sábado, 6 de abril de 2019

FRENTE AL DESAFÍO DE LAS VOCES INFORMANTES, NUESTRA CAPACIDAD DE ELEGIR SOBRE LA BASE DE LA FE ES PUESTA A PRUEBA HASTA EL EXTREMO. AQUELLOS DOS TESTIGOS QUE INFORMARON CORRECTAMENTE, Y QUE LLENOS DE ESPERANZA NOS PROPONEN EL AVANCE RESPALDADOS POR LA DEIDAD, DEBEN CONSTITUIRSE EN LOS BALUARTES DE NUESTRA FE.

LIMA - PERÚ   VIERNES 29 DE MARZO DEL 2019    MENSAJE # 3096

NÚMEROS 13:1-3a; 21, 23, 25, 27-33.

"Y Yahweh habló a Moisés, diciendo: Envía tú hombres que reconozcan la tierra de Canaán, la cual yo doy a  los hijos de Israel; de cada tribu de sus padres enviaréis un varón, cada uno príncipe sobre ellos. Y Moisés los envió ... Y ellos subieron, y reconocieron la tierra desde el deserto de Zin hasta Rehob, entrando en Hamat ... Y llegaron hasta el arroyo de Escol, y de allí cortaron un sarmiento con un racimo de uvas, el cual trajeron dos en un palo, y de las granadas y de los higos ... Y volvieron de reconocer la tierra al fin de cuarenta días ... Nosotros llegamos a la tierra a la cual nos enviaste, la que ciertamente fluye leche y miel; y este es el fruto de ella. Mas el pueblo que habita aquella tierra es fuerte, y las ciudades muy grandes y fortificadas; y también vimos allí a los hijos de Anac. Amalec habita el Neguev, y el heteo, el jebuseo y el amorreo habitan en el monte, y el cananeo habita junto al mar, y a la ribera del Jordán. Entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés, y dijo: Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos. Mas los varones que subieron con él, dijeron: No podremos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros. Y hablaron mal los hijos de Israel, de la tierra que habían reconocido diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra que traga a sus moradores, y todo el pueblo que vimos en medio de ella son hombres de grande estatura. También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes, y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos".



=== Cuatrocientos treinta años habitando en Egipto, habían visto crecer y perecer a cuatro generaciones hebreas; hasta el día en que Yahweh se manifestó a través de dos hermanos octogenarios, y le dijeron al faraón gobernante que Dios los requería para que lo adoraran, algo a lo que el 'décimo dios egipcio' (faraón, lógicamente) se negó de plano. Mas Dios los saco de Egipto cargados de riquezas, llevándolos hacia la tierra prometida. Y aquí estaban aquellos descendientes de Abraham, frente a lo que sería su territorio como herencia. Las instrucciones divinas, compartidas por Moisés, eran muy específicas; y los doce príncipes israelitas habían de volver con las especificaciones descriptivas de la tierra que Yahweh les otorgaría como su heredad. Ellos hicieron lo pertinente, y recorrieron toda aquella tierra, hallando que Dios no había exagerado para nada respecto a los beneficios y los valores de la misma. 



=== Pero los enviados no solamente corroboraron las referencias divinas; sino que opinaron sobre los 'aspectos negativos' de sus hallazgos, haciendo que lo valioso de su herencia se demeritara ante sus ojos, mirando el trabajo de la conquista como un imponderable, sintiéndose insignificantes ante el número de sus habitantes, su elevada estatura, y su potencia militar y bélica. Con esa actitud, al mirar a sus futuros contrincantes sin considerar quién los había traído hasta allí, y el modo prodigioso en que todo ello se realizara, la mentalidad hebraica se polarizó, atribuyéndole al enemigo todo el poder, imaginándolo omnipotente e invencible, se olvidaron de su procedencia, de las promesas divinas, y de la certeza de su esperanza. Esta es siempre la estrategia del enemigo, el hacernos fijar nuestras miradas y pensamientos en lo que él tiene, y desviar nuestros corazones del seguimiento al orden divinal, surgiendo una catástrofe emocional que hace colapsar la fe vacilante.


=== La oportuna intervención de Caleb, el hijo de Jefone, no fue suficiente para amainar la tempestad que ya había surgido en los corazones de los hebreos. La queja y el llanto de los descendientes de Abraham se fue haciendo tan amplia, que todos los israelitas vieron desvanecer sus esperanzas, cambiando las mismas por un llanto angustioso y una total desesperación. Y a pesar de los esfuerzos de Caleb para devolverlos a su realidad sobrenatural; pesó más el informe de los diez en el cuitado corazón de la multitud allí reunida. Y el NO PODREMOS CONTRA ELLOS PORQUE SON MÁS FUERTES QUE NOSOTROS; y el "ÉRAMOS COMO LANGOSTAS ANTE ELLOS, Y ESO PARECÍAMOS ANTE LOS OJOS DE LOS ANACEOS; gravitó en sus conciencias hasta hacerlos polvo emocionalmente. ¿Cuántas veces, también nosotros, le hemos otorgado al enemigo el poder y la fortaleza que es la prerrogativa divina, y con la teatralización dramática del llanto hebraico, y el quejido lastimero del que anticipa su desgracia, le hemos gritado al Padre su aparente ineficacia, y su deseo de eliminarnos. ¡Habráse visto tal ignominia!  No fuimos llamados para quejarnos y hacer reclamos injustificados, y culpar a Dios de engañarnos ... Ni tampoco se nos solicitó nuestra opinión; sino que fuimos invitados a la fe y la obediencia que sí tenía la legítima corroboración de lo que pasó en Egipto, que debía erguirse como nuestro estandarte colocando en nuestros corazones el ariete con el que debíamos atacar las puertas de nuestros adversarios. Devolvamos al Padre el testimonio de nuestra confianza, yendo de él en pos.


EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA    29/03/2019   MENSAJE # 3096.

1 comentario:

  1. LOS MOMENTOS DE DECISIÓN HAN DE MULTIPLICARSE EN ESTE ANDAR NUESTRO, EL CUAL SIEMPRE SE VERÁ RETADO POR LA IMPERTINENCIA DEL ENEMIGO, Y LA FALTA DE CONVICCIÓN EN LOS IRRESOLUTOS. ¡ALERTA!

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