LIMA - PERÚ JUEVES 22 DE AGOSTO DEL 2019 MENSAJE # 3243
ZACARÍAS 1:11-17.
"Y ellos hablaron a aquel ángel de Yahweh que estaba entre los mirtos, y dijeron: Hemos recorrido la tierra, y he aquí toda la tierra está reposada y quieta. Respondió el ángel de Yahweh y dijo: Oh Yahweh de los ejércitos, ¿hasta cuando no tendrás piedad de Jerusalén, y de las ciudades de Judá, con las cuales has estado airado por espacio de setenta años? Y Yahweh respondió buenas palabras, palabras consoladoras al ángel que hablaba conmigo. Y me dijo el ángel que hablaba conmigo: Clama diciendo: Así ha dicho Yahweh de los ejércitos: Celé con gran celo a Jerusalén y a Sion. Y estoy muy airado contra las naciones que están reposadas porque cuando yo estaba enojado un poco, ellos agravaron el mal. Porque así a dicho Yahweh: Yo me he vuelto a Jerusalén con misericordia; en ella será edificada mi casa, dice Yahweh de los ejércitos, y la plomada será tendida sobre Jerusalén. Clama aún diciendo: Así ha dicho Yahweh de los ejércitos: Aún rebosarán mis ciudades con la abundancia del bien, y aún consolará Yahweh a Sion, y escogerá todavía a Jerusalén".
=== Tras describir la visión de los caballos (alazanes, castaños y blancos), fueron traídas las nuevas de que toda la tierra estaba en calma, y disfrutando de ese sosiego el ángel de Yawheh (que era una teofanía, o manifestación de Dios en forma angélica) se dirige a sí mismo en la esfera celestial haciendo una petición muy especial por el futuro de Judá y Jerualén, y de todas las ciudades que la componían, con las que Dios había estado muy enojado, señalando una purga de setenta años por no haberle dado a la tierra el reposo cada septenio, según lo regulado por Yahweh, para que la tierra recobrara su productividad, y nunca les faltara a sus escogidos el alimento, manteniendo el buen orden que haría de su bienestar algo perenne. Nuestros considerandos, por muy positivos que nos parezcan, o por hacer algo que 'sería mejor que lo que Dios decía', aparentemente, demuestra nuestra ignorancia sobre los valores permanentes o eternos (según sea el caso), los cuales fueron determinados por el Creador en razón de su sabiduría y entendimiento del porqué de las cosas. Los que se alucinan más entendidos o sabios que la Deidad, desconocen la naturaleza de las cosas, y no entienden su propósito en el plano de lo duradero, abusando o exagerando con la desproporcionalidad en sus torpes inferencias, provocando desastres y hornos de aflicción por los que no debían haber pasado. Las once jornadas que habían hasta la tierra de promisión se convirtieron en cuarenta años de pérdidas y destrucción. La obediencia al orden divino es garantía de certeza y bendición en lo tocante a nuestra heredad.
=== Cuando Dios determina algo, por causa de su justicia, nada lo hace retroceder. Pero cuando su enojo se satisface respecto al castigo correctivo programado, su corazón se llena de bondad y misericordia, tornando a aquella dulzura en el trato con sus elegidos, que nos llena de admiración. No hay en él ninguna bipolaridad, ni escucha voces interiores, él es absolutamente definido, con una cifrada personalidad que no admite desfasamientos, o alteraciones súbitas; obrando en consecuencia con sus decisiones, y es por eso que este maravilloso Dios no tiene que cambiar o variar sus determinaciones, las que fueron hechas para que las edades marcharan rítmicamente, hasta alcanzar su plenitud según su voluntad soberana, cubriendo así su beneplácito. Cuando el ángel vuelve a dialogar con aquel joven (Zacarías), el corazón del tal se llena de esperanza y regocijo por las cosas que Yahweh refiere que hará con la nación judía, volviéndola a elegir como la capital de su reino, haciendo en ella su morada. Y cuando razona sobre aquellos que él usara para castigar a Judá, hace notar que los tales fueron muy abusivos, no interpretando la disciplina (larga como fue) conforme a su medida (es distinta la disciplina o corrección divina a una medida punitiva, que le pone punto final a una relación). Recordemos la premisa salomónica: "Castiga a tu hijo con vara; mas no se apresure tu corazón a destruirlo".
=== La medida de la disciplina ha de ser en conformidad a la regla establecida por Dios, de modo que se obtengan resultados a su sazón. La misericordia con la que Dios se volvía a Jerusalén, hizo que la mano divina se aterciopelara, y su trato para con ella le devolvería a la ciudad su simetría y su exactitud para la regia estabilidad. Y la abundancia con la que sería regalados sus hijos, sería tan opuesta a sus aflicciones y carencias, que todos podrían percatarse de cómo es el corazón de Dios cuando se decide a perdonar, recobrar y restaurar a su pueblo en todas las áreas, evidenciando su consuelo para con ellos, y su gloriosa elección, confirmando su amor y benevolencia.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 22/08/2019 MENSAJE # 3243
"Y ellos hablaron a aquel ángel de Yahweh que estaba entre los mirtos, y dijeron: Hemos recorrido la tierra, y he aquí toda la tierra está reposada y quieta. Respondió el ángel de Yahweh y dijo: Oh Yahweh de los ejércitos, ¿hasta cuando no tendrás piedad de Jerusalén, y de las ciudades de Judá, con las cuales has estado airado por espacio de setenta años? Y Yahweh respondió buenas palabras, palabras consoladoras al ángel que hablaba conmigo. Y me dijo el ángel que hablaba conmigo: Clama diciendo: Así ha dicho Yahweh de los ejércitos: Celé con gran celo a Jerusalén y a Sion. Y estoy muy airado contra las naciones que están reposadas porque cuando yo estaba enojado un poco, ellos agravaron el mal. Porque así a dicho Yahweh: Yo me he vuelto a Jerusalén con misericordia; en ella será edificada mi casa, dice Yahweh de los ejércitos, y la plomada será tendida sobre Jerusalén. Clama aún diciendo: Así ha dicho Yahweh de los ejércitos: Aún rebosarán mis ciudades con la abundancia del bien, y aún consolará Yahweh a Sion, y escogerá todavía a Jerusalén".
=== Tras describir la visión de los caballos (alazanes, castaños y blancos), fueron traídas las nuevas de que toda la tierra estaba en calma, y disfrutando de ese sosiego el ángel de Yawheh (que era una teofanía, o manifestación de Dios en forma angélica) se dirige a sí mismo en la esfera celestial haciendo una petición muy especial por el futuro de Judá y Jerualén, y de todas las ciudades que la componían, con las que Dios había estado muy enojado, señalando una purga de setenta años por no haberle dado a la tierra el reposo cada septenio, según lo regulado por Yahweh, para que la tierra recobrara su productividad, y nunca les faltara a sus escogidos el alimento, manteniendo el buen orden que haría de su bienestar algo perenne. Nuestros considerandos, por muy positivos que nos parezcan, o por hacer algo que 'sería mejor que lo que Dios decía', aparentemente, demuestra nuestra ignorancia sobre los valores permanentes o eternos (según sea el caso), los cuales fueron determinados por el Creador en razón de su sabiduría y entendimiento del porqué de las cosas. Los que se alucinan más entendidos o sabios que la Deidad, desconocen la naturaleza de las cosas, y no entienden su propósito en el plano de lo duradero, abusando o exagerando con la desproporcionalidad en sus torpes inferencias, provocando desastres y hornos de aflicción por los que no debían haber pasado. Las once jornadas que habían hasta la tierra de promisión se convirtieron en cuarenta años de pérdidas y destrucción. La obediencia al orden divino es garantía de certeza y bendición en lo tocante a nuestra heredad.
=== Cuando Dios determina algo, por causa de su justicia, nada lo hace retroceder. Pero cuando su enojo se satisface respecto al castigo correctivo programado, su corazón se llena de bondad y misericordia, tornando a aquella dulzura en el trato con sus elegidos, que nos llena de admiración. No hay en él ninguna bipolaridad, ni escucha voces interiores, él es absolutamente definido, con una cifrada personalidad que no admite desfasamientos, o alteraciones súbitas; obrando en consecuencia con sus decisiones, y es por eso que este maravilloso Dios no tiene que cambiar o variar sus determinaciones, las que fueron hechas para que las edades marcharan rítmicamente, hasta alcanzar su plenitud según su voluntad soberana, cubriendo así su beneplácito. Cuando el ángel vuelve a dialogar con aquel joven (Zacarías), el corazón del tal se llena de esperanza y regocijo por las cosas que Yahweh refiere que hará con la nación judía, volviéndola a elegir como la capital de su reino, haciendo en ella su morada. Y cuando razona sobre aquellos que él usara para castigar a Judá, hace notar que los tales fueron muy abusivos, no interpretando la disciplina (larga como fue) conforme a su medida (es distinta la disciplina o corrección divina a una medida punitiva, que le pone punto final a una relación). Recordemos la premisa salomónica: "Castiga a tu hijo con vara; mas no se apresure tu corazón a destruirlo".
=== La medida de la disciplina ha de ser en conformidad a la regla establecida por Dios, de modo que se obtengan resultados a su sazón. La misericordia con la que Dios se volvía a Jerusalén, hizo que la mano divina se aterciopelara, y su trato para con ella le devolvería a la ciudad su simetría y su exactitud para la regia estabilidad. Y la abundancia con la que sería regalados sus hijos, sería tan opuesta a sus aflicciones y carencias, que todos podrían percatarse de cómo es el corazón de Dios cuando se decide a perdonar, recobrar y restaurar a su pueblo en todas las áreas, evidenciando su consuelo para con ellos, y su gloriosa elección, confirmando su amor y benevolencia.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 22/08/2019 MENSAJE # 3243
LOS QUE VIVEN AL AMPARO DE LA SOMBRA DE LAS ALAS DEL DIOS VIVO, ENTIENDEN SU CARÁCTER Y SU SENTIDO DE LA JUSTICIA, Y ASÍ COMO ACEPTAN SUS VICTORIAS MAGNÍFICAS, SABEN TOLERAR LA APLICACIÓN DE SU JUSTICIA CUANDO LA DESOBEDIENCIA GOBIERNA SUS CORAZONES Y SE ENAJENAN DE DIOS.
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