LIMA - PERÚ DOMINGO 17 DE MARZO DEL 2019 MENSAJE # 3085
PRIMERA DE PEDRO 1:10-12.
"Lo profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos. A éstos se les reveló que no para ellos mismos, sino para nosotros. administraban las cosas que ahora os son anunciadas por los que han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo, cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles".
=== El apóstol Pedro, había compartido sobre UNA ESPERANZA VIVA, producto del nuevo nacimiento que nos impartiría una vida genérica distinta a la que Adán tuviera; trascendiendo la esfera natural, implicando una herencia de valor eternal que no se corrompería, no se contaminaría ni se marchitaría; todas cosas que podrían afectarnos en el trámite de nuestra peregrinación, asegurándonos una gloria de orden inalterable por aquella vida espiritual que no puede ya más morir (Lc.20:36). Así, en la bóveda creada por Dios, compuesta por un escudo de fuerza que tiene como esencia la fe de los santos, viaja por el ciclo de las edades como una señal de garantía que asegura nuestra herencia salvífica, la cual se hará evidente en el tiempo aparejado por la Deidad para hacer efectiva la salvación de nuestra almas. Así, las alegrías de parte del Padre, paliarán las aflicciones que nos tocarán como lo hacen los cinceles de un escultor, perfeccionando la imagen del Señor en nosotros, que entendemos que el momentáneo dolor por la pérdida de masa, es el equivalente a la perfección de nuestra representación e identidad: "Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fueran hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos" (Ro.8:29). El regocijo del creyente no es algo terrenal, sino celestial en esencia, habiendo ganado su fuero interno otorgándole un gozo continuo que sólo los que lo tienen entienden, dejando en ayunas a los que viven según la carne; y será eso lo que permita obtener el gozo de nuestra fe: La salvación de nuestras almas. (Esto comprende una síntesis de los primeros nueve versos de este capítulo).
=== Los profetas de antaño, que percibieran por el Espíritu de Cristo que habitaba en ellos, y compartieran los oráculos divinos inherentes a la gracia que recibiríamos, se sintieron tan impresionados y anonadados por el contenido de ese mensaje, que se dedicaron al estudio y análisis de los mismos, procurando encontrar el sentido de todo lo que la Deidad refiriera, hasta que el mismo Padre les reveló que ellos eran mayordomos de una realidad que no le competía a su generación, sino que era para los santos que habitarían en los tiempos postreros, sirviendo ellos como conductores y agentes divinos a través de los cuales el mensaje recorrería las edades, actuando conforme a su sazón, en aquello para lo que Dios Padre lo hubiera enviado. La dedicación de los estudiosos e investigadores, no concluyó en el fracaso o la decepción; pero Dios es muy puntal aun en el plano referencial; ubicando cada cosa, cada persona, cada evento y cada participación en el contexto de su armonía y su sincronía en el orden temporal correspondiente. Y los hitos históricos y proféticos fueron colocados en conformidad con las edades, estableciendo así el orden divino y el cubrimiento del propósito según el plan soberano del Padre de los espíritus.
=== Y así, ellos fueron descubriendo qué persona y qué cronología harían la convergencia oportuna para que las tribulaciones del Cristo, pasarían a ser su gloria, anticipando el plano eternal en medio de aquella paradoja; y haciendo uso de una inmensa paciencia, y un deseo de contemporizar con la Deidad, el Padre les mostró a los privilegiados siervos de Dios de los tiempos postreros, quienes administrarían en los tales los intereses divinos, pasando a realizar su voluntad y su beneplacito, algo que hoy disfrutamos con una relativa anticipación.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 16/03/2019 MENSAJE # 3085.
"Lo profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos. A éstos se les reveló que no para ellos mismos, sino para nosotros. administraban las cosas que ahora os son anunciadas por los que han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo, cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles".
=== El apóstol Pedro, había compartido sobre UNA ESPERANZA VIVA, producto del nuevo nacimiento que nos impartiría una vida genérica distinta a la que Adán tuviera; trascendiendo la esfera natural, implicando una herencia de valor eternal que no se corrompería, no se contaminaría ni se marchitaría; todas cosas que podrían afectarnos en el trámite de nuestra peregrinación, asegurándonos una gloria de orden inalterable por aquella vida espiritual que no puede ya más morir (Lc.20:36). Así, en la bóveda creada por Dios, compuesta por un escudo de fuerza que tiene como esencia la fe de los santos, viaja por el ciclo de las edades como una señal de garantía que asegura nuestra herencia salvífica, la cual se hará evidente en el tiempo aparejado por la Deidad para hacer efectiva la salvación de nuestra almas. Así, las alegrías de parte del Padre, paliarán las aflicciones que nos tocarán como lo hacen los cinceles de un escultor, perfeccionando la imagen del Señor en nosotros, que entendemos que el momentáneo dolor por la pérdida de masa, es el equivalente a la perfección de nuestra representación e identidad: "Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fueran hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos" (Ro.8:29). El regocijo del creyente no es algo terrenal, sino celestial en esencia, habiendo ganado su fuero interno otorgándole un gozo continuo que sólo los que lo tienen entienden, dejando en ayunas a los que viven según la carne; y será eso lo que permita obtener el gozo de nuestra fe: La salvación de nuestras almas. (Esto comprende una síntesis de los primeros nueve versos de este capítulo).
=== Los profetas de antaño, que percibieran por el Espíritu de Cristo que habitaba en ellos, y compartieran los oráculos divinos inherentes a la gracia que recibiríamos, se sintieron tan impresionados y anonadados por el contenido de ese mensaje, que se dedicaron al estudio y análisis de los mismos, procurando encontrar el sentido de todo lo que la Deidad refiriera, hasta que el mismo Padre les reveló que ellos eran mayordomos de una realidad que no le competía a su generación, sino que era para los santos que habitarían en los tiempos postreros, sirviendo ellos como conductores y agentes divinos a través de los cuales el mensaje recorrería las edades, actuando conforme a su sazón, en aquello para lo que Dios Padre lo hubiera enviado. La dedicación de los estudiosos e investigadores, no concluyó en el fracaso o la decepción; pero Dios es muy puntal aun en el plano referencial; ubicando cada cosa, cada persona, cada evento y cada participación en el contexto de su armonía y su sincronía en el orden temporal correspondiente. Y los hitos históricos y proféticos fueron colocados en conformidad con las edades, estableciendo así el orden divino y el cubrimiento del propósito según el plan soberano del Padre de los espíritus.
=== Y así, ellos fueron descubriendo qué persona y qué cronología harían la convergencia oportuna para que las tribulaciones del Cristo, pasarían a ser su gloria, anticipando el plano eternal en medio de aquella paradoja; y haciendo uso de una inmensa paciencia, y un deseo de contemporizar con la Deidad, el Padre les mostró a los privilegiados siervos de Dios de los tiempos postreros, quienes administrarían en los tales los intereses divinos, pasando a realizar su voluntad y su beneplacito, algo que hoy disfrutamos con una relativa anticipación.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 16/03/2019 MENSAJE # 3085.
LOS SIERVOS DEL NIVEL PROFÉTICO SON ENJUNDIOSOS INVESTIGADORES DE LA PALABRA DE DIOS (NO DE LAS OPINIONES FACEBOOKIANAS), QUE LES PERMITE ESTAR AL TANTO DEL DIVINO OBRAR DENTRO DE SU GENERACIÓN. ¿ESTÁS ALLÍ?
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