lunes, 28 de octubre de 2019

LA NATURALEZA TIERNA Y AFABLE DEL PADRE PUEDE SER LLEVADA HASTA UN CLÍMAX, CAMBIANDO SU BONDAD (POR CAUSA DEL PECADO Y LA MALDAD IMPENITENTES), EN IRA INALTERABLE ¿NOS GUSTA VER A PAPÁ ENOJADO? ¡CUIDADO CON ESA ACTITUD!

LIMA - PERÚ   MIÉRCOLES 14 DE AGOSTO DEL 2019    MENSAJE # 3235

NAHUM 1:2-3, 7-8

"Yahweh es Dios celoso y vengador; Yahweh es vengador y lleno de indignación; se venga de sus adversarios, y guarda enojo para sus enemigos. Yahweh es tardo para la ira y grande en misericordia, y no tendrá por inocente al culpable. Yahweh marcha en la tempestad y el torbellino, y las nubes son el polvo de sus pies ... Yahweh es bueno, fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en él confían. Mas con inundación impetuosa consumirá a sus adversarios, y tinieblas perseguirán a sus enemigos".

=== Esta es la visión de Nahum de Elcos sobre la nación asiria, exactamente sobre su capital: Nínive. ¡Cómo hubiera querido Jonás, cien años atrás, haber sido el portador de este mensaje, y haber filmado a colores la destrucción de los perversos habitantes de esta gran ciudad; se hubiera gozado con todo Israel, y con todas las ciudades circundantes! Pero quizá se pregunte el lector el por qué Dios habla de este modo tan extraño e impropio de él, pues su naturaleza afable y bondadosa era su característica más notable, siendo esto que leemos aquí el polo opuesto de su trato con la humanidad. La ira divina es el pasar al otro lado (eso significa la palabra ira en la lengua hebrea), el sentirse herido hasta el extremo, por que su amor ha sido desechado, y la infidelidad se ha tornado el estándar de la conducta de quienes le han rechazado. Sí, es el amor herido el que compulsa o empuja a la ira reaccionaria contra la traición; es que los celos, esa perturbación emocional intensa, y totalmente subjetiva, se levantan como el resultado del daño causado contra el amor, rebelándose contra la infidelidad, que es la razón para que la misma se desate de modo irreversible. La paciencia divina había actuado con anterioridad, perdonando a Nínive por su pasmosa cuota de maldad, perversión y brutalidad contra sus congéneres; no habiendo quien no la odie por sus atrocidades y abusos. Y si antes hubo una oferta para arrepentirse, en esta ocasión NO LA HABÍA.



=== La furia divina (había llegado a su colmo la paciencia del Padre), había dejado atrás la emoción, y clamaba por la acción, dada la impenitencia del pueblo asirio que no miraba la majestad de quien los castigaría punitivamente. Hago la mención de que la venganza, en su sentido escritural o bíblico no habla de represalias; sino de retribución. La primera es típicamente humana, y multiplica o exagera el rigor de sus acciones, hasta el paroxismo; la segunda, que es la divina retribución, no deja de lado la ley de la proporcionalidad, castigando la maldad conforme a la medida del daño inferido. De allí la ley del talión: ojo por ojo; diente por diente, etc. Porque si el propietario de un siervo, lo lesionaba, en un ojo, o en una pieza dental; se veía obligado a darle la libertad por ello; exigiendo el Padre que se cumpliera tal regla con todos (Éx.21:26-27). No sobredimensionemos ni la disciplina, ni el castigo divino, ni pongamos en nuestros corazones el odio y el rencor que nos llevan a excedernos y a ser infraternos. Las aplicaciones divinas siempre son a la medida del pecado o las maldades cometidas; no yendo más allá de ello.



=== En el verso 3, hallamos una mención que nos permite ver a Dios como alguien conmiserativo, longánime, y de gran disposición para perdonar a los que se arrepienten; pero que jamás asume la culpabilidad de la maldad como algo inexistente; y el mismo poder que se muestra a favor de los fieles, se puede tornar en ira para los infieles y malvados. La intimación profética es para que nadie considere al Señor como alguien de quien el malo puede burlarse, o manipularlo a su sazón. La sentencia divina declarada por el profeta hebreo no propone postergaciones ni olvidos. El juicio, como un acto divino, es algo extraño y desusado, no operando en  él como un sentir natural y espontáneo; pero hay condiciones bajo las cuales su ira es inevitable. Obsérvese esta declaración: Yahweh es bueno, fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en él confían. Mas con inundación impetuosa consumirá a sus adversarios, y tinieblas perseguirán a  sus enemigos. Nuestra actitud hacia él determinará que lado de su carácter queremos ver.


EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA   14/08/2019   MENSAJE # 3235.

1 comentario:

  1. LOS DOS LADOS DE TODA NATURALEZA CREADA NOS HACEN CONOCER LOS EXTREMOS DEL CARÁCTER QUE NOS IDENTIFICA. CUANDO PENSAMOS QUE DIOS TIENE UN SOLO LADO, NOS EQUIVOCAMOS, Y NOS COMPORTAMOS INDEBIDAMENTE. HABIENDO DE SER JUZGADOS EN CONFORMIDAD CON ELLO.

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