viernes, 10 de mayo de 2019

EL PROCESO SANTIFICANTE ES ALGO VITAL EN LA VIDA DEL CREYENTE, Y EL TAL HA DE DESARROLLARSE PLENAMENTE HASTA ALCANZAR EL NIVEL RECLAMADO POR EL PADRE PARA ALCANZAR NUESTRA HERENCIA.

LIMA - PERÚ   DOMINGO 21 DE ABRIL DEL 2019    MENSAJE # 3120

PRIMERA DE TESALONICENSES 4:1-8.

"Por lo demás, hermanos, os rogamos y exhortamos en el Señor Jesús, que de  la manera que aprendisteis de nosotros cómo os conviene conduciros y agradar a Dios, así abundéis más y más, Porque ta sabéis qué instrucciones os dimos por el Señor Jesús, pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación; que cada uno de vosotros sepa tener su esposa en santidad y honor, no en pasión de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios; que ninguno agravie ni engañe en nada a su hermano; porque el Señor es vengador de todo esto, como ya os hemos testificad. Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación. Así que, el que desecha esto, no desecha a hombre, sino a Dios, que también nos dio su Espíritu Santo".


=== En el contexto de la vida cristiana es de vital importancia el testimonio, ya que el tal es para quienes nos ven el plano fehaciente de nuestra lealtad al Señor que nos rescató, y la fiel expresión del Señorío de aquel que habita en nosotros, y nos ha lavado, perdonado, justificado y santificado, evidenciándose en nosotros la vigencia de una nueva naturaleza, encontrando en un testimonio alturado y cabal una perfecta coherencia. Hay, pues, en Pablo, una demanda dual: Una rogativa (apelando a una voluntad dispuesta hecha con suma prudencia y ternura); y una exhortación Una demanda que exige una respuesta por parte de quien es amonestado o encaminado), y al decir: en el Señor Jesús, implica una obediencia pronta y exacta que agrade a Dios, y le permita continuar con nuestro proceso santificante. Siendo esta una lección aprendida, nos toca comportarnos según la enseñanza, haciendo lo conveniente, de modo que el Padre se agrade de nosotros, y nuestra comunión con él se mantenga incólume; alentándonos el apóstol en tal sentido para persistir en ello.


=== La instructiva divina tenía un rol y perspectiva específica: LA VOLUNTAD DIVINA ES NUESTRA SANTIFICACIÓN, Cuando éramos impíos, la voluntad de  Dios era nuestra salvación (que ninguno pereciera, y que todos lleguemos al conocimiento de la verdad según 1Timoteo 2:4). Al haber llegado la filiación, la santificación se torna nuestro objetivo, de modo que seamos dignos de nuestra herencia con todos los santos en luz según Colosenses 1:12; Hechos 26:18. El Señor valora en extremo la santidad de nuestros cuerpos, ya que él los ha constituido en su templo (1Co.3:16-17; 6:18-20); algo que Dios se toma muy en serio, aunque la mente helenista lo tomara como una trivialidad ¿Lo tomamos así nosotros? Pablo añade: "QUE OS APARTÉIS DE FORNICACIÓN" (v,3b). Luego, nos conmina a gozar del himeneo durante el matrimonio, guardando absoluta fidelidad al cónyuge; en lugar de vivir en el plano de lujuria en el que anduvieran en otro tiempo, pensando gnósticamente que el cuerpo era algo neutral, que no contaminara la naturaleza espiritual; ignorando su plano tripartito y la necesidad de santificarse por completo (1Ts.5:23). ¿Cuántas cosas había que corregir y desarraigar del paganismo gentil? La pasión concupiscente es pecado, deshonrando a nuestro consorte, a quien se mira como un objeto causador de placer y autosatisfacción.


=== El Padre no nos ha llamado a continuar o persistir en la inmundicia; algo de lo cual ya fuéramos extraídos, preludiando nuestra santificación corporal como parte de nuestro proceso santificante. A cualquiera que le parezca ridículo o exagerado lo que estamos ministrando, le sugiero que se remita a Dios Padre sobre el particular, y a lo largo de las Escrituras le mostrará su decisión al respecto.



EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA     21/04/2019   MENSAJE # 3120.

1 comentario:

  1. EL PROCESO SANTIFICADOR ES OBRA DEL ESPÍRITU SANTO, LLEVÁNDONOS A ALCANZAR LA PLENITUD QUE DIOS EXIGE DE CADA UNO DE SUS ESCOGIDOS, PARA EL ALCANCE DE SU HERENCIA.

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