LIMA - PERÚ SÁBADO 03 DE AGOSTO DEL 2019 MENSAJE # 3224
PRIMERA DE TESALONICENSES 1:2-7.
"Damos siempre gracias a Dios por todos vosotros, haciendo memoria de vosotros en nuestras oraciones, acordándonos sin cesar delante del Dios y Padre nuestro de la obra de vuestra fe, del trabajo de vuestro amor y de vuestra constancia en la esperanza en nuestro Señor Jesucristo. Porque conocemos, hermanos amados de Dios, vuestra elección; pues nuestro evangelio no llegó a vosotros en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo, y en plena certidumbre, como bien sabéis cuáles fuimos entre vosotros por amor de vosotros. Y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Señor, recibiendo la palabra en medio de gran tribulación, con gozo del Espíritu Santo, de tal manera que habéis sido ejemplo a todos los de macedonia y de Acaya que han creído".
=== El apóstol hace una apretada síntesis de todo lo acontecido con ellos al llegar a la capital de la provincia de Macedonia; Tesalónica. Como llegaría a constituirse en una norma en el paulino fluir, el primer lugar que visitaba era la sinagoga judía, donde gozara de una audiencia cautiva que aguardaba, ya fuera acostumbrada o excitada, según su expectativa, para oír atentamente la palabra de Dios y apuntar en sus corazones aquello que resultara esperanzador, o la buena nueva que les dijera que las promesas divinas habían llegado a cristalizarse, y que había llegado el tiempo de disfrutar de las bondades divinas que la gracia aquel día les comunicara, llenando los corazones de los asistentes hasta rebosar de gozo, y dándole a la descendencia de Abraham el cumplimiento de aquella promesa que los abrigara como la familia de Dios, siendo gratificados en extremo, recibiendo el testimonio de las Escrituras, y viendo las señales inherentes que corroboraban los poderes del siglo venidero. Hubo, pues, una efusión del poder divino, una confirmación de todas y cada una de las promesas que confirmaran como una realidad, aquella esperanza largamente acariciada y atesorada por el pueblo de Dios. Los tres sábados de aquel mes peculiar, sirvieron para revelar que el Cristo ya había llegado. Y la gente cuyo corazón ya estaba listo, creyó y se asimiló a las realidades neotestamentarias, promoviendo los celos de los judíos desfasados y recalcitrantes, causando un alboroto y una persecución que obligó a los apóstoles a salir de la ciudad (Hch.17:1-9).
=== Pablo pasa a describir el proceso divino entre los hermanos tesalonicenses, y el cómo su enseñanza, que siempre incluía esta tríada: La fe, la esperanza y el amor; la primera, para funcionar como la simiente o semilla que, implantada en sus corazones como una realidad tangible que hiciera en ellos su bastión; y luego, la esperanza, que permitía a esa fe hacerse cada vez más estable y firme, y más resuelta para la marcha a la gloria premunidos del poder que su fe les impartía; y cuando la carga es enorme, y la esperanza la dilata extremadamente, se constituye en el amor que se goza en compartir esa dádiva divina que sacia la sed de todos como un torrente que se llega a difundir por dondequiera que va, inundando los corazones de los que recepcionan el mensaje, y lo asimilan como lo que es: La poderosa palabra de Dios. Cada fase de esta tríada espiritual, al iniciarse, continuar y perfeccionarse, revela lo que los neocreyentes abrigan en sus corazones, confirmando la realidad de todo lo ministrado en las vidas de los que recibieron el mensaje, lo creyeron, lo asimilaron, y lo dan a conocer como una realidad que cautivara sus existencias; de allí su afán por compartirlo con los demás.
=== Pablo asume que la elección de los tesalonicenses se evidenciaba [por todo lo que Dios hiciera entre ellos. El evangelio tuvo tal impacto, que nadie pudo evitar que se hiciera trascendente. Y lo que causara entre los neoconvertidos una dicha singular, despertó también a los siervos de Satanás que, llevados de su celo religioso milenario la emprendieron contra los ministros llegados del exterior, y se pudo ver el rechazo, la hostilidad y el menosprecio de los que hasta hacía un tiempo llamaban hermanos a los que ahora vieran como enemigos. Pablo describe este rechazo como análogo al que sufrieran los creyentes jerosolimitanos, mostrando el judaísmo a ultranza su vena criminal, y su celo por sus tradiciones, no entendiendo que las mismas apuntaban a lo que en ese instante estaban viendo, y que podían gozar también si no se obduraban en su entendimiento. Pero todo ello no hizo sino servir a la propagación del evangelio por toda aquella región, fructificando para la gloria de Dios.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 03/08/2019 MENSAJE # 3224.
"Damos siempre gracias a Dios por todos vosotros, haciendo memoria de vosotros en nuestras oraciones, acordándonos sin cesar delante del Dios y Padre nuestro de la obra de vuestra fe, del trabajo de vuestro amor y de vuestra constancia en la esperanza en nuestro Señor Jesucristo. Porque conocemos, hermanos amados de Dios, vuestra elección; pues nuestro evangelio no llegó a vosotros en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo, y en plena certidumbre, como bien sabéis cuáles fuimos entre vosotros por amor de vosotros. Y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Señor, recibiendo la palabra en medio de gran tribulación, con gozo del Espíritu Santo, de tal manera que habéis sido ejemplo a todos los de macedonia y de Acaya que han creído".
=== El apóstol hace una apretada síntesis de todo lo acontecido con ellos al llegar a la capital de la provincia de Macedonia; Tesalónica. Como llegaría a constituirse en una norma en el paulino fluir, el primer lugar que visitaba era la sinagoga judía, donde gozara de una audiencia cautiva que aguardaba, ya fuera acostumbrada o excitada, según su expectativa, para oír atentamente la palabra de Dios y apuntar en sus corazones aquello que resultara esperanzador, o la buena nueva que les dijera que las promesas divinas habían llegado a cristalizarse, y que había llegado el tiempo de disfrutar de las bondades divinas que la gracia aquel día les comunicara, llenando los corazones de los asistentes hasta rebosar de gozo, y dándole a la descendencia de Abraham el cumplimiento de aquella promesa que los abrigara como la familia de Dios, siendo gratificados en extremo, recibiendo el testimonio de las Escrituras, y viendo las señales inherentes que corroboraban los poderes del siglo venidero. Hubo, pues, una efusión del poder divino, una confirmación de todas y cada una de las promesas que confirmaran como una realidad, aquella esperanza largamente acariciada y atesorada por el pueblo de Dios. Los tres sábados de aquel mes peculiar, sirvieron para revelar que el Cristo ya había llegado. Y la gente cuyo corazón ya estaba listo, creyó y se asimiló a las realidades neotestamentarias, promoviendo los celos de los judíos desfasados y recalcitrantes, causando un alboroto y una persecución que obligó a los apóstoles a salir de la ciudad (Hch.17:1-9).
=== Pablo pasa a describir el proceso divino entre los hermanos tesalonicenses, y el cómo su enseñanza, que siempre incluía esta tríada: La fe, la esperanza y el amor; la primera, para funcionar como la simiente o semilla que, implantada en sus corazones como una realidad tangible que hiciera en ellos su bastión; y luego, la esperanza, que permitía a esa fe hacerse cada vez más estable y firme, y más resuelta para la marcha a la gloria premunidos del poder que su fe les impartía; y cuando la carga es enorme, y la esperanza la dilata extremadamente, se constituye en el amor que se goza en compartir esa dádiva divina que sacia la sed de todos como un torrente que se llega a difundir por dondequiera que va, inundando los corazones de los que recepcionan el mensaje, y lo asimilan como lo que es: La poderosa palabra de Dios. Cada fase de esta tríada espiritual, al iniciarse, continuar y perfeccionarse, revela lo que los neocreyentes abrigan en sus corazones, confirmando la realidad de todo lo ministrado en las vidas de los que recibieron el mensaje, lo creyeron, lo asimilaron, y lo dan a conocer como una realidad que cautivara sus existencias; de allí su afán por compartirlo con los demás.
=== Pablo asume que la elección de los tesalonicenses se evidenciaba [por todo lo que Dios hiciera entre ellos. El evangelio tuvo tal impacto, que nadie pudo evitar que se hiciera trascendente. Y lo que causara entre los neoconvertidos una dicha singular, despertó también a los siervos de Satanás que, llevados de su celo religioso milenario la emprendieron contra los ministros llegados del exterior, y se pudo ver el rechazo, la hostilidad y el menosprecio de los que hasta hacía un tiempo llamaban hermanos a los que ahora vieran como enemigos. Pablo describe este rechazo como análogo al que sufrieran los creyentes jerosolimitanos, mostrando el judaísmo a ultranza su vena criminal, y su celo por sus tradiciones, no entendiendo que las mismas apuntaban a lo que en ese instante estaban viendo, y que podían gozar también si no se obduraban en su entendimiento. Pero todo ello no hizo sino servir a la propagación del evangelio por toda aquella región, fructificando para la gloria de Dios.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 03/08/2019 MENSAJE # 3224.
LA OBRA MINISTERIAL EN TESALÓNICA ESTUVO PLAGADA DE SEÑALES Y MARAVILLAS, Y ESTO HIZO QUE JUDÍOS Y PROSÉLITOS DEL JUDAÍSMO SE AGREGARAN EN UN BREVE LAPSO, CAUSANDO UNA EXPLOSIÓN ESPIRITUAL EN TODA MACEDONIA.
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