LIMA - PERÚ MARTES 12 DE MARZO DEL 2019 MENSAJE # 3080
HABACUC 1:1-4.
"La profecía que vio el profeta Habacuc: ¿Hasta cuándo, oh Yahweh, clamaré, y no oirás; y daré voces a ti a causa de la violencia, y no salvarás? ¿Por qué me haces ver iniquidad,. y haces que vea molestia? Destrucción y violencia están delante de mí, y pleito y contienda se levantan. Por lo cual la ley es debilitada, y el juicio no sale según la verdad; por cuanto el impío asedia al justo, por eso sale torcida la justicia".
=== Las cosas que los profetas llegaran a visualizar, en su panorama espiritual; después de interrogar a la Deidad sobre los eventos de los cuales eran testigos, como todos los demás; son consecuencia del contacto célico-pedestre, privilegio del cual carecían los circunstanciales autores y actores que podrían estar inmersos en los hechos sin entender lo que tuviera que ver con el propósito divino o la aplicación de la soberana voluntad de la Deidad con miras a la realización de su programación para las edades. El profeta no es un mero espectador de los acontecimientos, porque Dios no los puso en un plano pasivo en el aspecto histórico-profético; sino que los hizo partícipes y protagonistas de todo lo que la Deidad quería operar. Aquellos que hemos recibido a Cristo en nuestros corazones, y no estamos ejercitando nuestra autoridad y poder según la divina comisión, para constituirnos en instrumentos para la gloria y honor de nuestro Dios, no hemos entrado al plano consciente de nuestro llamamiento y vocación. Cuando Dios no te ha dado un rol protagónico, tú puedes ser parte del elenco secundario del divino accionar (un extra o un actor con un paso fugaz en el escenario, que viene, aparece y da un corto parlamento, y luego se va y desaparece de escena); es un personaje ocasional e intrascendente; pero cuando hay un rol mayor y principal, ya sea como segundo actor o protagonista, hablamos de un personaje principal, y el profeta es el oráculo divino, y quien expresa a Dios en su hablar y accionar. De allí que sea tan importante para un filme, y gravite sobre toda la proyección fílmica, siendo el punto focal que atrae el general mirar.
=== Habacuc, como profeta, tenía esa peculiaridad de ser un íntimo de Yahweh, y su interrogante al Padre es escuchada atentamente por éste, quien desea contestarle con la rapidez que el caso requiere, haciendo del profeta su fuente emisora; y no sólo con el afán de gratificar su curiosidad o hacer un diálogo para gastar el tiempo. La preocupación de Habacuc era legítima, y su punto de vista sobre todo lo que apreciara, lo llevaba a la inquietud, admirándose de la aparente inacción divina al ver semejante espectáculo, réprobo e insólito por donde se le mirara. La no intervención divina no condecía con su sentido de la justicia, la equidad y la conducta que Dios estableciera como la norma para el espiritual andar de la nación elegida. ¿Qué era lo que estaba pasando? ¿Habría abandonado Dios a sus elegidos, entregándolos en las manos de la iniquidad de los que se habían pervertido? El Creador-Redentor no suele desligarse caprichosamente de sus elegidos, porque él tiene un auténtico espíritu de compromiso, respetando su pacto en toda su extensión; tanto para el amparo de la simiente de Abraham, como para las tratativas correspondientes en caso de irrespetar los mandamientos divinos: "Si, pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados; mas siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo" (1Co.11:31-32).
=== El enemigo inició desde hace seis mil años atrás una guerra de desgaste, batallando continuamente con los creyentes para que el reino no se establezca; para que la obra divina se trabe; para que se olvide el santo llamamiento que el Señor le hiciera a la Iglesia desde que ésta fuera comisionada para ir a todo el mundo a predicar el evangelio del reino a cada criatura, enseñándoles las cosas que él nos ha mandado, introduciéndolos en el panorama regio como hijos y herederos. Todo el deterioro y la contaminación que observamos hoy en el mundo, en el plano social, legal. comercial, religioso, etc.; es el resultado de la pérdida de la visión, misión y perspectiva, que ha tornado a la mayoría a una vida sin propósito, donde reinan los intereses propios, el egoísmo, el crimen; pero sobre todo, la intrascendencia. La ley es debilitada (al desautorizarla, y negarle su protagonismo sobre la vida nacional, y los juicios están hechos a la medida de la perversión y el abuso que priva a los pobres de su derecho, mientras la verdad es vapuleada y desechada, cercando los impíos al justo hasta desnaturalizar la vida que es conforme a la piedad, haciendo con la justicia una regla torcida, y las pesas y balanzas falsas las medidas legales. El Señor tiene que manifestarse, y esa fue la oración de Habacuc.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 12/03/2019 MENSAJE # 3080.
"La profecía que vio el profeta Habacuc: ¿Hasta cuándo, oh Yahweh, clamaré, y no oirás; y daré voces a ti a causa de la violencia, y no salvarás? ¿Por qué me haces ver iniquidad,. y haces que vea molestia? Destrucción y violencia están delante de mí, y pleito y contienda se levantan. Por lo cual la ley es debilitada, y el juicio no sale según la verdad; por cuanto el impío asedia al justo, por eso sale torcida la justicia".
=== Las cosas que los profetas llegaran a visualizar, en su panorama espiritual; después de interrogar a la Deidad sobre los eventos de los cuales eran testigos, como todos los demás; son consecuencia del contacto célico-pedestre, privilegio del cual carecían los circunstanciales autores y actores que podrían estar inmersos en los hechos sin entender lo que tuviera que ver con el propósito divino o la aplicación de la soberana voluntad de la Deidad con miras a la realización de su programación para las edades. El profeta no es un mero espectador de los acontecimientos, porque Dios no los puso en un plano pasivo en el aspecto histórico-profético; sino que los hizo partícipes y protagonistas de todo lo que la Deidad quería operar. Aquellos que hemos recibido a Cristo en nuestros corazones, y no estamos ejercitando nuestra autoridad y poder según la divina comisión, para constituirnos en instrumentos para la gloria y honor de nuestro Dios, no hemos entrado al plano consciente de nuestro llamamiento y vocación. Cuando Dios no te ha dado un rol protagónico, tú puedes ser parte del elenco secundario del divino accionar (un extra o un actor con un paso fugaz en el escenario, que viene, aparece y da un corto parlamento, y luego se va y desaparece de escena); es un personaje ocasional e intrascendente; pero cuando hay un rol mayor y principal, ya sea como segundo actor o protagonista, hablamos de un personaje principal, y el profeta es el oráculo divino, y quien expresa a Dios en su hablar y accionar. De allí que sea tan importante para un filme, y gravite sobre toda la proyección fílmica, siendo el punto focal que atrae el general mirar.
=== Habacuc, como profeta, tenía esa peculiaridad de ser un íntimo de Yahweh, y su interrogante al Padre es escuchada atentamente por éste, quien desea contestarle con la rapidez que el caso requiere, haciendo del profeta su fuente emisora; y no sólo con el afán de gratificar su curiosidad o hacer un diálogo para gastar el tiempo. La preocupación de Habacuc era legítima, y su punto de vista sobre todo lo que apreciara, lo llevaba a la inquietud, admirándose de la aparente inacción divina al ver semejante espectáculo, réprobo e insólito por donde se le mirara. La no intervención divina no condecía con su sentido de la justicia, la equidad y la conducta que Dios estableciera como la norma para el espiritual andar de la nación elegida. ¿Qué era lo que estaba pasando? ¿Habría abandonado Dios a sus elegidos, entregándolos en las manos de la iniquidad de los que se habían pervertido? El Creador-Redentor no suele desligarse caprichosamente de sus elegidos, porque él tiene un auténtico espíritu de compromiso, respetando su pacto en toda su extensión; tanto para el amparo de la simiente de Abraham, como para las tratativas correspondientes en caso de irrespetar los mandamientos divinos: "Si, pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados; mas siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo" (1Co.11:31-32).
=== El enemigo inició desde hace seis mil años atrás una guerra de desgaste, batallando continuamente con los creyentes para que el reino no se establezca; para que la obra divina se trabe; para que se olvide el santo llamamiento que el Señor le hiciera a la Iglesia desde que ésta fuera comisionada para ir a todo el mundo a predicar el evangelio del reino a cada criatura, enseñándoles las cosas que él nos ha mandado, introduciéndolos en el panorama regio como hijos y herederos. Todo el deterioro y la contaminación que observamos hoy en el mundo, en el plano social, legal. comercial, religioso, etc.; es el resultado de la pérdida de la visión, misión y perspectiva, que ha tornado a la mayoría a una vida sin propósito, donde reinan los intereses propios, el egoísmo, el crimen; pero sobre todo, la intrascendencia. La ley es debilitada (al desautorizarla, y negarle su protagonismo sobre la vida nacional, y los juicios están hechos a la medida de la perversión y el abuso que priva a los pobres de su derecho, mientras la verdad es vapuleada y desechada, cercando los impíos al justo hasta desnaturalizar la vida que es conforme a la piedad, haciendo con la justicia una regla torcida, y las pesas y balanzas falsas las medidas legales. El Señor tiene que manifestarse, y esa fue la oración de Habacuc.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 12/03/2019 MENSAJE # 3080.
EL ANÁLISIS DE LA CONDICIÓN DE LA NACIÓN ISRAELITA ERA REALMENTE DE TERROR, HACIENDO COLAPSAR LA CONFIANZA DEL PROFETA SOBRE EL DESTINO NACIONAL, CLAMANDO POR LA DIVINA INTERVENCIÓN.
ResponderEliminar