LIMA - PERÚ DOMINGO 09 DE ABRIL DEL 2017 MENSAJE # 1682
PRIMERA DE TESALONICENSES 5:12-15.
"Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan; y que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su obra. Tened paz entre vosotros. También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis a los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos. Mirad que ninguno pague a otro mal por mal; antes seguid siempre lo bueno unos para con otros, y para con todos".
=== Esta porción de la epístola a los hermanos tesalonicenses nos revela que todo lo dicho sobre ellos en un inicio, era algo real en términos generales; mas al entrar en la intimidad del plano relacional, hallamos cosas que no podemos felicitar, sorprendiéndonos de cómo gente tan excelente (según las primeras referencias) podían tener estos déficits en su forma de ser y de pensar. Por ello hemos de persuadirnos de que la obra divina se realiza lenta y progresivamente en el trámite del trabajo regenerativo y renovador en que el Espíritu Santo entra a tallar en la vida individual de los miembros del cuerpo de Cristo que es la Iglesia. Del mismo modo que nosotros aprendemos en los colegios por lecciones, hasta que asimilamos la realidad general en la forma de un principio en el que hemos de movernos como personas que han aprendido y asimilado la enseñanza en su totalidad ¡Para eso son los exámenes!
=== Una de las primeras cosas de las que Pablo habla, es el hecho de reconocer a sus guías y mentores como gente que está trabajando para lograr el desarrollo de los miembros de la comunidad, y que nadie trabaja gratis, o por amor al arte, o porque no tiene nada mejor que hacer. El menosprecio por la autoridad y su servicio a la grey era una tara que Tesalónica mantenía consigo, pensando que eso era un obligado deber apostólico, y un derecho gratuito del que debieran gozar los que asistían a la congregación... ¡Y eso no es así! No lo fue en el antiguo pacto, ni tampoco lo es en el nuevo; y es por eso que el apóstol tiene que aclarar este punto para que los que lo sucedieran en la guianza de la comunidad tesalonicense, no tuvieran que pagar por servirle a los caraduras que moraran en la capital de la provincia de Macedonia. Lo que Pablo hizo fue una excepción a la regla divina; y no una nueva norma que impugnara el orden antiguamente establecido.Y no lo hizo así porque Dios lo coactara a hacerlo, sino porque no halló otra forma de conducirse con ese pueblo que estaba acostumbrado a tener todo por nada, y a ser "conducidos por fakires que vivían del aire". Por eso Pablo les exige:
1) El reconocimiento por su trabajo de amor (no de aplausos, sino de sustento y remuneración); 2) Su plano de autoridad local por su servicio utilitario;
3) La necesidad de someterse a ellos en cuanto a la enseñanza y guianza espiritual constante;
4) El valorarlos y amarlos debido a su dedicación a favor del entrenamiento y crecimiento eclesial de cada individuo.
=== El temperamento tesalonicense era muy díscolo y pleitista; de allí que Pablo les llamara la atención para que conservaran el vínculo de la paz, y un sosiego venido de arriba fuera el trato ideal entre todos ellos. A continuación, plantea ciertas rogativas:
(1) Que se amoneste a los ociosos (pecado helenista cultural de larga data... "Atila... A ti la chamba no te gusta); no dice que les rueguen o los feliciten o no los molesten; sino que los amonesten;
(2) Que alentéis a los de poco ánimo. Aparte de flojonazos, también desidiosos, indecisos y vacilantes ¡Dios Santo! A éstos, hay que alentarlos, motivarlos, despertarlos a la acción (la necesidad de un corneta que los desperece;
(3) Que sostengáis a los débiles (los flojos, normalmente son indecisos y siempre están cansados del cansancio mismo, de vivir, de holgazanear), y acusan un espíritu muy apocado cuando les toca entrar en acción, o ejecutar la voluntad divina, teniendo una conducta elusiva, llenando de excusas sus bocas, y decaimiento en su actitud. Y a continuación,
(4) El ser muy pacientes con ellos, hasta que las lentas laptops mentales obedezcan al start, y la lenta computadora comience a dar signos vitales referenciales.
=== Otro dilemita, era la ley del Talión, y la naturaleza vengativa (no necesariamente vindicativa) que primara en la conducta de estos hermanos macedonios, habiendo de trabajar arduamente para que su ira fuese al fin sosegada, aprendiendo a reprogramar nuestras mentes y corazones con una sana actitud, y no el buscar estar empatados, buscando luego el desempate, ¡Ay, Padre! Cuando asumimos una conducta regular, positiva y agradable, se estandariza con el tiempo, volviendo el lenguaje procaz, las actitudes violentas, y la malicia constante que nos llevara de la mano a pendencias, groserías y fatuidades; en una conducta regular que nos motive a cosas positivas, benéficas y disfrutables, entendiendo para qué nos hemos reunido como la Iglesia de Dios, gozando plenamente nuestra comunión con la Deidad y con nuestros hermanos en Cristo. El divino obrar del inicio estuvo lleno de gloria; pero el tiempo se encarga de probar nuestra fe en medio de nuestras relaciones con los demás, de modo que se evidencie que no fueron esas experiencias emociones pasajeras, sino la íntima impresión de la voluntad soberana del Padre escrita en nuestros corazones, y operando en nuestras vidas.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 09/04/2017 MENSAJE # 1682.
"Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan; y que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su obra. Tened paz entre vosotros. También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis a los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos. Mirad que ninguno pague a otro mal por mal; antes seguid siempre lo bueno unos para con otros, y para con todos".
=== Esta porción de la epístola a los hermanos tesalonicenses nos revela que todo lo dicho sobre ellos en un inicio, era algo real en términos generales; mas al entrar en la intimidad del plano relacional, hallamos cosas que no podemos felicitar, sorprendiéndonos de cómo gente tan excelente (según las primeras referencias) podían tener estos déficits en su forma de ser y de pensar. Por ello hemos de persuadirnos de que la obra divina se realiza lenta y progresivamente en el trámite del trabajo regenerativo y renovador en que el Espíritu Santo entra a tallar en la vida individual de los miembros del cuerpo de Cristo que es la Iglesia. Del mismo modo que nosotros aprendemos en los colegios por lecciones, hasta que asimilamos la realidad general en la forma de un principio en el que hemos de movernos como personas que han aprendido y asimilado la enseñanza en su totalidad ¡Para eso son los exámenes!
=== Una de las primeras cosas de las que Pablo habla, es el hecho de reconocer a sus guías y mentores como gente que está trabajando para lograr el desarrollo de los miembros de la comunidad, y que nadie trabaja gratis, o por amor al arte, o porque no tiene nada mejor que hacer. El menosprecio por la autoridad y su servicio a la grey era una tara que Tesalónica mantenía consigo, pensando que eso era un obligado deber apostólico, y un derecho gratuito del que debieran gozar los que asistían a la congregación... ¡Y eso no es así! No lo fue en el antiguo pacto, ni tampoco lo es en el nuevo; y es por eso que el apóstol tiene que aclarar este punto para que los que lo sucedieran en la guianza de la comunidad tesalonicense, no tuvieran que pagar por servirle a los caraduras que moraran en la capital de la provincia de Macedonia. Lo que Pablo hizo fue una excepción a la regla divina; y no una nueva norma que impugnara el orden antiguamente establecido.Y no lo hizo así porque Dios lo coactara a hacerlo, sino porque no halló otra forma de conducirse con ese pueblo que estaba acostumbrado a tener todo por nada, y a ser "conducidos por fakires que vivían del aire". Por eso Pablo les exige:
1) El reconocimiento por su trabajo de amor (no de aplausos, sino de sustento y remuneración); 2) Su plano de autoridad local por su servicio utilitario;
3) La necesidad de someterse a ellos en cuanto a la enseñanza y guianza espiritual constante;
4) El valorarlos y amarlos debido a su dedicación a favor del entrenamiento y crecimiento eclesial de cada individuo.
=== El temperamento tesalonicense era muy díscolo y pleitista; de allí que Pablo les llamara la atención para que conservaran el vínculo de la paz, y un sosiego venido de arriba fuera el trato ideal entre todos ellos. A continuación, plantea ciertas rogativas:
(1) Que se amoneste a los ociosos (pecado helenista cultural de larga data... "Atila... A ti la chamba no te gusta); no dice que les rueguen o los feliciten o no los molesten; sino que los amonesten;
(2) Que alentéis a los de poco ánimo. Aparte de flojonazos, también desidiosos, indecisos y vacilantes ¡Dios Santo! A éstos, hay que alentarlos, motivarlos, despertarlos a la acción (la necesidad de un corneta que los desperece;
(3) Que sostengáis a los débiles (los flojos, normalmente son indecisos y siempre están cansados del cansancio mismo, de vivir, de holgazanear), y acusan un espíritu muy apocado cuando les toca entrar en acción, o ejecutar la voluntad divina, teniendo una conducta elusiva, llenando de excusas sus bocas, y decaimiento en su actitud. Y a continuación,
(4) El ser muy pacientes con ellos, hasta que las lentas laptops mentales obedezcan al start, y la lenta computadora comience a dar signos vitales referenciales.
=== Otro dilemita, era la ley del Talión, y la naturaleza vengativa (no necesariamente vindicativa) que primara en la conducta de estos hermanos macedonios, habiendo de trabajar arduamente para que su ira fuese al fin sosegada, aprendiendo a reprogramar nuestras mentes y corazones con una sana actitud, y no el buscar estar empatados, buscando luego el desempate, ¡Ay, Padre! Cuando asumimos una conducta regular, positiva y agradable, se estandariza con el tiempo, volviendo el lenguaje procaz, las actitudes violentas, y la malicia constante que nos llevara de la mano a pendencias, groserías y fatuidades; en una conducta regular que nos motive a cosas positivas, benéficas y disfrutables, entendiendo para qué nos hemos reunido como la Iglesia de Dios, gozando plenamente nuestra comunión con la Deidad y con nuestros hermanos en Cristo. El divino obrar del inicio estuvo lleno de gloria; pero el tiempo se encarga de probar nuestra fe en medio de nuestras relaciones con los demás, de modo que se evidencie que no fueron esas experiencias emociones pasajeras, sino la íntima impresión de la voluntad soberana del Padre escrita en nuestros corazones, y operando en nuestras vidas.
NOS CONVIENE SOBREMANERA ESTAR ATENTOS A TODAS LAS INSTRUCCIONES DEL APÓSTOL, PUES ASÍ NUESTROS CORAZONES SON ENRIQUECIDOS Y CONVENCIDOS POR EL PODER DE LA PALABRA MISMA PARA AGRADAR A DIOS EN TODO LO QUE HACEMOS, MANTENIENDO NUESTRA FE AL TOPE, Y UNA PLENA CERTEZA DE LA ESPERANZA QUE ABRIGAMOS EN EL SEÑOR.
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