LIMA - PERÚ MIÉRCOLES 08 DE MAYO DEL 2019 MENSAJE # 3137
JEREMÍAS 2:1-6.
"Vino a mí palabra de Yahweh, diciendo: Anda, y clama a los oídos de Jerusalén, diciendo: Así dice Yahweh: Me he acordado de ti, de la fidelidad de tu juventud, del amor de tu desposorio, cuando andabas en pos de mí en el desierto, en tierra no sembrada. Santo era Israel a Yahweh, primicias de sus nuevos frutos. Todos los que la devoraban eran culpables; mal venía sobre ellos, dice Yahweh. Oíd la palabra de Yahweh, casa de Jacob, y todas las familias de la casa de Israel. Así dijo Yahweh: ¿Qué maldad hallaron en mí vuestros padres, que se alejaron de mí, y se fueron tras la vanidad y se hicieron vanos? Y no dijeron: ¿Dónde está Yahweh que nos hizo subir de la tierra de Egipto, que nos condujo por el desierto, por una tierra desierta y despoblada, por tierra seca y de sombra de muerte, por una tierra por la cual no pasó varón, ni allí habitó hombre?".
=== El plano inspiracional profético llega en ciertos momentos al corazón y a la mente del profeta, formulando las palabras o ideas que han de ser compartidas a sus elegidos con fines claros y específicos, y en esta ocasión, el Señor trae a la memoria de los israelitas jerosolimitanos lo que fuera para él una tierna y gozosa remembranza de sus albores con ellos tras el éxodo de la tierra de Egipto. Los recuerdos de amor del Padre tienen la magia de lo tierno y deleitoso que tornara a la pareja dichosa en extremo. Al volver en la distancia, con esta dulce evocación, el Señor la recuerda a ella en sus primores juveniles, en el maravilloso esplendor de su belleza de fidelidad vestida; de ese sonrojo que revelaba su felicidad plena y gozosa, que la enajenara de lo que le rodeara por andar complacida en la compañía de él, que subyugara su corazón hasta el extremo de hacer desaparecer todo a su alrededor, así como en la mañana el sol desaparece las estrellas ante nuestra iluminada visión. Todo el yermo que rodeara a la nación israelita se desdibujaba al conjuro de la presencia de la nube de día y la columna de fuego de noche, revelándose así el cuidado divino y su guardianía sobre su pueblo escogido. Yahweh había separado para sí a la nación israelita, y cualquiera que osara atacarla era estimado culpable ante los ojos del Señor. ¡Tal era su aprecio por aquella nación que figurara en calidad de primicias para él!
=== Todos los que fueran castigados por Dios por agredir o denostar a la nación elegida, se percataron del valor que Dios le atribuía a la casta escogida para ser su consorte, disfrutando del Supremo Dador y de su bendita providencia diariamente. Y el alejamiento progresivo y profano de la estirpe elegida, no parecía tener una lógica explicación, una clara justificación o un sentido específico que revelara el por qué se llegara a separar Israel de Yahweh, La falla, pues, no estaba en él; sino en ella; quien habría degenerado hasta el extremo de desconocer su naturaleza y su relación con su Creador y Redentor, el cual la reconociera, reclamara y libertara para conducirla a su nueva morada, donde disfrutarían juntos la dicha aparejada por él para ambos en un plano eternal. El Señor inquiere si hubo en él alguna maldad contra ella (siempre en ello hay que observar los pareceres de la una parte y de la otra; y lo que es natural y positivo, puede ser visto por la contraparte como algo hiriente, dañino o inconveniente. ¿Sabías que Dios respeta nuestra opinión, hasta que pueda convencernos de lo contrario? De allí la pregunta a la díscola Israel. Esta crisis fue lo que produjo el alejamiento progresivo y continuo, y el apartamiento de la nación de su unidad con la Deidad, hasta ser envueltos por la vanidad, para hacerse uno con ella en su vacío e insignificancia, en un repudiable nirvana, cuyo final no es la nada, sino la condenación.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 08/05/2019 MENSAJE # 3137
"Vino a mí palabra de Yahweh, diciendo: Anda, y clama a los oídos de Jerusalén, diciendo: Así dice Yahweh: Me he acordado de ti, de la fidelidad de tu juventud, del amor de tu desposorio, cuando andabas en pos de mí en el desierto, en tierra no sembrada. Santo era Israel a Yahweh, primicias de sus nuevos frutos. Todos los que la devoraban eran culpables; mal venía sobre ellos, dice Yahweh. Oíd la palabra de Yahweh, casa de Jacob, y todas las familias de la casa de Israel. Así dijo Yahweh: ¿Qué maldad hallaron en mí vuestros padres, que se alejaron de mí, y se fueron tras la vanidad y se hicieron vanos? Y no dijeron: ¿Dónde está Yahweh que nos hizo subir de la tierra de Egipto, que nos condujo por el desierto, por una tierra desierta y despoblada, por tierra seca y de sombra de muerte, por una tierra por la cual no pasó varón, ni allí habitó hombre?".
=== El plano inspiracional profético llega en ciertos momentos al corazón y a la mente del profeta, formulando las palabras o ideas que han de ser compartidas a sus elegidos con fines claros y específicos, y en esta ocasión, el Señor trae a la memoria de los israelitas jerosolimitanos lo que fuera para él una tierna y gozosa remembranza de sus albores con ellos tras el éxodo de la tierra de Egipto. Los recuerdos de amor del Padre tienen la magia de lo tierno y deleitoso que tornara a la pareja dichosa en extremo. Al volver en la distancia, con esta dulce evocación, el Señor la recuerda a ella en sus primores juveniles, en el maravilloso esplendor de su belleza de fidelidad vestida; de ese sonrojo que revelaba su felicidad plena y gozosa, que la enajenara de lo que le rodeara por andar complacida en la compañía de él, que subyugara su corazón hasta el extremo de hacer desaparecer todo a su alrededor, así como en la mañana el sol desaparece las estrellas ante nuestra iluminada visión. Todo el yermo que rodeara a la nación israelita se desdibujaba al conjuro de la presencia de la nube de día y la columna de fuego de noche, revelándose así el cuidado divino y su guardianía sobre su pueblo escogido. Yahweh había separado para sí a la nación israelita, y cualquiera que osara atacarla era estimado culpable ante los ojos del Señor. ¡Tal era su aprecio por aquella nación que figurara en calidad de primicias para él!
=== Todos los que fueran castigados por Dios por agredir o denostar a la nación elegida, se percataron del valor que Dios le atribuía a la casta escogida para ser su consorte, disfrutando del Supremo Dador y de su bendita providencia diariamente. Y el alejamiento progresivo y profano de la estirpe elegida, no parecía tener una lógica explicación, una clara justificación o un sentido específico que revelara el por qué se llegara a separar Israel de Yahweh, La falla, pues, no estaba en él; sino en ella; quien habría degenerado hasta el extremo de desconocer su naturaleza y su relación con su Creador y Redentor, el cual la reconociera, reclamara y libertara para conducirla a su nueva morada, donde disfrutarían juntos la dicha aparejada por él para ambos en un plano eternal. El Señor inquiere si hubo en él alguna maldad contra ella (siempre en ello hay que observar los pareceres de la una parte y de la otra; y lo que es natural y positivo, puede ser visto por la contraparte como algo hiriente, dañino o inconveniente. ¿Sabías que Dios respeta nuestra opinión, hasta que pueda convencernos de lo contrario? De allí la pregunta a la díscola Israel. Esta crisis fue lo que produjo el alejamiento progresivo y continuo, y el apartamiento de la nación de su unidad con la Deidad, hasta ser envueltos por la vanidad, para hacerse uno con ella en su vacío e insignificancia, en un repudiable nirvana, cuyo final no es la nada, sino la condenación.
=== Cuando pierdes la perspectiva espiritual correcta, eres absorbido por la intrascendencia, perdiéndote en el sincretismo religioso, la meditación trascendental o el ser uno con el universo; todas las filosofías del absurdo pensar que sumen a la gente en la inconsciencia. Tal estulticia te desconecta de tu realidad redentiva, de los valores fundamentales de la promesa divina, de la suprema realidad regia, y de la gloria a la que fuimos llamados. Gente como esta vende su primogenitura por un plato de lentejas, por una fabulación religiosa, o una ilusa fantasía de quiméricos ideales, o un lago de fuego que alucinan como un paraíso ígneo ¡Ay, Padre! Aquellos recuerdos que los ligaran a Yahweh, debían ser deshechos; y el enemigo como sutil Jeroboam del presente siglo, cambió la adoración verdadera en el templo; por dos becerros de oro en las fronteras entre Dan y Beerseba; para llenarlos de una falsa esperanza, trocando la adoración legítima por la infame idolatría, apostatando para su total perdición. ¿Haremos lo mismo?
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 08/05/2019 MENSAJE # 3137
LA CERTEZA DE NUESTRA ESPERANZA ESTÁ LIGADA A NUESTRA MARCHA CONSTANTE HACIA LA TIERRA DE PROMISIÓN. LA SANTIFICACIÓN PROGRESIVA ES EVIDENCIA DE NUESTRA FE EN LA PROMESA.
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