LIMA - PERÚ VIERNES 21 DE ABRIL DEL 2017 MENSAJE # 1706
HEBREOS 10:1-4.
"Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan. De otra manera cesarían de ofrecerse, pues los que tributan este culto, limpios una vez, no tendrían ya más conciencia de pecado. Pero en estos sacrificios cada año se hace memoria de los pecados, porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados".
=== Los planos comparativos son muy útiles para hacer las contrastaciones del caso, y el panorama legalista de la perspectiva hebraica no tendía a solucionar los problemas morales, filiales y espirituales del pueblo judío; sino que se limitaba a postergar el juicio, dándole a la carne religiosa una nueva opción...¿Para ver si en esta ocasión lo podían hacer mejor? ¡No!, sino para entender que la ley no podía hacer otra cosa que definir lo malo, describir el pecado, tipificarlo, y mostrar nuestra incapacidad para satisfacer la justicia divina, precisándose de un nuevo sacrificio que borrara el déficit temporalmente. La renovación religiosa iba a durar lo que las buenas intenciones de cada quién en su esfuerzo por alcanzar la complacencia divina que se solicitara allá en el Sinaí, y que tan precipitadamente aceptaran porque les parecía extremadamente fácil... y fue el tiempo lo que les hizo ver la necesidad de los continuos sacrificios, hasta que todo ello hubiera de ser reformado, o de cambiar las cosas como refiere la versión Dios habla hoy (He.9:10).
=== Cuando se nos habla de sombras o siluetas, se apunta a una imagen que la proyecta, lo cual nos hace saber de un plano real que está proyectando todo esto, hasta que el Señor considere que ha llegado el momento de mostrar aquella realidad invariable que define los hechos según lo regulado por la Deidad, pasando del plano representativo al definitivo, que no admite cambios para más adelante. Los animales que se sacrificaban, los gestos litúrgicos, los intentos, y los propósitos de enmienda; eran el endeble andamiaje que sostenía la religión de formas, símbolos y ritos ceremoniales. Pero las conciencias entendían que no podía dársele crédito a las promesas hechas a sí mismos, a los demás, a Dios; siendo todo ello una quimera que buscara tranquilizar las mentes y el buen deseo de los practicantes de este culto, que miraban todo esto como un misterio que había de forjarse con la imaginación, manteniéndose el mismo cubierto con un manto de hipocresía religiosa denominado santidad ceremonial. Esa sensación legalista sigue siendo un tropiezo para los que no asimilamos aún el valor del sacrificio único y final de nuestro Señor Jesucristo como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, y nuestras conciencias no se sienten satisfechas, porque el manto imaginario de la culpa es sostenido por el diálogo del enemigo con nuestra mente no renovada, la cual le presta oídos, viviendo en una constante condenación que, por falsa, nunca debiera ser considerada... Pero dile eso a los creyentes, y a ver con qué te salen para justificar sus culpas y minimizar el valor de la preciosa sangre de Jesús, a la que consideran insuficiente para borrar las manchas de sus pecados, en una blasfema actitud.
=== Lo repetitivo de dichos sacrificios, como el repetir oraciones del culto taoísta del oriente, el cual dice Jesús que no es ninguna seguridad de que seremos oídos por la Deidad; porque él no quiere rezos ni palabras repetitivas (Mt.6:7); sino el cubrimiento de su voluntad. Si los cultos repetitivos tuvieran valor real, no requerirían repetirse vez tras vez; mostrando su ineficacia al no liberar nuestras conciencias. Aquí tengo que acotar: ¿Son nuestras oraciones al Padre algo concreto y cierto desde la perspectiva de lo que el nuevo pacto revela? ¿O lo decimos ante otros para sentirnos mejor con nosotros mismos, llevando por dentro nuestra procesión? ¿O nos engañamos a nosotros mismos al hacer una falsa profesión de fe con oraciones inorgánicas de gran belleza retórica y lírica, pero totalmente vacías del contenido real que sólo la verdadera convicción posee? Los sacrificios repetitivos nos demuestran que nuestra fe está pagando sus cuotas a plazos; y cuando estas continúan sin tregua ni descanso, estamos dando por hecho que el sacrificio de Jesús es insuficiente para borrar las culpas verdaderas y las imaginarias. Y hay algo que el autor afirma aquí: "La sangre de los toros y los machos cabríos NO PUEDEN QUITAR LOS PECADOS"; y fue por eso que Dios le proporcionó al Cordero un cuerpo sin pecado para hacer su voluntad y obtener la eterna redención... ¡Nunca olvides eso!
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 21/04/2017 MENSAJE # 1706
"Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan. De otra manera cesarían de ofrecerse, pues los que tributan este culto, limpios una vez, no tendrían ya más conciencia de pecado. Pero en estos sacrificios cada año se hace memoria de los pecados, porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados".
=== Los planos comparativos son muy útiles para hacer las contrastaciones del caso, y el panorama legalista de la perspectiva hebraica no tendía a solucionar los problemas morales, filiales y espirituales del pueblo judío; sino que se limitaba a postergar el juicio, dándole a la carne religiosa una nueva opción...¿Para ver si en esta ocasión lo podían hacer mejor? ¡No!, sino para entender que la ley no podía hacer otra cosa que definir lo malo, describir el pecado, tipificarlo, y mostrar nuestra incapacidad para satisfacer la justicia divina, precisándose de un nuevo sacrificio que borrara el déficit temporalmente. La renovación religiosa iba a durar lo que las buenas intenciones de cada quién en su esfuerzo por alcanzar la complacencia divina que se solicitara allá en el Sinaí, y que tan precipitadamente aceptaran porque les parecía extremadamente fácil... y fue el tiempo lo que les hizo ver la necesidad de los continuos sacrificios, hasta que todo ello hubiera de ser reformado, o de cambiar las cosas como refiere la versión Dios habla hoy (He.9:10).
=== Cuando se nos habla de sombras o siluetas, se apunta a una imagen que la proyecta, lo cual nos hace saber de un plano real que está proyectando todo esto, hasta que el Señor considere que ha llegado el momento de mostrar aquella realidad invariable que define los hechos según lo regulado por la Deidad, pasando del plano representativo al definitivo, que no admite cambios para más adelante. Los animales que se sacrificaban, los gestos litúrgicos, los intentos, y los propósitos de enmienda; eran el endeble andamiaje que sostenía la religión de formas, símbolos y ritos ceremoniales. Pero las conciencias entendían que no podía dársele crédito a las promesas hechas a sí mismos, a los demás, a Dios; siendo todo ello una quimera que buscara tranquilizar las mentes y el buen deseo de los practicantes de este culto, que miraban todo esto como un misterio que había de forjarse con la imaginación, manteniéndose el mismo cubierto con un manto de hipocresía religiosa denominado santidad ceremonial. Esa sensación legalista sigue siendo un tropiezo para los que no asimilamos aún el valor del sacrificio único y final de nuestro Señor Jesucristo como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, y nuestras conciencias no se sienten satisfechas, porque el manto imaginario de la culpa es sostenido por el diálogo del enemigo con nuestra mente no renovada, la cual le presta oídos, viviendo en una constante condenación que, por falsa, nunca debiera ser considerada... Pero dile eso a los creyentes, y a ver con qué te salen para justificar sus culpas y minimizar el valor de la preciosa sangre de Jesús, a la que consideran insuficiente para borrar las manchas de sus pecados, en una blasfema actitud.
=== Lo repetitivo de dichos sacrificios, como el repetir oraciones del culto taoísta del oriente, el cual dice Jesús que no es ninguna seguridad de que seremos oídos por la Deidad; porque él no quiere rezos ni palabras repetitivas (Mt.6:7); sino el cubrimiento de su voluntad. Si los cultos repetitivos tuvieran valor real, no requerirían repetirse vez tras vez; mostrando su ineficacia al no liberar nuestras conciencias. Aquí tengo que acotar: ¿Son nuestras oraciones al Padre algo concreto y cierto desde la perspectiva de lo que el nuevo pacto revela? ¿O lo decimos ante otros para sentirnos mejor con nosotros mismos, llevando por dentro nuestra procesión? ¿O nos engañamos a nosotros mismos al hacer una falsa profesión de fe con oraciones inorgánicas de gran belleza retórica y lírica, pero totalmente vacías del contenido real que sólo la verdadera convicción posee? Los sacrificios repetitivos nos demuestran que nuestra fe está pagando sus cuotas a plazos; y cuando estas continúan sin tregua ni descanso, estamos dando por hecho que el sacrificio de Jesús es insuficiente para borrar las culpas verdaderas y las imaginarias. Y hay algo que el autor afirma aquí: "La sangre de los toros y los machos cabríos NO PUEDEN QUITAR LOS PECADOS"; y fue por eso que Dios le proporcionó al Cordero un cuerpo sin pecado para hacer su voluntad y obtener la eterna redención... ¡Nunca olvides eso!
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 21/04/2017 MENSAJE # 1706
TODO CREYENTE DEBE ESTAR PLENAMENTE CONVENCIDO DEL VALOR DE SU REDENCIÓN, DE LA CERTEZA DE SU ESPERANZA, Y DE QUE NO HAY SOMBRA ALGUNA QUE PUEDA RESTARLE AL SACRIFICIO DE JESÚS EL VALOR TOTAL Y TRASCENDENTE QUE YAHWEH DIOS LE ATRIBUYE
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