martes, 2 de febrero de 2016

ESTA SEGUNDA CARTA A LOS HERMANOS DE TESALÓNICA REFRENDA LO DICHO EN LA PRIMERA, Y ACLARA CIERTAS VERSIONES ANTOJADIZAS NO PROCEDENTES DE ÉL. EL SECRETO PARA OBTENER UNA FE VIVA, COMUNICATIVA Y EFECTIVA SE HALLA EN ESTOS PRIMEROS VERSÍCULOS COMO UNA REALIDAD QUE DEBE AFECTARNOS A TODOS.

LIMA - PERÚ  MARTES 02 DE FEBRERO DEL 2016

COMENTARIO EXEGÉTICO DE LA SEGUNDA EPÍSTOLA DEL APÓSTOL PABLO A LOS TESALONICENSES

Segunda de Tesalonicenses 1:1-6.

"Pablo, Silvano y Timoteo, a la iglesia de los tesalonicenses en Dios nuestro Padre y en el Señor Jesucristo: Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. Debemos siempre dar gracias a Dios por vosotros, hermanos, como es digno, por cuanto vuestra fe va creciendo, y el amor de todos y cada uno de vosotros abunda para con los demás; tanto, que nosotros mismos nos gloriamos de vosotros en las iglesias de Dios, por vuestra paciencia y fe en todas vuestras persecuciones y tribulaciones que soportáis. Esto es demostración del justo juicio de Dios, para que seáis tenidos por dignos del reino de Dios, por el cual asimismo padecéis. Porque es justo delante de Dios pagar con tribulación a los que os atribulan".

*** Esta segunda misiva paulina a los hermanos de Tesalónica está impregnada del amor que el apóstol sentía por los santos de la grey, brindándoles consuelo en medio de todas las adversidades que les había tocado experimentar, y procurando mantener al tope el ánimo de la familia de Dios que morara en un horno de aflicciones que buscara apagar su fe.

*** (V.1) El apóstol incluye aquí a Silvano y Timoteo por haber sido ministros que apoyaron la fundación de la iglesia, y trabajaron junto con él en la obra apostólica, contribuyendo con mucho amor y dedicación para afirmar los corazones de los neoconversos en la doctrina y en el obrar evangelístico. En Pablo, siempre se da el factor trino al saludar a las iglesias, arguyendo que son de Dios nuestro Padre y de nuestro Señor Jesucristo, mostrando en ello su origen paterno y su filiación; algo en lo que también insiste el apóstol Juan cuando habla de los que tienen al Padre y al Hijo (1Jn.1:3; 2:22-24). 


*** (V.2) La relación con la celeste esfera es marcada por la benevolencia del Padre, la cual es aceptada como su gracia, adquiriendo ésta forma antropomórfica para unirse a nosotros en esencia y sentido, impartiéndonos su vida como la energía que nos impulsa y sustenta día a día. Así, pues, la Paternidad apunta al origen; y el Señorío, a la sabia administración de la unción y del poder que el Espíritu Santo nos transmite a través de la vida del Señor Jesús, quien imprime en nosotros la  naturaleza venida de arriba, haciendo trascendente nuestro fluir.

*** (V.3) Pablo insiste que, a pesar de que han pasado muchas cosas en ese lapso de tiempo entre la primera misiva y ésta, que la fe de los hermanos se va incrementando, mostrando en el amor fraternal su mayor evidencia y la señal más notoria de madurez cristiana, ya que ésta se prodigaba local y extralocalmente, constituyéndose el afecto fraternal de los de Tesalónica en un blasón para el ministerio apostólico. Otras congregaciones se encontraban muy motivadas a tratar de emular este don peculiar, y Pablo nos da la "receta" para que el mismo se pueda replicar. Una fe siempre creciente se ve acompasada y acompañada por el amor fraternal, implicando que la una produce lo otro de manera seminal, y halla su expresión en la multiplicación de su benevolente naturaleza.

*** (V.4) La paciencia (don destacado por Pablo como aquella secreta fortaleza que te mantiene vivo y fuerte en medio de todas las adversidades) y la fe (como la certeza de la esperanza que se lleva internamente, permitiendo pasar por encima de la oposición y de la aflicción a quienes la sufren y que solamente acicatea su ánimo para proseguir al premio del supremo llamamiento divinal), son las cicatrices que honran al Dios verdadero, y que le dan a entender nuestra vocación de servicio a pesar de la oposición, y por encima de toda dificultad.


*** (V.5) Pablo comparte respecto a la justicia divina operando en medio de los hermanos de la grey tesalónica; y mientras que las aflicciones abundaban entre ellos, atravesando el valle de las incomprensiones, el repudio y la persecución de la religión a la que antes pertenecieran; el reino iba tomando posesión de ellos, pudiendo ver más allá de lo evidente, observándose a sí mismos en el contexto de la pasión religiosa y tradicional que no ve, no oye, ni se torna sensible a la voz de Dios; causando todo el mal que se pueda a quienes asume como desertores o apóstatas, no considerando las obras milagrosas, el divino  hablar, o la bondad como posibilidad de tornarlos al redil; actuando con la reciedumbre ciega, sorda e insensible de una religión que sólo conoce de castigos frente a las posibles defecciones. Este padecimiento era la garantía de lo que se estaba recibiendo por no ser lo que antes eran: religiosos hipócritas, y representantes de una justicia que jamás atravesó las barreras del simbolismo para tornarse realidad.

*** (V.6) Pero es la actitud agresiva y perversa de los opositores a la palabra de Dios y del reino lo que hace que Dios devuelva a los sembradores de aflicciones, y con efectos multiplicados, los dolores y desdichas que les tocara experimentar a éstos. El dolor de un creyente real no tiene que ver con las persecuciones o aflicciones que experimenta, sino con el hecho de ver cómo aquellas personas condenan sus almas, sus familias y sus naciones a una total perdición por no querer oír la verdad que pudiera hacerlos libres. La tribulación retornará hacia los que dañan a los hijos de Dios, así en el siglo I como en el XXI. Nosotros no oramos por ello; sino porque todos ellos vengan al conocimiento de la verdad, y sean salvos.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA  02/02/2016.

1 comentario:

  1. LAS DIVINAS BONDADES, CONCEDIDAS POR EL PADRE A SUS HIJOS, DEBEN SER MOSTRADAS EN NUESTRO DIARIO ANDAR COMO DETALLE INHERENTE, Y NO COMO EXCEPCIÓN A ALGUNA REGLA. EL AMOR FRATERNAL ES FACTIBLE CUANDO NUESTRA FE ES ACTIVADA, AL RELACIONAR LO QUE DIOS HARÁ CON NUESTROS HERMANOS NEOCONVERTIDOS, COMO LO HIZO CON NOSOTROS, ASUMIÉNDOLOS EN AMOR, PARA QUE CON AMOR SEAN ELLOS RECIBIDOS, ADMITIDOS Y BENDECIDOS CON NOSOTROS.

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