sábado, 4 de mayo de 2019

LA GUERRA CONTRA LOS GIGANTES NOS MUESTRA CÓMO HEMOS DE VENCER A NUESTROS ENEMIGOS, INDEPENDIENTEMENTE DE SU TALLA O ENVERGADURA. ES EL TIEMPO DE CONFRONTAR LOS DILEMAS QUE NOS EMBARGAN, DEPRIMEN O ANONADAN. TODO LO PODEMOS EN CRISTO QUE NOS FORTALECE.


LIMA - PERÚ   MARTES 16 DE ABRIL DEL 2019    MENSAJE # 3115

PRIMERA DE CRÓNICAS 20:4-8.

"Después de esto aconteció que se levantó guerra en Gezer contra los filisteos, Y Sibecai husatita mató a Sipat, de los descendientes de los gigantes; y fueron humillados. Volvió a levantarse guerra contra los filisteos, y Elhanán hijo de Jair, mató a Lahmi, hermano de Goliat geteo, el asta de cuya lanza era como un rodillo de telar. Y volvió a haber guerra en Gat, donde había un hombre de grande estatura, el cual tenía seis dedos en pies y manos, veinticuatro por todos; y era descendiente de los gigantes. Este hombre injurió a Israel, pero lo mató Jonatán hijo de Simea hermano de David. Estos eran descendientes de los gigantes en Gat, los cuales cayeron por mano de David y sus siervos".



=== El día en que David salió a pelear contra el gigante Goliat, llevó consigo cinco piedras lisas del arroyo, las cuales le servirían para derrotar a Goliat en el valle de Ela, en los tiempos en que reinara el rey Saúl, el cual destacara por una talla impresionante entre sus coterráneos, siendo por una cabeza más alto que cualquiera de sus paisanos; algo que no lo animó a luchar contra el gigante de 2,92,5 metros, y paladín de los filisteos (los palestinos de hoy). Los considerandos de estaturas y envergaduras (como en el box con sus diversas categorías por contexturas y pesos), disuadían al más pintado entre los soldados israelitas, cuyo entrenamiento los hacía lidiar con contrincantes de su peso correspondiente. Cabe acotar que los filisteos eran personas belicosas y de considerable estatura, sobrepasando a la mayoría de los israelitas, los cuales se consideraban muy por debajo del nivel requerido para enfrentar aquel coloso filisteo. Eso hacía que se considerase feas u horribles a las hijas del rey en su imaginación, prefiriendo quedarse solteros y vivos, a fenecer en sus intentos por ser los yernos del rey, privilegio que difirieran a otros con una 'valentía' o 'insensatez' mucho mayor. Era más seguro seguir pagando sus impuestos que aceptar la excepción declarada por el rey Saúl, ¡Costaría cara la osadía!



=== Pero aquel pelirrojo mozalbete de diecisiete años, no asumió los galardones como un artículo de su interés, mirando los desafíos del gigante como una afrenta al Señor y a las huestes del Dios viviente, e hizo suyo aquel reto. Y conocemos el resultado, ahorrándose cuatro piedras en el zurrón, que fueran guardadas en los corazones de algunos combatientes que aprendieran a NO TEMER A AQUELLAS MOLES HUMANAS DE ASCENDENCIA FILISTEA, y que, constituyéndose en émulos de su singularísimo rey, comenzaron a  ver aquella guerra frontal como algo no tan desigual. Como dijera alguna vez J. C. Mariátegui: "El enemigo no es tan grande como parece, es solamente que los estamos mirando con las rodillas dobladas". Al enhiestarse en el Señor, las cosas se ponen más parejas. Y como los filisteos habían conservado parte de la estirpe de loa gigantes, los mandaban adelante para intimidar a la gente de menor estatura; los mismos que en lugar de correrse de ellos, avanzaban intrépidamente a la línea de batalla, y Sibecai no se hizo esperar, y eliminó a su gigante, haciéndole una muesca a su lanza, como la hicieran los pistoleros del antiguo oeste. ¡Vamos, los leones no son como los pintan!, procediendo a humillar a los orgullosos filisteos. ¡Me encantan estas crónicas de batalla! ¡Quedan tres piedras!

=== Los belicosos filisteos; un tanto masoquistas; no podían vivir sin agredir o invadir las tierras judías; y en esta ocasión se levantó Elhanán, hijo de Jair, para llevarse la presea de plata, procediendo a matar a Lahmi, el hermano menor de Goliat geteo (originario de Gat, parte de las ciudades filisteas), y le llevó a su esposa un rodillo de telar para sus labores en casa (me refiero al asta de la lanza del titán filisteo). ¡Nos quedan dos piedras! Y luego le tocó el turno al gigante relojero, el cual te contaba las veinticuatro horas sin usar las manos y los pies dos veces; y que todo lo compraba por docenas porque salía más barato, y jugaba al poker con seis ases.Y fue Jonatán, el hijo de Simea quien se encargó de despacharlo al Valhalla filisteo. Era el sobrino del rey David. Hay que darle su oportunidad a los valientes de la nueva generación. Oiga hermano, todavía ¡nos queda una piedra! Esa está guardada para que uno de mis lectores se haga cargo de eliminar aquel gigante que le roba la paz, el sueño, la economía, la felicidad, el gozo, la unión familiar ... Le animo a ir conmigo al arroyo para coger las piedras que sean necesarias para eliminar esta casta perversa.



EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA     16/04/2019    MENSAJE # 3115

1 comentario:

  1. LA HISTORIA Y LAS EXPERIENCIAS EN EL ARTE DE LA GUERRA TIENDEN A MOSTRARNOS EL CÓMO VENCER A LOS GIGANTES, Y ALCANZAR EL PLACER DE HUMILLARLOS ANTE TODOS. LA SOBERBIA, LA VANIDAD, LA ENVIDIA, EL DOLOR, LA ANGUSTIA, ETC. DEBEN SER VENCIDAS, PARA GLORIARNOS EN EL SEÑOR Y EN EL PODER DE SU FUERZA OBRANDO EN NOSOTROS.

    ResponderEliminar