miércoles, 15 de enero de 2020

TODOS ATRAVESAMOS MOMENTOS Y FASES CRÍTICAS, Y EVENTUALMENTE REQUERIMOS DE QUE ALGUIEN VENGA Y NOS CONSUELE, EXHORTE O ANIME PARA RESTITUIRNOS A LA OBRA. ESTE ES UN CASO PECULIAR.

LIMA - PERÚ   SÁBADO 28 DE SETIEMBRE DEL 2019   MENSAJE # 3280

SEGUNDA DE TIMOTEO 1:3-7.  (VERSIÓN REINA VALERA CONTEMPORÁNEA)

"Doy gracias a Dios, a quien como mis antepasados, sirvo con limpia conciencia, de que siempre, día y noche, me acuerdo de ti en mis oraciones. Al acordarme de tus lágrimas siento deseos de verte, para llenarme de gozo; pues me viene a la memoria la fe sincera que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que habita en ti también. Por eso te aconsejo que avives el fuego del don de Dios, que por la imposición de mis manos está en ti. Porque no nos ha dado Dios un espíritu de cobardía, sino de poder , de amor y de dominio propio".

=== La crisis ministerial que en estos momentos operaba en Timoteo, lo había alejado de su responsabilidad espiritual, incumpliendo su llamamiento, y abatiéndolo en una profunda depresión ¿Otro Elías debajo del enebro? (1R.19:4). Y Pablo debía asistir a su coadjutor; no meramente para levantar su ánimo; sino para restituirlo a la actividad en su calidad de siervo de Dios. Pablo tendrá que hilar fino para no herir la sensibilidad de Timoteo; y tan prudentemente como para que el tal no se sienta apoyado negativamente en esta circunstancia. Sólo la verdad nos hace libres. Y el apóstol no hizo uso de lisonjas o de ´mentiritas blancas´ que paliaran en alguna forma la profunda desazón del aún joven y alicaído ministro. Esto lo hizo retornar al pasado, recordando su vida religiosa y testimonial judaica de larga data,y cómo sus convicciones se hicieran más tenaces, sintiéndose acepto en un mundo de fariseos y gente que le era grata y lo hacía sentirse muy bien y acepto grupalmente; algo que Timoteo nunca tuvo, viniendo su historial a través de su abuela y madre; no así de su padre o de su abuelo. Y los reveses que sufriera entre los hermanos efesinos, hicieron más notorio y profundo este sentir, hasta derrotar toda su resistencia, rindiéndose ante ese agravio público que lo llevara a renunciar a su ministerio- Mas Pablo, aunque ausente, le hacía saber que él formaba parte de aquellos por,los que intercedía diariamente para el éxito de su gestión y la preservación de su divino fluir-

===.Todos esos recuerdos se amalgamaron en la mente de Pablo, estando persuadido de la fe de Timoteo, sostenida por tres generaciones, y que había dado testimonio de su genuinidad reiterativamente. Si bien esta era una crisis (algo que implica e indica un cambio, ya sea positivo o negativo); no era una capitulación; se trataba, pues, de una etapa gris de la que habría que emerger; y le correspondía al mismo Timoteo dar el primer paso: y el apóstol le indicara cómo darlo y en qué dirección, para alcanzar la plena renovación del entendimiento y tornar a la realidad célico-pedestre que devolverá al nieto de Loida el valor y rl vigor que le fueran característicos antes de este trance. El fuego del don de Dios debía ser azuzado, de modo tal que la llama que antaño alumbrara al fiel coadjutor de Pablo, volviera a arder con la misma intensidad que lo constituyera en un instrumento formidable del Redentor. Pablo recordaba aquella unción que saliera de él para cubrir y llenar a Timoteo, dotándolo ministerialmente para un servicio glorioso (v.6).

=== El apóstol describe para nosotros aquello que él imparte a sus escogidos, revelando tres características de nuestras dotaciones: (a) El poder; (b) El amor; (c) El dominio propio. El poder nos remite a Dios como la fuente del mismo, implicando que nada podrá apagarlo, mermarlo o eliminarlo; salvo que seamos engañados y pensemos que Dios nos lo ha quitado, lo ha minimizado, o nos ha desechado como su instrumento; a lo que debo responder con esto: "Porque los dones y el llamamiento de Dios son irrevocables (Ro.11:29). Cuando avanzamos al amor, es porque nos lleva cautivos a ser eternos dadores de las dádivas divinas. Lo que recibimos es tan abundante, que se desborda gratuitamente a otros, identificándonos con el Padre como los dispensadores de su bondad; y cuando  vamos a gozarnos y jactarnos, el Espíritu nos restringe invitándonos a la templanza o el dominio propio.

1 comentario:

  1. LA CRISIS DE TIMOTEO NO DESEMEJA MUCHO DE LA DE MUCHOS SIERVOS DE DIOS QUE PASAN POR GRAVES DIFICULTADES, ESPERANDO UNA MANO AMIGA QUE LOS MINISTRE Y AYUDE A SUPERAR SU CRISIS PERSONAL.

    ResponderEliminar