Dios; no soberbio, no iracundo, no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino hospedador, amante de lo bueno, sobrio, justo, dueño de sí mismo, retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen".
=== El mantenimiento del orden institucional es de vital importancia para los intereses divinos a nivel eclesial. Cuando las bases son claras y precisas, y se cubren requisitos solicitados por Dios mismo para el sostenimiento del organismo vivo que es la Familia de Dios, la Iglesia de Dios, todo se vuelve funcional, elemental y sencillo, operando armoniosamente. Mas si ello falta, todo entra a defeccionar en sus principios, amenazando colapsar. De allí que Pablo dejara en Creta a Tito, para poner en orden todo lo relacionado con las funciones eclesiales, y estructurar debidamente el plano de la autoridad, la sumisión y la comunión, de modo tal que todo lo eclesial marche decentemente y con orden (1Co.14:40). Un ejército disciplinado tiene la victoria y el triunfo asegurados: "¿Quién es ésta que se muestra como el alba, hermosa como la luna, esclarecida como el sol, IMPONENTE COMO EJÉRCITOS EN ORDEN?" (Cnt.6:10). La organización estructural es fundamental, y es para que nada parezca accidental, ni tenga un quizás, o un tal vez, o un cualquiera puede hacerlo; pues podemos ofrecer un fuego extraño que disguste a Dios en una forma extrema. Dios no apuesta por lo casual o lo eventual para ver qué pasará; él siempre arregla todo a su sazón, con resultados predecibles y con un propósito específico, no dejando cabos sueltos, ni apelando a súbitas inspiraciones de algún iluminado que decida apoyar alguna infeliz decisión. Todo es ejecutado con el tino divino.
=== El establecimiento de ancianos en cada ciudad, suponía una superior actitud y un alto grado de preparación para discernir y elegir entre los integrantes de una comunidad cristiana a las personas que estarían en autoridad, representando a su Señor en calidad de siervos útiles para toda la grey. Más que personas gratas y simpáticas, habían de ser personas dotadas, moviéndose en los dones, ministerios y operaciones que les darían la cuota de espiritualidad que tal servicio a los santos requiere. La función de Tito no era la de 'dotar a otros de sus poderes personales'; él estaba en Creta para observar y reconocer las dotaciones de los elegidos, los mismos que de un modo natural y espontáneo mostraran su dedicación y su servicio a los demás como una evidencia de su amor fraternal, y de su natural disposición para hacer extensivo el divino favor para todos los santos. El nombramiento de ancianos era una ocasión muy solemne para toda la Iglesia de Dios; y cada uno observaba la cuidadosa elección del o de los ministros itinerantes, viendo cómo la gloria de Dios se extendía hasta llenar a todos de una gran alegría y de una profunda contrición, observando con sumo respeto la ceremonia que garantizara la buena marcha de la grey, a contar con los encargados reconocidos ministerial y apostólicamente, sellando la sana gobernación de la iglesia local, ordenando a los futuros encargados de la misma con el honor y distinción que ellos merecían.
=== El primer requisito, era la irreprensibilidad; vale decir el no hallar en el candidato ninguna tacha o motivo que lo hiciera indigno de tal llamado y de una insigne posición; debía ser casado y poseer una familia ejemplar que no causara desdoro a su condición como siervo de Dios (una mujer intemperante, y unos hijos rebeldes eran inevitablemente un impedimento para tan nobilísima labor, habiendo de manejar su hogar en modo intachable). Dada su posición de administrador sobre los bienes divinos, el escogido debía ser honesto a carta cabal, rebosando humildad, sumamente centrado y sereno; enemigo de la embriaguez y sumamente diplomático para ejecutar las divinas ordenanzas. Su interés por las riquezas mal habidas, nulo por completo, pues él dependía enteramente del Padre como siervo suyo, mostrando una rectitud de carácter y de conducta que reflejen la naturaleza del Señor al que sirven, estando premunidos de la certeza y seguridad de sus enseñanzas; siendo capaz de hacer polvo a sus contendores con la Palabra de Dios, tal como ha sido enseñada, manteniéndose en línea con la divina revelación, como buen retenedor de la palabra fiel, tal como le fuera ministrada.
EFRAIN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 30/09/2019 MENSAJE # 3282
EL ORDEN INSTITUCIONAL ES UNA PRIORIDAD INSOSLAYABLE EN LA VIDA ECLESIAL, Y DEBE ESTAR LEGÍTIMAMENTE INSTITUIDO PARA UE LA IGLESIA GOCE DE TOTAL CONFIANZA DE PARTE DEL PADRE.
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