LIMA - PERÚ MARTES 07 DE MAYO DEL 2019 MENSAJE # 3136
SEGUNDA DE PEDRO 1:3-7.
"Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia; vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad, a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor".
=== El apóstol Pedro suele ser enjundioso cuando ministra a sus lectores, y es preciso prestar suma atención a cada detalle de lo que él nos comparte, de modo que asimilemos a cabalidad su enseñanza. El saludo estuvo cargado de una manifestación práctica sobre el panorama de la fe, haciéndonos entender que la nuestra no difería de la suya, siendo igualmente valiosa y preciosa; no habiendo excusas para suponer que los creyentes no estaban dotados suficientemente para captar la magnitud de la dádiva recibida. Es por ello que Pedro imparte la apostólica bendición de la divina bondad, y de lo que resulta de todo ello, consistiendo su efecto en el CONOCIMIENTO DE DIOS Y DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO. La espiritualidad del pueblo de Dios ha de medirse por esta concientización de lo que se ha asimilado respecto al Padre y al Hijo. No se trata d eun mero recuerdo en las mentes o memorias de los santos, sino en los valores prácticos que ello compone, de modo que se constituyan en recursos de orden vital para todo creyente. Es así como nuestro ser tripartito se compendia poderosamente, y alcanza un entendimiento profundo sobre su unión-fusión con la Deidad, luchando contra el enemigo de igual a igual; no asustándose o atemorizándose por la apariencia de los demonios, y su clásico derroche de ostentación de ciertos poderes, los cuales son anulados al conjuro de la invocación del Nombre de Jesús, y el Valor eterno de su sacrificio en a cruz del Calvario.
=== A continuación, el apóstol detallará nuestras dotaciones y recursos para vencer al enemigo. La inconsciencia de estas cosas hace que los creyentes se vuelvan miedosos y cobardes, huyendo del lugar de la batalla, como lo hicieran los soldados israelitas ante la aparición del paladín filisteo, Goliat. las cosas inherentes a la vida (y aquí me refiero a la vida zoe: espiritual, esencial y trascendente); y a la piedad (al estilo de vida que acompaña la misma como un refrendo de la realidad neocreacional en la que caminamos los hijos de Dios); ya son un hecho en nuestra experiencia personal y patrimonial por nuestra posición y condición como hijos amados). Es indispensable notar que de este entendimiento depende nuestra utilidad como siervos del Señor. Meditemos: La gloria de Cristo indica su cenit, el punto más alto al que el Señor llegara por su victoria en la cruz; y la excelencia, indica que no había nada que lo superara o que lo pudiera mejorar. Ello implica el clímax del divino obrar en la individualidad del divino Redentor. Y es en esas condiciones que él nos imparte aquellas PRECIOSAS Y GRANDÍSIMAS PROMESAS para ser participantes de la VIDA DIVINA. Expliquemos esto. Lo precioso tiene que ver con lo valioso y peculiar de la obra realizada a nuestro favor. Cuando se refiera a lo grandísimo, se aplica el término superlativo porque nada puede ser mejor, ni alcanzar mayores dimensiones, indicando que el volumen de lo necesitado ha llegado a cubrirlo todo, satisfaciendo a Dios.
=== Ser participante de la naturaleza divina (se refiere a su naturaleza santa para alcanzar la herencia) nos eleva al nivel de herederos, los cuales por la virtud divinal llegan a percibir la misma, y se apartan de la corrupción y de los deseos mundanos, renovando sus entendimientos y conduciéndose por la mente de Cristo, hasta alcanzar una plena renovación de esencia espiritual. Ello crea en el corazón del creyente renovado el deseo de agradar a Dios, procediendo a un crecimiento y al afán por conseguirlo. De allí surge el anhelo de AÑADIR todas aquellas virtudes que componen nuestro desarrollo y nuestra potencialidad se incrementa gradualmente. Y la FE siente una inefable sed por obtener la VIRTUD y el poder que lo eleven en su visión por las cosas divinas; sintiéndose luego sumamente atraído por el CONOCIMIENTO que va desarrollando sus captaciones espirituales, su vida de arriba y su deseo de comunicarse con la Deidad de continuo, hasta llegar a un pleno entendimiento; surgiendo luego la TEMPLANZA o DOMINIO PROPIO, que lo constituye en una personalidad balanceada, queriendo lo que quiere Dios; llevando de la mano al siervo de Dios hacia la PACIENCIA, soportándolo todo con un tremendo estoicismo, visualizando su futuro con una esperanza gloriosa y madura. Y es aquí donde surge la PIEDAD (El parecerse a Dios en todo lo que hace en su diario andar). De allí, nace el AMOR FRATERNAL (su sentido familiar que lo lleva a ser parte de un todo con alegría de corazón y gran desprendimiento); yb entonces, brota el AMOR, como aquello que todo lo llena hasta brotar como una fuente que a todos bendice.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 07/05/2019 MENSAJE # 3136
"Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia; vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad, a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor".
=== El apóstol Pedro suele ser enjundioso cuando ministra a sus lectores, y es preciso prestar suma atención a cada detalle de lo que él nos comparte, de modo que asimilemos a cabalidad su enseñanza. El saludo estuvo cargado de una manifestación práctica sobre el panorama de la fe, haciéndonos entender que la nuestra no difería de la suya, siendo igualmente valiosa y preciosa; no habiendo excusas para suponer que los creyentes no estaban dotados suficientemente para captar la magnitud de la dádiva recibida. Es por ello que Pedro imparte la apostólica bendición de la divina bondad, y de lo que resulta de todo ello, consistiendo su efecto en el CONOCIMIENTO DE DIOS Y DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO. La espiritualidad del pueblo de Dios ha de medirse por esta concientización de lo que se ha asimilado respecto al Padre y al Hijo. No se trata d eun mero recuerdo en las mentes o memorias de los santos, sino en los valores prácticos que ello compone, de modo que se constituyan en recursos de orden vital para todo creyente. Es así como nuestro ser tripartito se compendia poderosamente, y alcanza un entendimiento profundo sobre su unión-fusión con la Deidad, luchando contra el enemigo de igual a igual; no asustándose o atemorizándose por la apariencia de los demonios, y su clásico derroche de ostentación de ciertos poderes, los cuales son anulados al conjuro de la invocación del Nombre de Jesús, y el Valor eterno de su sacrificio en a cruz del Calvario.
=== A continuación, el apóstol detallará nuestras dotaciones y recursos para vencer al enemigo. La inconsciencia de estas cosas hace que los creyentes se vuelvan miedosos y cobardes, huyendo del lugar de la batalla, como lo hicieran los soldados israelitas ante la aparición del paladín filisteo, Goliat. las cosas inherentes a la vida (y aquí me refiero a la vida zoe: espiritual, esencial y trascendente); y a la piedad (al estilo de vida que acompaña la misma como un refrendo de la realidad neocreacional en la que caminamos los hijos de Dios); ya son un hecho en nuestra experiencia personal y patrimonial por nuestra posición y condición como hijos amados). Es indispensable notar que de este entendimiento depende nuestra utilidad como siervos del Señor. Meditemos: La gloria de Cristo indica su cenit, el punto más alto al que el Señor llegara por su victoria en la cruz; y la excelencia, indica que no había nada que lo superara o que lo pudiera mejorar. Ello implica el clímax del divino obrar en la individualidad del divino Redentor. Y es en esas condiciones que él nos imparte aquellas PRECIOSAS Y GRANDÍSIMAS PROMESAS para ser participantes de la VIDA DIVINA. Expliquemos esto. Lo precioso tiene que ver con lo valioso y peculiar de la obra realizada a nuestro favor. Cuando se refiera a lo grandísimo, se aplica el término superlativo porque nada puede ser mejor, ni alcanzar mayores dimensiones, indicando que el volumen de lo necesitado ha llegado a cubrirlo todo, satisfaciendo a Dios.
=== Ser participante de la naturaleza divina (se refiere a su naturaleza santa para alcanzar la herencia) nos eleva al nivel de herederos, los cuales por la virtud divinal llegan a percibir la misma, y se apartan de la corrupción y de los deseos mundanos, renovando sus entendimientos y conduciéndose por la mente de Cristo, hasta alcanzar una plena renovación de esencia espiritual. Ello crea en el corazón del creyente renovado el deseo de agradar a Dios, procediendo a un crecimiento y al afán por conseguirlo. De allí surge el anhelo de AÑADIR todas aquellas virtudes que componen nuestro desarrollo y nuestra potencialidad se incrementa gradualmente. Y la FE siente una inefable sed por obtener la VIRTUD y el poder que lo eleven en su visión por las cosas divinas; sintiéndose luego sumamente atraído por el CONOCIMIENTO que va desarrollando sus captaciones espirituales, su vida de arriba y su deseo de comunicarse con la Deidad de continuo, hasta llegar a un pleno entendimiento; surgiendo luego la TEMPLANZA o DOMINIO PROPIO, que lo constituye en una personalidad balanceada, queriendo lo que quiere Dios; llevando de la mano al siervo de Dios hacia la PACIENCIA, soportándolo todo con un tremendo estoicismo, visualizando su futuro con una esperanza gloriosa y madura. Y es aquí donde surge la PIEDAD (El parecerse a Dios en todo lo que hace en su diario andar). De allí, nace el AMOR FRATERNAL (su sentido familiar que lo lleva a ser parte de un todo con alegría de corazón y gran desprendimiento); yb entonces, brota el AMOR, como aquello que todo lo llena hasta brotar como una fuente que a todos bendice.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 07/05/2019 MENSAJE # 3136
SOMOS LLAMADOS A INTEGRARNOS A UNA REALIDAD TRASCENDENTE QUE REPOSA TOTALMENTE EN LA FIDELIDAD DE DIOS A SUS PROMESAS, LAS CUALES NOS HAN SIDO TRANSMITIDAS PARA QUE LAS POSEAMOS Y DISFRUTEMOS.
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