LIMA - PERÚ VIERNES 07 DE ABRIL DEL 2017 MENSAJE # 1678
COLOSENSES 1:4-6.
"Habiendo oído de vuestra fe en Cristo Jesús, y del amor que tenéis a todos los santos, a causa de la esperanza que os está guardada en los cielos, de la cual ya habéis oído por la palabra verdadera del evangelio, que ha llegado hasta vosotros, así como a todo el mundo, y lleva fruto y crece también en vosotros, desde el día que oísteis y conocisteis la gracia de Dios en verdad".
=== Después de saludar a los santos de Colosas, deseando que la gracia y la paz reposen sobre ellos (clásico del saludo apostólico paulino), él va a entrar en materia, apuntando a la fe real que actuara en aquellos hermanos, indicando la certeza de sus corazones y una convicción fuera de toda duda, y cómo ésta se tradujo en ellos en un amor manifiesto hacia sus hermanos en Cristo de otras localidades, además de la suya. Las realidades no tienen su base y su fluir en la ilusión de quienes pretenden que un conocimiento mental o un mero asentimiento intelectual bastan para considerarse parte de la unión corporativa, y tampoco en el territorio de las pasajeras emociones. las realidades neocreacionales tienen un efecto tripartito que se traduce en hechos visibles y trascendentes (Mr.2:3-5).
=== La esperanza tiene su bóveda particular en los cielos, implicando que es algo que aguarda por nosotros, así como nosotros aguardamos por ella (semejante a las promesas matrimoniales que unen a los corazones y personas comprometidas por una promesa mutua: la de él para ella; la de ella para él, manteniendo esta última la lámpara encendida hasta que el novio venga por ella). nada es tan vivaz como un sentimiento que aguarda en esperanza, y todos los que amamos y hemos amado, sabemos que es así. El ministro Epafras (v.7), fue quien en su momento llenó los corazones de los colosenses con esta expectativa mediante la ministración del evangelio del reino, la cual es signada por Pablo como VERDADERA, y que al llegar puntualmente a cada corazón, siendo creída, fructifica provechosamente.
=== El crecimiento de la Palabra en nosotros, implica la forma en la que la realidad espiritual nos comienza a invadir hasta saturarnos, pasando de ser un concepto con visos gloriosos, a constituirse en una realidad patente que nos llena como lo hiciera el Espíritu Santo allá en el Aposento alto, manifestándose en la forma que ya conocemos. El llevar fruto implica el reproducir la naturaleza que internamente nos bendice, produciendo una identidad que nos hace uno con él; y ello no fue algo mágico, sino algo programado por Dios debido a la correcta disposición del corazón y del oído dócil para recibir sana instrucción, y dar la cabal enseñanza con los refrendos del caso, disfrutamdo de la gracia divina en su exacta perspectiva. Y eso es lo que Pablo alaba y bendice en los hermanos colosenses. Es mi oración que todos mis lectores hayan tenido una experiencia parecida, y si no, la oferta sigue en pie, ¡Aprovéchenla!
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 07/04/2017 MENSAJE # 1678.
"Habiendo oído de vuestra fe en Cristo Jesús, y del amor que tenéis a todos los santos, a causa de la esperanza que os está guardada en los cielos, de la cual ya habéis oído por la palabra verdadera del evangelio, que ha llegado hasta vosotros, así como a todo el mundo, y lleva fruto y crece también en vosotros, desde el día que oísteis y conocisteis la gracia de Dios en verdad".
=== Después de saludar a los santos de Colosas, deseando que la gracia y la paz reposen sobre ellos (clásico del saludo apostólico paulino), él va a entrar en materia, apuntando a la fe real que actuara en aquellos hermanos, indicando la certeza de sus corazones y una convicción fuera de toda duda, y cómo ésta se tradujo en ellos en un amor manifiesto hacia sus hermanos en Cristo de otras localidades, además de la suya. Las realidades no tienen su base y su fluir en la ilusión de quienes pretenden que un conocimiento mental o un mero asentimiento intelectual bastan para considerarse parte de la unión corporativa, y tampoco en el territorio de las pasajeras emociones. las realidades neocreacionales tienen un efecto tripartito que se traduce en hechos visibles y trascendentes (Mr.2:3-5).
=== La esperanza tiene su bóveda particular en los cielos, implicando que es algo que aguarda por nosotros, así como nosotros aguardamos por ella (semejante a las promesas matrimoniales que unen a los corazones y personas comprometidas por una promesa mutua: la de él para ella; la de ella para él, manteniendo esta última la lámpara encendida hasta que el novio venga por ella). nada es tan vivaz como un sentimiento que aguarda en esperanza, y todos los que amamos y hemos amado, sabemos que es así. El ministro Epafras (v.7), fue quien en su momento llenó los corazones de los colosenses con esta expectativa mediante la ministración del evangelio del reino, la cual es signada por Pablo como VERDADERA, y que al llegar puntualmente a cada corazón, siendo creída, fructifica provechosamente.
=== El crecimiento de la Palabra en nosotros, implica la forma en la que la realidad espiritual nos comienza a invadir hasta saturarnos, pasando de ser un concepto con visos gloriosos, a constituirse en una realidad patente que nos llena como lo hiciera el Espíritu Santo allá en el Aposento alto, manifestándose en la forma que ya conocemos. El llevar fruto implica el reproducir la naturaleza que internamente nos bendice, produciendo una identidad que nos hace uno con él; y ello no fue algo mágico, sino algo programado por Dios debido a la correcta disposición del corazón y del oído dócil para recibir sana instrucción, y dar la cabal enseñanza con los refrendos del caso, disfrutamdo de la gracia divina en su exacta perspectiva. Y eso es lo que Pablo alaba y bendice en los hermanos colosenses. Es mi oración que todos mis lectores hayan tenido una experiencia parecida, y si no, la oferta sigue en pie, ¡Aprovéchenla!
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 07/04/2017 MENSAJE # 1678.
PABLO NOS DESCRIBE CÓMO ES QUE LA PALABRA HALLA ECO EN LOS CORAZONES DE LOS NEOCONVERTIDOS, CÓMO ESTA CRECE, Y CÓMO LA GRACIA PUEDE SER CONOCIDA EN TODA SU DIMENSIÓN POR QUIENES PRACTICAN LA SANA DOCTRINA.
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