LIMA - PERÚ VIERNES 12 DE FEBRERO DEL 2016
COMENTARIO EXEGÉTICO DE LA EPÍSTOLA DEL APÓSTOL PABLO A LOS FILIPENSES
Fillipenses 1:18-26.
"¿Qué, pues? Que no obstante, de todas maneras, o por pretexto o por verdad, Cristo es anunciado; y en esto me gozo, y me gozaré aún. Porque sé que por vuestra oración y la suministración del Espíritu de Jesucristo, esto resultará en mi liberación, conforme al anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado; antes bien con toda confianza, como siempre, ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o por muerte. Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. Mas si el vivir en la carne resulta para mí en beneficio de la obra, no sé entonces qué escoger. Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor, pero quedar en la carne es más necesario por causa de vosotros. Y confiado en esto, sé que quedaré, que aún permaneceré con todos vosotros, para vuestro provecho y gozo de la fe, para que abunde vuestra gloria de mí en Cristo Jesús por mi presencia otra vez entre vosotros".
*** Los que ministraban a Cristo por amor, entendían que Pablo era un apologista de la verdad evangélica, y corroboraban externamente su sentir y su predicación. Por ello, Pablo razona así, diciendo que por pretexto (motivo aparente), o por verdad, Cristo era anunciado, lo cual era para él un motivo de gloria.
*** Los santos estaban orando continuamente por el apóstol, buscando su bienestar y libertad, rogándole al Señor para que lo sostuviera en medio de su horno de aflicción en aquella prisión romana, y que, según su parecer, obrara en lo concerniente a su propósito en él. Aprendieron a no orar instintivamente, gimiendo porque la voluntad divina se ejecutara, aguardando en paz y armonía con la Deidad. Así, Pablo les refiere que sus oraciones estaban siendo oídas por el Padre, y que la suministración del Espíritu de Jesucristo, que le otorgara paz interior y le diera serenidad, le hacían intuir su liberación en breve plazo. Su certeza y su confesión de fe no habían variado un ápice, manteniéndose esperanzado, confiado y seguro del divino operar en él.
*** Así como los tres jóvenes hebreos: Misael, Ananías y Azarías; cedieran sus cuerpos para ser arrojados al horno de fuego ardiendo confiando en que el poder del Señor los cubriría, Y SI NO, igual seguirían declarando su fe y confianza en Yahweh; Pablo percibía lo mismo, aclarando que el Señor sería glorificado POR VIDA O POR MUERTE por él. El diablo no consiguió arrancar de Pablo una frase temerosa, un: "me rindo"; un: "renuncio a la fe"; sino que sintió el olor de vida para vida de naturaleza inalterable en el apóstol, ¿vocación de héroe?, ¡para nada! antes bien, absoluta certeza espiritual y trascendente, que dejara al enemigo sin opción alguna.
*** Una amenaza de muerte para Pablo, equivalÍa a una oferta promocional de la celeste esfera con todo lo que ello presuponía. Su corazón era excitado cuando se le hablaba de traspasar el velo, pues él conocía el ámbito celeste por una experiencia declarada en Segunda de Corintios 12:1-10. Ello era como experimentar una segunda luna de miel, ello era GANANCIA. Y allí surgía el interdicto. Irse, era la gloria anticipada; quedarse, resultaba en beneficio de la obra. Y aunque lo primero era maravilloso; no dejaba de ser un pensamiento egoísta que lo relevaba de su labor ministerial renunciando voluntariamente; y él era antes que nada un siervo dispuesto al Señor de manera integral, y aún tenía cosas que hacer de este lado del velo, porque su carrera no había llegado a su término según Dios. Y fue después de considerarlo exhaustivamente que decidió quedarse hasta el tiempo indicado por la Deidad (2Ti.4:7).
*** Para algunos, las palabras de Pablo en los versos 24-26 pueden sugerir un cierto orgullo por él mismo; ¡pero no es así! El apóstol sabía quién era para Dios, y su significado para la iglesia universal, y pocos son los que perdonan que tengas de ti el adecuado concepto que debes tener (Ro.12:3). La humildad es cederle a otro la gloria, y considerarlo como superior a ti mismo; y eso podemos hacerlo mostrando modestia, o queriendo alcanzar cierta fama como siervos; y Pablo no está aquí siendo humilde, sino preciso y puntual, otorgando a su mente y su corazón el equilibrio o balance que corresponde a quienes saben identificarse a sí mismos en su contexto. "... ¿Tú, quién eres? ... ¿Qúé dices de ti mismo? (Jn.1:19, 22). Estas preguntas son tan tremendas, y exigen precisión, puntualidad y exactitud en la respuesta. Juan supo quién era; ¿sabes quién eres tú?
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 12/02/2016
"¿Qué, pues? Que no obstante, de todas maneras, o por pretexto o por verdad, Cristo es anunciado; y en esto me gozo, y me gozaré aún. Porque sé que por vuestra oración y la suministración del Espíritu de Jesucristo, esto resultará en mi liberación, conforme al anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado; antes bien con toda confianza, como siempre, ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o por muerte. Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. Mas si el vivir en la carne resulta para mí en beneficio de la obra, no sé entonces qué escoger. Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor, pero quedar en la carne es más necesario por causa de vosotros. Y confiado en esto, sé que quedaré, que aún permaneceré con todos vosotros, para vuestro provecho y gozo de la fe, para que abunde vuestra gloria de mí en Cristo Jesús por mi presencia otra vez entre vosotros".
*** Los que ministraban a Cristo por amor, entendían que Pablo era un apologista de la verdad evangélica, y corroboraban externamente su sentir y su predicación. Por ello, Pablo razona así, diciendo que por pretexto (motivo aparente), o por verdad, Cristo era anunciado, lo cual era para él un motivo de gloria.
*** Los santos estaban orando continuamente por el apóstol, buscando su bienestar y libertad, rogándole al Señor para que lo sostuviera en medio de su horno de aflicción en aquella prisión romana, y que, según su parecer, obrara en lo concerniente a su propósito en él. Aprendieron a no orar instintivamente, gimiendo porque la voluntad divina se ejecutara, aguardando en paz y armonía con la Deidad. Así, Pablo les refiere que sus oraciones estaban siendo oídas por el Padre, y que la suministración del Espíritu de Jesucristo, que le otorgara paz interior y le diera serenidad, le hacían intuir su liberación en breve plazo. Su certeza y su confesión de fe no habían variado un ápice, manteniéndose esperanzado, confiado y seguro del divino operar en él.
*** Así como los tres jóvenes hebreos: Misael, Ananías y Azarías; cedieran sus cuerpos para ser arrojados al horno de fuego ardiendo confiando en que el poder del Señor los cubriría, Y SI NO, igual seguirían declarando su fe y confianza en Yahweh; Pablo percibía lo mismo, aclarando que el Señor sería glorificado POR VIDA O POR MUERTE por él. El diablo no consiguió arrancar de Pablo una frase temerosa, un: "me rindo"; un: "renuncio a la fe"; sino que sintió el olor de vida para vida de naturaleza inalterable en el apóstol, ¿vocación de héroe?, ¡para nada! antes bien, absoluta certeza espiritual y trascendente, que dejara al enemigo sin opción alguna.
*** Una amenaza de muerte para Pablo, equivalÍa a una oferta promocional de la celeste esfera con todo lo que ello presuponía. Su corazón era excitado cuando se le hablaba de traspasar el velo, pues él conocía el ámbito celeste por una experiencia declarada en Segunda de Corintios 12:1-10. Ello era como experimentar una segunda luna de miel, ello era GANANCIA. Y allí surgía el interdicto. Irse, era la gloria anticipada; quedarse, resultaba en beneficio de la obra. Y aunque lo primero era maravilloso; no dejaba de ser un pensamiento egoísta que lo relevaba de su labor ministerial renunciando voluntariamente; y él era antes que nada un siervo dispuesto al Señor de manera integral, y aún tenía cosas que hacer de este lado del velo, porque su carrera no había llegado a su término según Dios. Y fue después de considerarlo exhaustivamente que decidió quedarse hasta el tiempo indicado por la Deidad (2Ti.4:7).
*** Para algunos, las palabras de Pablo en los versos 24-26 pueden sugerir un cierto orgullo por él mismo; ¡pero no es así! El apóstol sabía quién era para Dios, y su significado para la iglesia universal, y pocos son los que perdonan que tengas de ti el adecuado concepto que debes tener (Ro.12:3). La humildad es cederle a otro la gloria, y considerarlo como superior a ti mismo; y eso podemos hacerlo mostrando modestia, o queriendo alcanzar cierta fama como siervos; y Pablo no está aquí siendo humilde, sino preciso y puntual, otorgando a su mente y su corazón el equilibrio o balance que corresponde a quienes saben identificarse a sí mismos en su contexto. "... ¿Tú, quién eres? ... ¿Qúé dices de ti mismo? (Jn.1:19, 22). Estas preguntas son tan tremendas, y exigen precisión, puntualidad y exactitud en la respuesta. Juan supo quién era; ¿sabes quién eres tú?
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 12/02/2016
MIENTRAS ROMA ESPECULABA SOBRE QUÉ HACER CON PABLO, Y LOS JUDÍOS, GOZOSOS DE QUE ESTUVIERA EN LA CÁRCEL, Y RUMBO A UNA POSIBLE CONDENACIÓN; LA IGLESIA DEL SEÑOR, ORABA POR ÉL; Y PABLO, MEDITABA EN LO QUE ERA IR A LA GLORIA Y TERMINAR CON TODO ESTO; O QUEDARSE, Y CONTINUAR LA BREGA HASTA QUE EL SEÑOR LO LLAMARA. GRANDE ERA EL DILEMA, Y GLORIOSA LA RESPUESTA QUE DE ELLO BROTARA.
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