martes, 10 de diciembre de 2019

ANTES DE PARTIR AL CIELO EL SEÑOR LES HACE PRECISIONES A SUS DISCÍPULOS ACERCA DE LA OBRA FUTURA QUE A ELLOS COMPETÍA, AFINANDO LOS CONCEPTOS Y LOS PRECEPTOS PARA QUE TODO SEA HECHO CON LA DEBIDA EFICACIA. EL ESPÍRITU SANTO ES UNA PRIORIDAD PARA EL ENVIADO, Y UNA NECESIDAD PARA LOS RECEPTORES DE LA DOCTRINA.

LIMA - PERÚ   VIERNES 06 DE SETIEMBRE DEL 2019   MENSAJE # 3258

HECHOS 1:1-8.

"En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de las cosas que  Jesús comenzó a hacer y a enseñar, hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido; a quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca del reino de Dios. Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días, Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo? Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones que el Padre puso en su sola potestad; pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra

=== Lucas continúa en esta segunda parte con lo que refiriera en el evangelio que lleva su nombre, en el que se nos mostrara las cosas que Jesús comenzó a hacer y enseñar. El Señor no daba referencias aproximadas, ni dejaba un mecano desarmado para desarrollar nuestra imaginación según nuestro parecer. Él hacía (producía, armaba y ensamblaba las cosas de modo que los discípulos entendieran el cómo, y el por qué se hacían éstas, mostrando su propósito y sentido en todo). ¿Que había que hacer después de esta metódica y práctica enseñanza? Lo mismo que le  vieran hacer a él (v,1). Y este tratado comienza a mostrar cómo el Señor dejó a los apóstoles con las precisas consignas para ejecutar el cumplimiento de la gran comisión, dando los toques finales a sus discípulos acerca del reino de Dios, en un sumarísimo curso de cuarenta días que los pondría a punto para realizar satisfactoriamente su comisión, que tenía al mundo entero como su meta, según el verso 8. A todos ellos les dio MANDAMIENTOS por el Espíritu Santo, hasta que llegara el adecuado empoderamiento con el cumplimiento de la PROMESA DEL PADRE en un bendito y singular investimiento; revistiéndolos con el efod sacerdotal neotestametario que los indujera a evangelizar el mundo entero en el trámite de su generación, hace ya veintiún siglos. Sea que lo entendamos o no, somos el fruto del trabajo de amor de estos doce y de sus fieles sucesores hasta el sol de hoy.

=== Todas las ministraciones dadas en esos cuarenta días, los constituyó en hábiles administradores de los asuntos del reino,  su funcionalidad se echó de ver por la forma como la Iglesia de Dios llegó a forjar el Cuerpo de Cristo, la familia de Dios; con los costos que implicara esta solemne asignación. Jerusalén sería el punto nuclear, el eje del cual saldrían los mensajeros del reino, llevando consigo la autoridad, el poder y la gloria de su celeste revestimiento, con un empuje que podría ser resistido, vilipendiado, perseguido y blasfemado; pero que pasaría por encima de todo ello, avasallándolo; hasta ocupar el lugar que le correspondería en el plano histórico y profético, demostrando que el infierno no prevalecería contra ella. Sería la promesa del Padre lo que inauguraría la vida eclesial, impulsándola hacia su cenit. Las lecciones de vida, la metodología, el tiempo de preparación, el equipamiento necesario que preludiaran ese día singular, les hizo oír el disparo de partida con una claridad sonora tan notoria, que añadió tres mil almas en el día de Pentecostés a la familia de Dios. Y Jesús se refirió a Juan el Bautista como alguien que bautizara (empapara, sumergiera, identificara al receptor del mensaje haciéndolo uno con él); y del mismo modo el Verbo encarnado hacía notar que todo discípulo debía estar lleno de la presencia, vigencia y esencia de quien haría evidente la fusión de cielo y tierra en la individualidad de cada vaso escogido para cubrir la magna tarea de forjar la familia de Dios en una entidad corporativa y poderosa que vería la gloria de Dios en los próximos diez días.

=== Los apóstoles pensaban que el efecto regio sería inmediato, y no procesal; por esa conciencia inmediatista típica de la carne; no pensando en las generaciones, sino en su momentánea situación. Y el Señor los envía de regreso a su rol específico. revelándole que las cosas divinas tienen sus tiempos y sus sazones; y que así como va añadiendo los ingredientes para cocinar algo sabroso, se toma su tiempo para hacer un delicioso platillo, o un postre de gusto peculiar; así el Padre va añadiendo a su plan y propósito a los que eligiera con anticipación para cubrir su propósito en el trámite de las edades, añadiendo cada día a la iglesia a los que habían de ser salvos. El día que se reciba el poder de Dios (con la presencia y concurso del Espíritu Santo) los misterios y la curiosidad tendrían una respuesta madura y exacta, que los llevaría a ejecutar las ordenanzas, y a ver como una obediencia progresiva y continua iría diluyendo las prisas, y ubicándolos dentro del contexto de la voluntad divina, de modo que el propósito de la Deidad se obrara a su sazón en todas partes.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA    06/09/2019   MENSAJE # 3258

1 comentario:

  1. SIEMPRE LAS ÚLTIMAS PALABRAS DEL SEÑOR LLEVAN CONSIGO EL PESO ESPECÍFICO DE LO IMPERECEDERO E INALTERABLE. SI ESTAMOS ATENTOS A SUS CONSIGNAS, NUESTRA TAREA SERA HECHA CON SINGULAR EFICACIA.

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