LIMA - PERÚ LUNES 25 DE ABRIL DEL 2017 MENSAJE # 1712
NÚMEROS 14:1-4
"Entonces toda la congregación gritó, y dio voces; y el pueblo lloró aquella noche. Y se quejaron contra Moisés y contra Aarón todos los hijos de Israel; y les dijo toda la multitud: ¿Ojalá muriéramos en la tierra de Egipto; o en este desierto ojalá muriéramos! ¿Y por qué nos trae Yahweh a esta tierra para caer a espada, y que nuestras mujeres y nuestros hijos sean por presa? ¿No nos sería mejor volvernos a Egipto? Y decían el uno al otro: Designemos a un capitán y volvámonos a Egipto".
=== El informe dado por esa decena de espías sobre la tierra misma, era óptimo en lo concerniente a su belleza y productividad; pero al compartir acerca de sus habitantes, su complexión y estatura, y sus ciudades amuralladas; y la presencia de los hijos de Anac, hombres de casi tres metros, y cómo se veían a sí mismos ante ellos, era todo tan desolador y negativo, que puso en los corazones de los israelitas un espíritu de cobardía y de pánico que los llevó al paroxismo, llegando al llanto compulsivo, y empujándolos a la queja y la acusación contra sus delegadas autoridades. El efecto es inmediato, cuando dejamos de mirar a Dios como nuestra suprema esperanza, y pensamos en nuestra talla, complexión, biotipo, y nuestro potencial sin Dios; sólo queda el llanto y la desolación. Aquí debo acotar que Israel jamás venció a sus enemigos por su fortaleza física, su superior preparación militar, su destreza en las artes marciales, o su genial estrategia en el arte de la guerra; sino porque Yahweh se hacía cargo de generar entre sus oponentes tal temor, o el más alto grado de confusión y desesperanza entre los tales, que se podía confirmar la promesa divina: "Y perseguiréis a vuestros enemigos. y caerán a espada delante de vosotros. Cinco de vosotros perseguirán a ciento, y ciento de vosotros perseguirán a diez mil, y vuestros enemigos caerán a filo de espada delante de vosotros" (Lv.26:6-8); "Pues ha arrojado Yahweh delante de vosotros grandes y fuertes naciones, y hasta hoy nadie ha podido resistir delante de vuestro rostro. Un varón de vosotros perseguirá a mil; PORQUE YAHWEH VUESTRO DIOS ES QUIEN PELEA POR VOSOTROS, como él os dijo" (Jos.23:9-10). "¿Cómo podría perseguir uno a mil, y dos hacer huir a diez mil, si su Roca no los hubiese vendido, y Yahweh no los hubiera entregado (Dt.32:30)".
=== Los juegos mentales, o metodeia en griego, le siguen dando increíbles resultados al enemigo de nuestras almas; y en "ese partido" que se jugaba a la entrada de la tierra de promisión, los espías negativos iban ganando diez a dos, y remontar ese marcador adverso no era tan simple. Y la naturaleza lapidaria de los israelitas, les hizo saber a Josué y Caleb, que ellos no estaban dispuestos a oír nada en cuanto a la fe, y los ánimos se fueron a pique en lo concerniente al avance, desdeñando la herencia. Sintiendo lástima de si mismos, y un encono contra Dios y sus autoridades delegadas, dieron rienda suelta a los gritos, al clamor y al llanto, reclamándoles a Moisés y Aarón por este fiasco. Ninguno de aquellos ingratos recordó cómo salieron de Egipto. ni cómo llegaron hasta las puertas de Canaán; y haciendo gala de una bajísima autoestima, desearon morirse (debemos tener mucho cuidado con estas expresiones hechas en momentos de amargura, de dolor y de pesar; pues Dios las asume como peticiones u oraciones, y pudiéramos obtener lo que tememos, y lo que en un momento específico se convierta en nuestra más urgente petición, cumpliéndose la misma). Estas quejas fueron oídas por el Padre (y él odia las quejas y los reclamos altisonantes). En el verso 2 la queja fue contra Moisés y Aarón; pero en el verso 3, el asunto tomó un impulso vertical, juzgando al Padre como cruel e injusto al ponerlos en ese predicamento, asumiendo su actitud como un refinado sadismo que buscara divertirse a su costa. Cuando hablamos desde la cima de nuestro enojo, nos volvemos muy osados e irreverentes, intentando volver a la esclavitud de la que fuimos liberados. Las mentalidades estrechas son típicas de quienes no tienen más perspectiva, tornando al pecado de donde habían sido sacados con mauchas señales y milagros que nadie valora al estar enojados y desorientados.
=== Cuando se dicen algo unos a otros, y se sugieren salidas absurdas como la única posibilidad para asumir una nueva o una antigua perspectiva, todos hacen sus sugestiones, pero nadie quiere tomar la batuta. Ninguno de aquellos que hablaban, tenían una idea clara de cómo se había llegado hasta allí, y de haber retornado a Egipto,hubieran sido fácilmente eliminados por el camino de retorno, siguiendo posiblemente las rutas de las caravanas. Sin Dios, sin columna de nube ni fuego, sin Moisés ni Aarón; los que fueron guiados por el Padre bajo la protección y amparo del Señor, en aquella nube shekinah de transportación que los protegiera de todo en su peregrinación a la tierra de promisión. ¿Se haría cargo alguien para guiar seiscientos mil hombres de a pie (sin contar mujeres, niños y ganados, y bienes personales)?. Buscar un capitán para semejante consigna no era nada fácil, y nadie se animaba a coger ese rango. En nuestros corazones, aquellos que hemos sido conscientes de las demandas divinas para los santos, ¿no nos hemos sentido acobardados por semejante consigna? ¿No hemos querido tirar la toalla, y renunciar a continuar al lado de gente tan necia y obcecada? En semejantes circunstancias ha de primar el sentido común, la sensatez del caso, para no caer en una trampa mortal que hubiera podido acabar con la descendencia de los patriarcas. La necedad y la obduración no saben nada del sentido común, ni creen necesitarlo, hundiéndose en la desesperación del mar de la duda... ¿Quién quiere ser el capitán de esta hueste de desadaptados que quieren volver a su antigua esclavitud en una tierra destruida que les guarda rencor hace cuarenta años?
"Entonces toda la congregación gritó, y dio voces; y el pueblo lloró aquella noche. Y se quejaron contra Moisés y contra Aarón todos los hijos de Israel; y les dijo toda la multitud: ¿Ojalá muriéramos en la tierra de Egipto; o en este desierto ojalá muriéramos! ¿Y por qué nos trae Yahweh a esta tierra para caer a espada, y que nuestras mujeres y nuestros hijos sean por presa? ¿No nos sería mejor volvernos a Egipto? Y decían el uno al otro: Designemos a un capitán y volvámonos a Egipto".
=== El informe dado por esa decena de espías sobre la tierra misma, era óptimo en lo concerniente a su belleza y productividad; pero al compartir acerca de sus habitantes, su complexión y estatura, y sus ciudades amuralladas; y la presencia de los hijos de Anac, hombres de casi tres metros, y cómo se veían a sí mismos ante ellos, era todo tan desolador y negativo, que puso en los corazones de los israelitas un espíritu de cobardía y de pánico que los llevó al paroxismo, llegando al llanto compulsivo, y empujándolos a la queja y la acusación contra sus delegadas autoridades. El efecto es inmediato, cuando dejamos de mirar a Dios como nuestra suprema esperanza, y pensamos en nuestra talla, complexión, biotipo, y nuestro potencial sin Dios; sólo queda el llanto y la desolación. Aquí debo acotar que Israel jamás venció a sus enemigos por su fortaleza física, su superior preparación militar, su destreza en las artes marciales, o su genial estrategia en el arte de la guerra; sino porque Yahweh se hacía cargo de generar entre sus oponentes tal temor, o el más alto grado de confusión y desesperanza entre los tales, que se podía confirmar la promesa divina: "Y perseguiréis a vuestros enemigos. y caerán a espada delante de vosotros. Cinco de vosotros perseguirán a ciento, y ciento de vosotros perseguirán a diez mil, y vuestros enemigos caerán a filo de espada delante de vosotros" (Lv.26:6-8); "Pues ha arrojado Yahweh delante de vosotros grandes y fuertes naciones, y hasta hoy nadie ha podido resistir delante de vuestro rostro. Un varón de vosotros perseguirá a mil; PORQUE YAHWEH VUESTRO DIOS ES QUIEN PELEA POR VOSOTROS, como él os dijo" (Jos.23:9-10). "¿Cómo podría perseguir uno a mil, y dos hacer huir a diez mil, si su Roca no los hubiese vendido, y Yahweh no los hubiera entregado (Dt.32:30)".
=== Los juegos mentales, o metodeia en griego, le siguen dando increíbles resultados al enemigo de nuestras almas; y en "ese partido" que se jugaba a la entrada de la tierra de promisión, los espías negativos iban ganando diez a dos, y remontar ese marcador adverso no era tan simple. Y la naturaleza lapidaria de los israelitas, les hizo saber a Josué y Caleb, que ellos no estaban dispuestos a oír nada en cuanto a la fe, y los ánimos se fueron a pique en lo concerniente al avance, desdeñando la herencia. Sintiendo lástima de si mismos, y un encono contra Dios y sus autoridades delegadas, dieron rienda suelta a los gritos, al clamor y al llanto, reclamándoles a Moisés y Aarón por este fiasco. Ninguno de aquellos ingratos recordó cómo salieron de Egipto. ni cómo llegaron hasta las puertas de Canaán; y haciendo gala de una bajísima autoestima, desearon morirse (debemos tener mucho cuidado con estas expresiones hechas en momentos de amargura, de dolor y de pesar; pues Dios las asume como peticiones u oraciones, y pudiéramos obtener lo que tememos, y lo que en un momento específico se convierta en nuestra más urgente petición, cumpliéndose la misma). Estas quejas fueron oídas por el Padre (y él odia las quejas y los reclamos altisonantes). En el verso 2 la queja fue contra Moisés y Aarón; pero en el verso 3, el asunto tomó un impulso vertical, juzgando al Padre como cruel e injusto al ponerlos en ese predicamento, asumiendo su actitud como un refinado sadismo que buscara divertirse a su costa. Cuando hablamos desde la cima de nuestro enojo, nos volvemos muy osados e irreverentes, intentando volver a la esclavitud de la que fuimos liberados. Las mentalidades estrechas son típicas de quienes no tienen más perspectiva, tornando al pecado de donde habían sido sacados con mauchas señales y milagros que nadie valora al estar enojados y desorientados.
=== Cuando se dicen algo unos a otros, y se sugieren salidas absurdas como la única posibilidad para asumir una nueva o una antigua perspectiva, todos hacen sus sugestiones, pero nadie quiere tomar la batuta. Ninguno de aquellos que hablaban, tenían una idea clara de cómo se había llegado hasta allí, y de haber retornado a Egipto,hubieran sido fácilmente eliminados por el camino de retorno, siguiendo posiblemente las rutas de las caravanas. Sin Dios, sin columna de nube ni fuego, sin Moisés ni Aarón; los que fueron guiados por el Padre bajo la protección y amparo del Señor, en aquella nube shekinah de transportación que los protegiera de todo en su peregrinación a la tierra de promisión. ¿Se haría cargo alguien para guiar seiscientos mil hombres de a pie (sin contar mujeres, niños y ganados, y bienes personales)?. Buscar un capitán para semejante consigna no era nada fácil, y nadie se animaba a coger ese rango. En nuestros corazones, aquellos que hemos sido conscientes de las demandas divinas para los santos, ¿no nos hemos sentido acobardados por semejante consigna? ¿No hemos querido tirar la toalla, y renunciar a continuar al lado de gente tan necia y obcecada? En semejantes circunstancias ha de primar el sentido común, la sensatez del caso, para no caer en una trampa mortal que hubiera podido acabar con la descendencia de los patriarcas. La necedad y la obduración no saben nada del sentido común, ni creen necesitarlo, hundiéndose en la desesperación del mar de la duda... ¿Quién quiere ser el capitán de esta hueste de desadaptados que quieren volver a su antigua esclavitud en una tierra destruida que les guarda rencor hace cuarenta años?
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 24/04/2017 MENSAJE # 1712
LOS TIEMPOS DE DEFINICIÓN PONEN A PRUEBA LAS REALIDADES ESPIRITUALES EN LOS CORAZONES DE LOS CREYENTES, Y LAS DECISIONES QUE SE HACEN AD PORTAS DE LA TIERRA PROMETIDA NO TIENEN VUELTA DE HOJA. DIOS LO VE, Y LO JUZGA.
ResponderEliminar