lunes, 3 de octubre de 2016

LAS DIMENSIONES ESPIRITUALES HAN DE SER ENTENDIDAS Y DISCERNIDAS POR EL ESPÍRITU EN LOS HIJOS DE DIOS, Y EL APÓSTOL NOS ACONSEJA EL MOVERNOS SIEMPRE EN ESPÍRITU Y VERDAD, PARA NO SER CONFUNDIDOS O ENGAÑADOS POR EL ENEMIGO DE NUESTRAS ALMAS, MANTENIÉNDONOS EN EL CONTEXTO DE LA VERDAD REVELADA RESPECTO AL VERBO DE DIOS, Y SU TRABAJO DE AMOR PARA CON NOSOTROS.

LIMA - PERÚ  LUNES 03 DE OCTUBRE DEL 2016

COMENTARIO EXEGÉTICO DE PRIMERA DE JUAN

Primera de Juan 4:1-6.

"Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo. En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo. Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo. Ellos son del mundo; por eso hablan del mundo, y el mundo los oye. Nosotros somos de Dios; el que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el espíritu de verdad y el espíritu de error".

*** Introducción.-  El apóstol Juan nos ha llevado a reconocer que el amor fraternal debe ser demostrado, y no solamente guardado como algo gratificante, pues es para ser compartido con nuestros hermanos en la fe, y aun con los extraños al compartirles nuestra fe con palabra y poder. La mezquindad es un síntoma claro del amor ausente, el cual puede ser blasonado como si fuera real y glorioso, pero no tiene las obras correspondientes, pues la fe opera por el amor (Gá.5:6). El fraternal obrar por el amor da testimonio de lo que abunda en nuestros corazones. hemos de crecer hasta el nivel que nuestro corazón no nos reprenda, pudiendo solicitar de Dios todo lo necesario porque guardamos sus mandamientos. Así, al creer en el nombre del Hijo de Dios, y amarnos mutuamente como ordenó el Señor, la presencia y vigencia del divino obrar en nosotros, y a favor nuestro, se revelará ampliamente, adicionando su sentido de permanencia en nosotros por el Espíritu Santo que él nos compartiera.

*** (1Jn.4:1) Establecidos en nuestra condición de hijos de Dios, y funcionando por el Espíritu, somos llamados a no pecar de incautos en nuestro espiritual fluir, asiéndonos con todas nuestras fuerzas a la palabra de Dios, y a la capacidad adecuada para discernir nuestros contactos en ese ámbito. Así, el apóstol pasa de Hijitos, a Hermanos, y de allí, a Amados; para llamar nuestra atención acerca del hablar y obrar de los espíritus, los cuales han de ser probados conforme a la regla que se nos imparte, para saber su origen o procedencia, ya que muchos falsos profetas (manipuladores, adivinadores, impulsadores, orientadores maliciosos, engañadores, falsificadores) han salido por el mundo. No sólo actuaban en Jerusalén, sino también en todo lugar donde el evangelio hubiera incursionando con poder; no luchando de poder a poder, sino engatusando y timando a los creyentes novatos y a los inconstantes. El diablo cambia sus estrategias; pero nunca su propósito. El lobo pierde el pelo; nunca las mañas.

*** (1Jn.4:2) Y aquí se nos imparte esta palabra, para conocer al Espíritu de Dios como aquel que envía la comunicación mediante sus portavoces ungidos: Todo espíritu (nótese aquí el énfasis en el panorama espiritual donde los creyentes fluimos al andar por el Espíritu, y no en el animismo ni en la credulidad, áreas en las que podemos ser engañados con relativa facilidad), que CONFIESA QUE JESUCRISTO HA VENIDO EN CARNE, ES DE DIOS. Se trata de los redimidos reconociendo y ministrando con poder a su Redentor, del que Juan declarara que era en el principio, que lo oyeron, lo vieron, lo contemplaron y lo palparon, y de quien asegura que era la VIDA MANIFESTADA, LA VIDA ETERNA, LA CUAL ESTABA CON EL PADRE, Y SE NOS MANIFESTÓ (1Jn.1:1-2).

*** (1Jn.4:3) "Y todo espíritu QUE NO CONFIESA QUE JESUCRISTO HA VENIDO EN CARNE, NO ES DE DIOS; Y ESTE ES EL espíritu del Anticristo". Esto nos permite saber que lo que el diablo busca es hacernos pensar que la redención no se efectuó, que el Salvador programado por Dios nunca llegó (Gn.3:15, 21), y que él sigue siendo el dios de este siglo (2Co.4:3-4) (Véase 1Corintios 15). Pero la realidad de nuestra redención es tan clara, que el enemigo invirtió mucho en negarlo. Recordemos el rentado silencio de los guardias que custodiaban la tumba de Jesús, y lo que se dijo de todo ello (Mt.28:11-13), y el trabajo sistemático del clero judaico para acallar las voces que proclamaran en Jesús la vida de resurrección, base de la predicación apostólica sin la cual, carece de asidero sobrenatural y refrendo divinal. En el primer siglo, ya se tenía noticia de este espíritu del anticristo, y en el siglo XXI, existen todavía estos espíritus, vestidos con el efod judío, de sotana o de frac, o de atuendos merlinescos con signos gnósticos; habiendo llenado el mundo con sus mentiras de filosófico y religioso cuño.

*** (1Jn.4:4) Vuelve de nuevo el trato amoroso y paternal del apóstol, ratificando quiénes somos, y cómo cuando hay un sentido claro de pertenencia se tiene también una seguridad de victoria y triunfo sobre todo poder enemigo; ¿por qué? Porque mayor es el que está en nosotros, que el que está en el mundo; y esto nos habla de fuerzas dirimentes, de una ordalía en que solamente una de las fuerzas contendientes sale vencedora, y esa es la nuestra en el Señor Jesús.

*** (1Jn.4:5) Al referirse a los que tienen el espíritu del anticristo, los identifica como ellos, y su directa filiación con el presente siglo y con quien lo preside: Satán; y nótese que cuando ellos hablan del mundo (política, economía, gobierno, religión, etc.), son escuchados gozosamente por sus esbirros, y sus polarizados seguidores, quienes disfrutan de lo que produce LA MATRIX, y se niegan a aceptar su rol como creación divina redimida y restaurada; prefiriendo la eterna condena, solazándose ingenuamente en sus absurdos ideales y sus religiones mentirosas.

*** (1Jn.4:6) Este NOSOTROS, en contraposición a los ellos, nos califica y clasifica como: DE DIOS; señalando que quienes pertenecen al Señor están dispuestos a escuchar su palabra, y ser llenos de fe. Los que n o son de Dios, no nos oyen, ni desean contacto con las cosas de Dios y de su reino. Y esa desatención, ese rechazo al evangelio del reino y a su verdad eterna, nos identifica definitivamente. No hay posibilidad de confundir al espíritu de verdad, con sus cualidades específicas y debidamente descritas; y el espíritu de error, que aunque pueda tener los cuernos de un Cordero, hablará como Dragón (Ap.13:11).

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA   03/10/2016

1 comentario:

  1. EL APÓSTOL JUAN NOS PROPORCIONA UNA INFORMACIÓN VITAL RESPECTO AL ESPÍRITU DEL ANTICRISTO Y DE SUS MANIFESTACIONES EN DIVERSAS ÁREAS, CREZCAMOS CON UN MAYOR ENTENDIMIENTO RESPECTO A ESTAS COSAS, Y OBTENGAMOS VICTORIA SOBRE TODA FUERZA ENEMIGA.

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