miércoles, 18 de septiembre de 2019

LOS DOLOROSOS LAMENTOS DEL PROFETA ANTE LA DESOLACIÓN QUE LLEGARA A JUDÁ, POR CAUSA DE SUS PECADOS, NOS PONEN EN ANTECEDENTES DE LO QUE OCURRIRÁ CADA VEZ QUE NOS APARTEMOS DE SUS PRINCIPIOS, Y PROVOQUEMOS SU IRA. LA OBEDIENCIA A SU PALABRA ES NUESTRA SEGURIDAD.

LIMA - PERÚ   SÁBADO 27 DE JULIO DEL 2019    MENSAJE # 3217

LAMENTACIONES 1:1-4.

"¡Cómo ha quedado sola la ciudad populosa! La grande entre las naciones se ha vuelto como viuda, la señora de provincias ha sido hecha tributaria. Amargamente llora en la noche, y sus lágrimas están en sus mejillas. no tiene quien la consuele de todos sus amantes; todos sus amigos le faltaron, se le volvieron enemigos. Judá ha ido en cautiverio a causa de la aflicción y de la dura servidumbre; ella habitó entre las naciones, y no halló descanso. Todos sus perseguidores la alcanzaron entre las estrechuras. Las calzadas de Sion tienen luto, porque no hay quien venga a las fiestas solemnes; todas sus puertas están asoladas, sus sacerdotes gimen, sus vírgenes están afligidas, y ella tiene amargura".



=== Aunque las lágrimas empañan la visión del escritor de este réquiem, todo lo que se ofrece a la vista no hace sino traer a la memoria las glorias del pasado, la dicha de la que fuera la elegida del Señor, la ciudad del gran Rey; y que ahora, por su pecado y su rebelión ha quedado en el peor de los estados, causando el desborde lacrimal de quienes un día la vieran llena de la gloria de Dios; luciendo su exuberancia y su gran esplendor a todos los que la conocieran y disfrutaran en sus días de gloria. Una viuda desmejorada al extremo, cansada y desolada, pasea ante los ojos azorados del profeta, quien no da crédito a sus ojos de todo el mal que les ha sobrevenido, y cual testigo espantado y sobrecogido por el tenebroso espectáculo, no puede sino llorar por todo aquello que el Padre dejara destruir en manos de los enemigos de Judá, los que se dieran el gusto de destruir todo lo que era bello en ella, dejando tras su paso grotesco y despiadado la más grande y grave desolación. Una viuda no se viste de gala para celebrar a un muerto, y menos a la casi totalidad de sus difuntos, viendo aún regados los cadáveres de quienes se consumieran lentamente, siendo devorados por la muerte, las heridas, el dolor y la carencia de todo como los negros testigos de su agonía.



=== La amargura que se pinta en su rostro demacrado, en el gesto y en la actitud, que deja ver aquellas lágrimas que descienden por sus mejillas, clamando por un consuelo que no llegaría, pues todos los que compusieran su numeroso grupo de amantes, no esperaban una bruja, un esperpento; estando acostumbrados a ver su desnudez para complacer su morbo, su lujuria y sus desbordes, prodigándose como una sacerdotisa del templo de Astarot, regalándose a quienes vinieran para darle el homenaje que correspondiera a esa diosa de la fertilidad que disfrutara ante aquellas bacanales que aprisionaran sus corazones y sus cuerpos cada vez que sus fiestas llegaran. Y aquellos amantes y amigos de ocasión, desaparecían tras dar gusto a sus lujuriosos placeres, dejándola vacía de afectos, como deja el amante furtivo a la ajena tras cubrir sus momentáneos deseos.



=== Y la nación fue llevada cautiva lejos de sus posesiones sagradas, condenada a la aflicción y a la servidumbre más dura, en lugares donde ella no hallaría descanso, y en su afán por escapar, fue hallada en las estrechuras de sus senderos, como cuando un pecador salta de la sartén al fuego, intentando huir de sus cadenas y sus opresiones correspondientes. El luto de odas las calzadas que conducían a Sion para las fiestas jubilares es lo único que se ve ahora. Todos sus accesos han sido destruidos y asolados. Un sacerdocio gimoteante, vírgenes afligidas, y la amargura en el corazón que deforma su rostro, la envejece y la desfigura es lo único que se nota. Como cuando nos cubre el manto de la culpa y la condenación tras el disfrute furtivo con el pecado, sabiéndonos enajenados de las bendiciones, y ausentes del amoroso afecto de nuestro Padre celestial, llevando nuestro sacrificio con el afán de alcanzar misericordia, que no es lo mismo que la divinal aceptación. Es preciso cambiar nuestro modo de pensar, y asociarnos con la Deidad en principios y prácticas que nos devuelvan y nos mantengan en la perfecta comunión que traerán el celeste agrado, y nuestra continua bendición.



EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA    27/07/2019    MENSAJE # 3217.

1 comentario:

  1. EL RÉQUIEM DEL PROFETA ANTE LA VASTEDAD DEL CASTIGO DIVINO SOBRE LA CIUDAD ELEGIDA DEBE LLENARNOS DE UN SANTO TEMOR, DE MODO QUE NOS SOMETAMOS EN COMPLETA OBEDIENCIA AL PADRE DE LOS ESPÍRITUS, OBTENIENDO BENDICIÓN.

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