LIMA - PERÚ MARTES 23 DE JULIO DEL 2019 MENSAJE # 3213
ISAÍAS 1:1-6.
"Visión de isaías hijo de Amoz, la cual vio acerca de Judá y Jerusalén en días de Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías, reyes de Judá. Oíd, cielos, y escucha tú, tierra; porque habla Yahweh: Crié hijos, y los engrandecí, y ellos se rebelaron contra mí. El buey conoce a su dueño, y el asno el pesebre de su señor; Israel no entiende, mi pueblo no tiene conocimiento. ¡Oh gente pecadora, pueblo cargado de maldad, generación de malignos, hijos depravados! Dejaron a Yahweh, provocaron a ira al Santo de Israel, se volvieron atrás ¿Por qué querréis ser castigados aún? ¿Todavía os rebelaréis? Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente. Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite".
=== El profeta Isaías llegó a abarcar con su labor ministerial un período amplio en el que gobernaron cuatro reyes notables, el primero, Uzías, ya partía, después de haber dado a Israel un gran desarrollo como nación; salvo en lo tocante a su intromisión en el sacerdocio, quedando leproso hasta su muerte por su conducta aberrante; dejando a Jotam, su hijo, como su reemplazante, quien continuara en la ruta positiva de su padre, pero no se impidió que el pueblo siguiera rindiendo culto en los lugares altos. Al reinar Acaz, se dio un vuelco impresionante, y fue uno de los reyes más perversos que tuvo la nación judía, atrayendo el castigo divino y la ruina, hasta que llegó al trono Ezequías. A Isaías le tocó estar en medio de todo esto, y al hacer el análisis del fluir nacional, hallamos lo que esta porción de la palabra nos testifica. Los lectores atentos notarán que el profeta enmarca a la nación dentro de una declaración que los ubica como un pueblo ingrato, llamando al cielo y la tierra como testigos de su bondad y fidelidad: "Crié hijos, y los engrandecí, y ellos se rebelaron contra mí". Esta descripción de la comunión entre Dios y su pueblo, rota por la rebelión, pinta de cuerpo entero la naturaleza díscola de los bendecidos malagradecidos.
=== Al mencionar al buey y al asno, bestias domésticas que se mantienen fieles a sus propietarios durante todo el tiempo de su servicio útil, y aun más allá, quiere destacar que la rebeldía de la nación hebrea es producto del desacato y el desinterés por mantener la comunión célico-pedestre, que era la que les traía la bendición y el progreso, la salud y el bienestar; dándoles la pujanza, el poder, las victorias y la paz que se disfrutara; eligieron secreta y particularmente mantener su comunión con otros dioses, en una especie de veneración paralela que Yahweh tenía prohibida desde el principio: "NO TENDRÁS dioses AJENOS DELANTE DE MÍ", reservando toda adoración exclusivamente para él; y este ha sido siempre el motivo principal por el cual la nación hebrea se ha visto alejada del Padre, y en continuas crisis y apostasías que revocaran todo el bienestar que había sido sobre ellos en tiempos de fidelidad. ¿Qué podía ser más perfecto que aquella comunión que les diera todo el solaz que precisaran sus corazones? Y el Señor añade que su pueblo NO ENTIENDE (manera llana y simple en que la obediencia a la voluntad divina es la causante directa de su bienestar y dicha nacional), y que NO TIENE CONOCIMIENTO; esto ya es el negarse enfáticamente a reconocer que LA RELACIÓN CON LA DEIDAD, Y SU FUSIÓN CON ELLA ES LA QUE SE TRADUCE EN SU GLORIA Y FELICIDAD COMO NACIÓN ESCOGIDA.
=== Desde el verso 4 hasta el 6, el Señor descubre los corazones de sus escogidos, y este es el diagnóstico:
(1) Gente pecadora (habituada al mal);
(2) Pueblo cargado de maldad (esto es el persistir en lo malo sin arrepentirse a pesar de las amonestaciones);
(3) Generación de malignos ( ya no son algunos, sino todos los que están incursos en esto, como una casta perversa);
(4) Hijos depravados (gente echada a perder y digna de condenación).
(5) Dejaron a Yahweh, y provocaron su ira al ofender su naturaleza santa, volviéndose atrás (refiriéndose esto último al panorama redentivo, el cual desecharon con su actitud y con su obstinación para perderse irremisiblemente).
Los versos siguientes sintetizan la condición hebraica, habiendo llegado a convertirse en algo pútrido y detestable al máximo, no habiendo atendido a su trágica condición ni con los primeros auxilios. La gracia divina tendría que hacerse cargo de esta devastación.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 23/07/2019 MENSAJE # 3213
"Visión de isaías hijo de Amoz, la cual vio acerca de Judá y Jerusalén en días de Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías, reyes de Judá. Oíd, cielos, y escucha tú, tierra; porque habla Yahweh: Crié hijos, y los engrandecí, y ellos se rebelaron contra mí. El buey conoce a su dueño, y el asno el pesebre de su señor; Israel no entiende, mi pueblo no tiene conocimiento. ¡Oh gente pecadora, pueblo cargado de maldad, generación de malignos, hijos depravados! Dejaron a Yahweh, provocaron a ira al Santo de Israel, se volvieron atrás ¿Por qué querréis ser castigados aún? ¿Todavía os rebelaréis? Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente. Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite".
=== El profeta Isaías llegó a abarcar con su labor ministerial un período amplio en el que gobernaron cuatro reyes notables, el primero, Uzías, ya partía, después de haber dado a Israel un gran desarrollo como nación; salvo en lo tocante a su intromisión en el sacerdocio, quedando leproso hasta su muerte por su conducta aberrante; dejando a Jotam, su hijo, como su reemplazante, quien continuara en la ruta positiva de su padre, pero no se impidió que el pueblo siguiera rindiendo culto en los lugares altos. Al reinar Acaz, se dio un vuelco impresionante, y fue uno de los reyes más perversos que tuvo la nación judía, atrayendo el castigo divino y la ruina, hasta que llegó al trono Ezequías. A Isaías le tocó estar en medio de todo esto, y al hacer el análisis del fluir nacional, hallamos lo que esta porción de la palabra nos testifica. Los lectores atentos notarán que el profeta enmarca a la nación dentro de una declaración que los ubica como un pueblo ingrato, llamando al cielo y la tierra como testigos de su bondad y fidelidad: "Crié hijos, y los engrandecí, y ellos se rebelaron contra mí". Esta descripción de la comunión entre Dios y su pueblo, rota por la rebelión, pinta de cuerpo entero la naturaleza díscola de los bendecidos malagradecidos.
=== Al mencionar al buey y al asno, bestias domésticas que se mantienen fieles a sus propietarios durante todo el tiempo de su servicio útil, y aun más allá, quiere destacar que la rebeldía de la nación hebrea es producto del desacato y el desinterés por mantener la comunión célico-pedestre, que era la que les traía la bendición y el progreso, la salud y el bienestar; dándoles la pujanza, el poder, las victorias y la paz que se disfrutara; eligieron secreta y particularmente mantener su comunión con otros dioses, en una especie de veneración paralela que Yahweh tenía prohibida desde el principio: "NO TENDRÁS dioses AJENOS DELANTE DE MÍ", reservando toda adoración exclusivamente para él; y este ha sido siempre el motivo principal por el cual la nación hebrea se ha visto alejada del Padre, y en continuas crisis y apostasías que revocaran todo el bienestar que había sido sobre ellos en tiempos de fidelidad. ¿Qué podía ser más perfecto que aquella comunión que les diera todo el solaz que precisaran sus corazones? Y el Señor añade que su pueblo NO ENTIENDE (manera llana y simple en que la obediencia a la voluntad divina es la causante directa de su bienestar y dicha nacional), y que NO TIENE CONOCIMIENTO; esto ya es el negarse enfáticamente a reconocer que LA RELACIÓN CON LA DEIDAD, Y SU FUSIÓN CON ELLA ES LA QUE SE TRADUCE EN SU GLORIA Y FELICIDAD COMO NACIÓN ESCOGIDA.
=== Desde el verso 4 hasta el 6, el Señor descubre los corazones de sus escogidos, y este es el diagnóstico:
(1) Gente pecadora (habituada al mal);
(2) Pueblo cargado de maldad (esto es el persistir en lo malo sin arrepentirse a pesar de las amonestaciones);
(3) Generación de malignos ( ya no son algunos, sino todos los que están incursos en esto, como una casta perversa);
(4) Hijos depravados (gente echada a perder y digna de condenación).
(5) Dejaron a Yahweh, y provocaron su ira al ofender su naturaleza santa, volviéndose atrás (refiriéndose esto último al panorama redentivo, el cual desecharon con su actitud y con su obstinación para perderse irremisiblemente).
Los versos siguientes sintetizan la condición hebraica, habiendo llegado a convertirse en algo pútrido y detestable al máximo, no habiendo atendido a su trágica condición ni con los primeros auxilios. La gracia divina tendría que hacerse cargo de esta devastación.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 23/07/2019 MENSAJE # 3213
NUESTRO PADRE CELESTIAL NOS HACE NOTAR LA CONDICIÓN DE LA NACIÓN ESCOGIDA Y LA NECESIDAD DE SU INTERVENCIÓN PARA TRAER NUEVAMENTE ANTE SÍ, TRAS UNA DRAMÁTICA Y TREMENDA RESTAURACIÓN A CADA UNO DE LOS INTEGRANTES DE LA MISMA INTIMÁNDOLOS AL ARREPENTIMIENTO Y A UNA VIDA DE SANTIDAD QUE RESULTARÁ DEL TAL.
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