domingo, 2 de octubre de 2016

EL AMOR FRATERNAL NO ES UN BIEN APROVECHABLE POR LOS OCIOSOS Y SIN FRUTO QUE SE CONVIERTEN EN UNA CARGA PERENNE Y SIN SOLUCIÓN; SINO EN UN GOZO POR LA AYUDA MUTUA, CONTRIBUYENDO LOS UNOS CON LOS OTROS PARA DESAPARECER LA NECESIDAD, MOSTRAR GOZOSAMENTE EL AMOR FRATERNAL, Y ADEREZAR NUESTROS CORAZONES DELANTE DEL PADRE, QUIEN SE GOZARÁ DE RESPONDER A CADA ORACIÓN QUE BROTE DE NOSOTROS EN CONFORMIDAD CON SU PLAN Y PROPÓSITO. QUE NUESTRA FE EN CRISTO JESÚS SEA SIN ACEPCIÓN DE PERSONAS, LLEVANDO LAS NECESIDADES CORPORATIVAS COMO UNA CARGA QUE NOS INSTA A CONTRIBUIR A LA COBERTURA DE NUESTRAS NECESIDADES REALES, Y AL MEJORAMIENTO SUSTANTIVO DE LA GREY.

LIMA - PERÚ  DOMINGO 02 DE OCTUBRE DEL 2016

COMENTARIO EXEGÉTICO DE PRIMERA DE JUAN.

Primera de Juan 3:17-24.

"Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él? Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad. Y en esto conocemos que somos de la verdad, y aseguraremos nuestros corazones delante de él; pues si nuestro corazón nos reprende, mayor que nuestro corazón es Dios, y él sabe todas las cosas. Amados, si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios; y cualquiera cosa que pidiéramos la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de él. Y este es el mandamiento: Que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y nos amemos unos a otros como nos lo ha mandado. Y el que guarda sus mandamientos, permanece en Dios, y Dios en él. Y en esto sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado".

*** Introducción.- Ya establecidos en la norma divina: Justicia + Amor fraternal, como sello de nuestra identificación, avanzamos en el claro contexto de lo que Jesús declarara, que nos amemos unos a otros. Al mencionar a Caín, Juan nos propone la antítesis de lo que un creyente verdadero lleva en su corazón. Las obras malas son el producto de lo que albergamos dentro bajo una falsa percepción de los hechos, un absurdo engreimiento.y el engaño de nosotros mismos. El rechazo del mundo no debe extrañarnos ni aturdirnos; al atravesar el muro invisible que nos hace pasar de muerte a vida, el amor fraternal hace notoria nuestra nueva naturaleza, la misma que sólo sabe impartir la vida que en ella gobierna, viendo el homicidio como algo que identifica a Satán; mientras que a los hijos de Dios nos satura el amor, poniendo lo que tenemos a la disposición de todos, incluso nuestra existencia.

*** (1Jn.3:17) El trato afable, cortés y decoroso, debe estar "aderezado"con una dosis de solidaridad que puede tocar nuestro tiempo, nuestra economía, nuestro desinterés, y requerir de nosotros una ayuda para cubrir ciertas necesidades a nivel fraternal; algo que no faltará; hemos de abrirnos a esa posibilidad contribuyendo de la manera indicada. El amor no solamente es alojable en los corazones; sino también demostrable, llamándonos al desprendimiento, la benignidad y la tolerancia; siendo allí donde se prueba la calidad de nuestro amor fraternal.

*** (1Jn.3:18) Las frases bonitas y alegóricas no deben quedarse sólo en lo lírico, habiendo de ser esenciadas con valores y cosas prácticas. Nuestros hechos y nuestras contribuciones, sean estas constantes o eventuales, son el testimonio más claro de que nos amamos en el Señor. Hemos de contribuir entre nosotros hasta que la necesidad sea algo que desaparezca de nuestra iglesia y de nuestro vocabulario. Dios no nos llama a mantener gente ociosa. ¿Qué necesita un ocioso? ¿Comida, ropa, calzado, hospedaje? ¡No! ¡Necesita trabajar!

*** (1Jn.3:19-20) Si vamos a conocer que somos de la verdad, nuestros corazones serán asegurados en él. Somos, pues, impulsados a la ayuda MUTUA, y no a alimentar parásitos. ¿Te ha pasado que seas reprendido por tu propio corazón debido a la charla de un mantenido con su elocuencia; o un descarado con su impudicia y haraganería; o de un predicador que sólo sabe pedir dinero como único don? Bueno, mayor que nuestro redargüido corazón por la boca de los estafadores, engañadores y timadores de este siglo, es Dios mismo, quien te hará saber dónde hay necesidad, y dónde ociosidad y repudio a ganarse el pan con el sudor de su frente.

*** (1Jn.3:21-22) El tener un corazón que no nos reprende, nos da más confianza en el Señor, pudiendo acercarnos a él con nuestras peticiones correctas y conformes a su palabra; y aquí incluimos a los dadores profesionales, y a los pedigüeños, cuando han salido de su aturdimiento, y le dan al Padre toda la gloria, haciendo oraciones equivalentes a lo que él buenamente ofrece en su palabra. Es por eso que Juan nos advierte que conseguiremos los dones divinales porque guardamos sus mandamientos, y en eso no hay misterio; porque cuando esto es así, obramos lo que a él le agrada, complaciéndose el Padre en darnos lo que precisamos para nuestra dicha confesional.


*** (1Jn.3:23-24) ¿Y hay algún mandamiento en especial en el que Dios quiere que andemos? Sí, lo hay: Que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo: Jesús, el que salva a su pueblo de sus pecados (Mt.1:21); y cuando se le preguntó que debían hacer para poner en práctica las obras de Dios, el dijo: "...Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado" (Jn.6:29), y lo siguiente, es lo que se viene refiriendo verso tras verso: que nos amemos unos a otros como él lo ha mandado (Jn.13:34; 15:12,17). Luego, Juan argumenta que el que permanece en Dios es el que guarda sus mandamientos, y es por eso que Dios permanece en él. ¿Y qué certificado tenemos de que esto es así? El hecho innegable de ser habitados y controlados por el Espíritu Santo.


EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA   02/10/2016

1 comentario:

  1. NUESTRA FE EN EL SEÑOR JESUCRISTO, Y LA VIGENCIA DEL AMOR FRATERNAL A NIVEL CONGREGACIONAL, SON DOS MARCAS DEFINITIVAS EN CUANTO A NUESTRA IDENTIFICACIÓN COMO HIJOS DE DIOS. UNA IGLESIA RESPONSABLE CUIDARÁ QUE ESTAS COSAS SEAN UNA CONSTANTE EN SU CONTINUO FLUIR COMO HIJOS DE DIOS, Y COMO EL CUERPO DE CRISTO.

    ResponderEliminar