martes, 4 de octubre de 2016

EL PRECIOSO HABER DEL AMOR DIVINO FLUYENDO Y MOVIÉNDOSE EN NOSOTROS ES COMPARTIDO POR JUAN. ESTE AMOR (ÁGAPE) VINO DESDE ARRIBA, FUE PUESTO EN NOSOTROS, Y DERIVADO A OTROS EN LA FORMA DE AMOR FRATERNAL, RECONOCIÉNDONOS COMO LA FAMILIA DE DIOS. SI A NIVEL PERSONAL, NO HEMOS RECIBIDO EL AMOR DE NUESTROS PADRES O DE NUESTROS PRÓJIMOS, EL AMOR DIVINO NOS PERMITE DISFRUTAR DE ÉL EN TAL FORMA QUE YA NO NOS DETENEMOS EN LAS TRABAS EMOCIONALES, SINO QUE BRINDAMOS A OTROS LO QUE ANTES NOS FALTABA Y QUE HOY ABUNDA EN NOSOTROS. ES LINDO SENTIRSE AMADO, Y EL PODER AMAR COMO DIOS NOS AMA.

LIMA - PERÚ  MARTES 04 DE OCTUBRE DEL 2016

COMENTARIO EXEGÉTICO DE PRIMERA DE JUAN

Primera de Juan 4:7-13


"Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios, porque Dios es amor, en esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados. Amados, si Dios nos ha amado así, debemos amarnos también nosotros unos a otros. Nadie ha vito jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros. En esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu".

*** Introducción.- Tras haber sido conminados a probar los espíritus para saber si son de Dios o no, el apóstol nos advirtió de la cantidad enorme de falsos profetas que pululaban en el mundo desde aquel entonces. A continuación nos dio las pautas para identificar a los espíritus sobre la base de su confesión. Así, si reconocía la venida del Señor en carne, provenía de Dios; si no, era el espíritu del anticristo. tras revelarlo, nos habló de nuestro cántico de victoria, y de la fortaleza irrebatible del que es más fuerte que el diablo. El mundo desoirá la verdad, prefiriendo siempre las cosas de este siglo. Así es como conocemos el espíritu de verdad y el de error.


*** (1Jn.4:7) La línea preferida de Juan es el insistir acerca del amor fraternal, porque el amor ágape es de Dios. Aquellos que han sido bendecidos por el amor divino, no pueden evitar sentir su gloriosa influencia neocreacional, indicando con ello que conocen a Dios. Cuando te sientes amado, y lo disfrutas muy íntimamente, tornándote tierno, afable y afectivo con otros, porque la carga de amor que Dios comparte contigo excede tu cupo sentimental, desbordándose para el prójimo en formas diversas y gloriosas.

*** (1Jn.4:8) El desamor, es propio de quien no ha conocido el verdadero amor divino;y nadie imparte lo que no tiene, ni conoce, ni ha recibido. Si no lo recibimos, es porque lo hemos rechazado, no porque no se nos haya impartido gratuita y bondadosamente (Jn.3:16,19-21). Si conocemos ese sentimiento sublime del amor (ágape), ese es nuestro primer contacto con la Deidad, abarcándolo todo en un modo sublime e irresistible. Gracias, Padre, por despertarnos al sublime sentimiento del amor (ágape) el cual puede manifestarse filialmente.

*** (1Jn.4:9) El sublime amor de Dios para con nosotros, evidenciando su naturaleza en esa área, tuvo que ver con el envío que nos hizo en el Verbo antropomorfizado como una dádiva para toda la humanidad, impartiéndonos por su obrar la vida genérica que corresponde a los renacidos, y que Juan identifica con esta expresión clásica en él: "...Para que vivamos por él". La vida, pues, en su sentido más amplio, fue revelada en la naturaleza Verbal del Hijo de Dios.

*** (1Jn.4:10) La esencia misma del amor no tiene su base aquí abajo, sino allá arriba. El amor en nosotros aparece como un eco al divino sentir, y él tomó ventaja sobre nosotros sabiendo que nuestra característica como raza caída era EL AMOR PROPIO, el mismo que solamente ama lo que le gusta, gratifica y satisface, y que únicamente sabe querer todo para sí; dar, no está en su intento ni en su vocabulario. Es por eso que la calidad del amor divino es tan intenso, que no puede sino inundar nuestros corazones con aquella sensación tan extraña que nos lleva de ida y vuelta a donde él está; y fue por eso que envió a su Hijo con una visión de reembolso (He.2:10). Cada una de las asignaciones que tuviera Jesús había de ser cumplida, y si él había de ser la propiciación por nuestros pecados era para favorecer nuestro contacto con el Señor del único modo que era posible, en calidad de redimidos, como gente que había recibido el divino favor, y sí, este es su amor desbordado para con todos.

*** (1Jn.4:11) Y es por eso que entendemos esta petición del apóstol Juan, al llamarnos una vez más AMADOS, arguyendo que SI DIOS NOS HA AMADO ASÍ, debemos también nosotros amarnos unos a otros ¿por qué? Porque el amor divino tiende a trascender, y así como una fuente no se está quieta, y salta desde su ubicación salpicando a otros, esta es la magia del amor, que se extiende hasta empapar las superficies y hacerlas productivas. El amor no se reproduce guardándolo o mezquinándolo, sino compartiéndolo con otros donde estén. Si echas tu pan sobre las aguas, después de muchos días lo hallarás (Ec.11:1).

*** (1Jn.4:12) Con esta frase del apóstol muchos nos sorprendemos, pero la mención no es nueva, porque ya Jesús nos había revelado que lo que le permitiría ver a Dios en nosotros a la gente, era que nos amaríamos unos a otros (Jn.13:34-35). Ser un discípulo de Cristo, es ser un aprendiz de Dios mismo; de allí lo importante de una buena representación, y de permitir que la gente pueda ver un reflejo de la presencia divina en nosotros. La permanencia de Dios en nosotros, es confirmada por el amor filial, y ello indica que el amor divino se ha perfeccionado en nosotros; esto es, que ha alcanzado su nivel más idóneo.

*** (1Jn.4:13) La presencia del Espíritu Santo en nosotros; no en forma figurativa, sino significativa y expeditiva, estando en nosotros, con nosotros y sobre nosotros, es la evidencia más firme de nuestra relación con la Deidad, quien habrá hecho de nosotros su habitación, revelando que nos habita por el fruto espiritual pertinente.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA   04/10/2016

1 comentario:

  1. JUAN NOS PERMITE CONOCER AÚN MÁS PROFUNDAMENTE EL POR QUÉ INSISTE TANTO EN EL AMOR FRATERNAL, HACIÉNDONOS VER EL TREMENDO SIGNIFICADO QUE ESTE TIENE, PARA MOSTRAR A OTROS LA REALIDAD HABITACIONAL DEL ESPÍRITU SANTO EN LAS VIDAS DE LOS QUE CONFORMAN LA FAMILIA DE DIOS

    ResponderEliminar