jueves, 19 de septiembre de 2019

AL DETENERNOS PARA OBSERVAR LA GLORIA SALVADORA QUE NUESTRO GRAN DIOS OFICIARA A NUESTRO FAVOR, NUESTROS CORAZONES SE INCLINAN ANTE EL ALTÍSIMO, RECONOCIENDO SU BONDAD, SU GRACIA Y SU FIDELIDAD.

LIMA - PERÚ    DOMINGO 28 DE JULIO DEL 2019    MENSAJE # 3218

EFESIOS 1:3-10.    (VERSIÓN DIOS HABLA HOY)


"Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, pues en Cristo nos ha bendecido en los cielos con toda clase de bendiciones espirituales. Dios nos escogió en Cristo desde antes de la creación del mundo, para que fu;eramos santos y sin defecto en su presencia, Por su amor, nos había destinado a ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo, hacia el cual nos ordenó, según la determinación bondadosa de su voluntad. Esto lo hizo para que alabemos siempre a Dios por su gloriosa bondad, con la que nos bendijo mediante su amado Hijo. En Cristo, gracias a la sangre que derramó, tenemos la liberación y el perdón de los pecados. Pues Dios ha hecho desbordar sobre nosotros las riquezas de su generosidad, dándonos toda sabiduría y entendimiento, y nos ha hecho conocer el designio secreto de su voluntad. Él en su bondad se había propuesto realizar en Cristo este designio, e hizo que se cumpliera el término que había señalado. Y este designio consiste en que Dios ha querido unir bajo el mandato de Cristo todas las cosas, tanto en el cielo como en la tierra".



=== El apóstol nos introduce aquí para alabar al Padre por su obra salvadora, y nos eleva en su sabiduría espiritual y trascendente para que en ese nivel entendamos la naturaleza de nuestra redención. Los entendimientos suelen tener ciertos visos de realidad y realización, y la carne puede emocionarse por unos instantes, para luego tornar a un plano neutral, donde todo carece de sentido y valor, desapareciendo el gozo tan rápido como llegó. ¿Por qué somos tan volubles y pasajeros? Porque el alma no suele retener las fijaciones que el espíritu humano sí conserva, como las fotografías retienen el tiempo en una imagen que podremos observar reiterativamente, devolviéndonos aquel gozo ocasional y particular que nos llenara, y causara una impresión que el tiempo embovedara en esa caja de caudales que es nuestro corazón, retenedor de experiencias inolvidables y de resultados tan dichosos que componen nuestros más gloriosos recuerdos y los momentos imborrables.


=== Las bendiciones espirituales, se fijan en los lugares celestiales, y cada vez que nuestras almas son ubicadas en el discurrir de este río de aguas de vida que del cielo brotan como un recio manantial, somos arrebatados hasta la celeste esfera, donde el poder y la vida de Dios nos impactan en extremo, manteniéndonos como los seráficos seres que se desbordan alabando la santidad divina como su único lenguaje, elevando al plano santificante hasta lo sumo, ya que sin la santidad nadie verá a Dios. Dado que fuimos elegidos mucho antes de que el mundo llegara a existir como tal, teníamos un destino asegurado, y la gradual santificación era el buril que nos diera la forma ideal que el Padre aparejara para nosotros, perfeccionándonos hasta alcanzar el diseño que su soberana voluntad definiera como nuestra perfección para él: Su imagen y su semejanza. Fue su manifestación antropomórfica, su Verbal aparición, lo que fijó nuestra apariencia y nuestra gloria, permitiendo que cada reflejo en esa joya: Tú en Cristo; le diera a él la gloria y el honor que le correspondían, y como Pablo refiriera: "Por eso, todos nosotros, ya sin el velo que nos cubría la cara, somos  como un espejo que refleja la gloria del Señor, y vamos transformándonos en su imagen misma, porque cada vez tenemos más de su gloria, y esto por la acción del Señor, que es el Espíritu" (2Co.3:18).


=== El apóstol nos dice que fue por su amor que nos destinó a la adopción, esto es, a ser clocados como hijos suyos por medio de Jesucristo, enfocándonos en esa dirección, convergiendo en él necesariamente en el curso de las edades, haciendo que su bondad, en el contexto de las mismas, nos llevara a la meta ya acordad. Dentro de esa bondad (la gracia divina), fuimos y somos bendecidos en el concierto del Hijo Amado (los que formamos el cuerpo de Cristo). La sangre derramada a favor de la humanidad, puso en nosotros el color redentivo, y la liberación producida nos hizo entender cómo el perdón divino nos había sido otorgado, incluyéndonos en la realidad tangible y trascendente con la que somos transportados a la gloria eternal. Es en esa realidad que la sabiduría y el entendimiento nos cifra y ubica en el designio secreto de su voluntad, fusionándolo todo en Cristo Jesús, y haciéndolo en el tiempo indicado por la Deidad desde antes del principio de los siglos, promoviendo la gloria célico-pedestre.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA   28/07/2019    MENSAJE # 3218

1 comentario:

  1. SI NOS CONCIENTIZAMOS RESPECTO A LOS VALORES ESPIRITUALES Y TRASCENDENTES DE NUESTRA SALVACIÓN, DEJAREMOS ATRÁS PARA SIEMPRE CUALQUIER DUDA AL RESPECTO. SEAMOS SANOS EN LA FE.

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