TODOS REQUERIMOS SER ENSEÑADOS POR DIOS ACERCA DE SU OPERATIVIDAD EN MOMENTOS CRÍTICOS, EN EL QUE NUESTRAS BOCAS SE ABREN SIN ESTAR PLENAMENTE CONSCIENTES DEL DIVINO OBRAR EN SU TIEMPO Y SAZÓN. DIOS NO ESTÁ CIEGO, NI SORDO, NI MUDO, NI IMPOTENTE; ESTÁ AJUSTANDO LA JUSTICIA A CORDEL PARA EJECUTARLA A SU SAZÓN, Y SIN VUELTA DE HOJA, DESECHANDO RUEGOS FUERA DE TIEMPO Y OPORTUNIDAD.

LIMA - PERÚ    SÁBADO 08 DE ABRIL DEL 2017                MENSAJE 1680

HABACUC 1:1-4.

"La profecía que vio el profeta Habacuc. ¿Hasta cuándo, oh Yahweh, clamaré, y no oirás; y daré voces a ti a causa de la violencia, y no salvarás? ¿Por qué me haces ver iniquidad, y haces que vea molestia? Destrucción y violencia están delante de mí, y pleito y contienda se levantan. Por lo cual la ley es debilitada, y el juicio no sale según la verdad; por cuanto el impío asedia al justo, por eso sale torcida la justicia".

=== El profeta Habacuc plantea su queja ante el Dios vivo, percibiendo en la Deidad un alto grado de aparente pasividad frente a todas las cosas que se daban diariamente entre la casta elegida, la misma que hacía violencia a sus propios hermanos en la fe, a sus connacionales, revelando la perversión de sus corazones y su naturaleza infraterna, aprovechándose vilmente de la necesidad o debilidad de sus congéneres, mostrando descaradamente su maldad, mientras compraban a los magistrados, y torcían el derecho a su sazón, pervirtiendo el juicio, y creyendo que su maldad nunca sería hallada y castigada por fin. Cuando el necio dice en su corazón: No hay Dios; opera en la forma más pérfida. Pero si ellos eran judios, me dirás...Sí, de religión, no de corazón, y por eso actuaban como si Dios no existiera. Mucho cristiano evangélico actúa así en nuestra época, abusando de sus hermanos en mil formas distintas.

=== El cuitado Habacuc, se sentía desilusionado al ver que Dios no le hacía caso por sus constantes reclamos sobre este hecho en particular, protestándole al Padre por su aparente pasividad. Mientras que nuestros corazones se sienten abatidos por lo que ven aquí abajo en la tierra, nadie levanta su mirada para ver lo que Dios está haciendo en forma particular; y es muy probable que si lo supiéramos, no nos gustaría; y quizá tengamos que decirnos a nosotros mismos: ¿Para qué pregunté? Recordemos que la iniquidad equivale a maldad repetitiva sin pausa, evidenciando una naturaleza desalmada y llena de rapiña. Ello nos indigna y nos molesta, levantándose en nosotros una protesta que, por impotencia terrenal, o por cobardía, o por algún otro motivo, hace imposible que lo impidamos, solicitando la misericordia divina para los agraviados, y el castigo para los abusivos que actúan perversamente.

=== Nuestra visión en los noticieros nos hacen sentir impotentes y llenos de indignación, demandando de las autoridades locales internas, o de las internacionales; o ¡aunque fuera de Dios mismo! (en última instancia en las bocas prfanas), hagan algo para impedir estas masacres salvajes, y que las espadas se conviertan en azadones, y cese la violencia, que parece ser lo único que divierte y solaza a las enfermas mentalidades de quienes se han visto manipulados mental y sentimentalmente a vivir de acuerdo a esos términos de origen mediático; los cuales hacen burla de las leyes, haciéndolas demasiado elásticas o ambiguas, o de difícil interpretación, siendo vistas como "letra muerta", y que nunca encuentran eco en los tribunales humanos. Las presiones judiciales, hipócritas e inciertas, se ven convalidadas por los jueces corruptos, quienes tuercen la justicia a su antojo amparados en su posición y autoridad, blindadas por las gentes de su entorno con el mismo espíritu y propósito. ¿Tenemos reclamos como esos en nuestros corazones? ¡Llevémoslos a la presencia de Dios! Y no nos olvidemos de esperar celosamente por las respuestas divinas.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA   08/04/2017              MENSAJE # 1680.