LIMA - PERÚ SÁBADO 09 DE MARZO DEL 2019 MENSAJE # 3077
SEGUNDA DE TIMOTEO 1:6-11.
"Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios, quien nos llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos, pero que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador, el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio, del cual yo fui constituido predicador, apóstol y maestro de los gentiles".
=== Esta segunda carta a Timoteo; y la postrera del ministerio apostólico paulino; nos muestra a un mentor espiritual que no es muy dado a detenerse para cantar un réquiem, o componer una endecha por el desaliento o el decaimiento de algún compañero de milicia. Pablo enumera hechos del pasado que significaran un hito en la historia del todavía joven Timoteo, y de todos los que tuvieran que ver en su fluir y que miraran el mismo como una promesa que debía realizarse ministerialmente. Pero cuando cada uno de esos puntos de apoyo le fuera retirado para debutar como ministro de Jesucristo, y escuchara críticas de algunos, y se mirara a sí mismo como un fiasco, todo se derrumbó dentro de él, dándole al enemigo y a sus detractores la razón, disolviéndose anímicamente, y arriando su estandarte de regios colores. Acto seguido, corrió más desesperado que Elías hacia su casa, buscando la comprensión de Eunice y Loida; recibiéndola a manos llenas al pensar en su "todavía tierno mancebo", al verlo preso de sus decepciones, y sintiéndose virtualmente anulado. El sentido común las .llevó a comunicarse con Pablo, a quien rogaran que interviniera en el recobro del varón llamado y dotado, para ser un insigne siervo de Dios, y no alguien que gimoteara por comprensión, perdón y restauración.
=== Pablo recuerda las cosas de antaño, y cómo la fe de Timoteo llegó a constituirse en una realidad que lo catapultó a la obra divinal, en la que no hay lugar a las licencias temporales o las renuncias. Dios lo había premunido de lo necesario para cubrir con éxito su rol como ministro. Todo lo que faltaba era AVIVAR EL DON RECIBIDO POR LA IMPOSICIÓN DE MANOS APOSTÓLICA. Y eso era algo que nadie podía hacer por él, y que tenía que hacer él mismo: "LEVÁNTATE, PORQUE ESTA ES TU OBLIGACIÓN, Y NOSOTROS ESTAREMOS CONTIGO; ESFUÉRZATE Y PON MANOS A LA OBRA" (Esd.10:4). Los falsos consuelos te mantienen cautivo, y justifican lo injustificable; te comprenden, en lugar de amonestarte; te dan un cómodo lecho para que repose tu falta de valor, y seques las lágrimas que tu pesar y tu irresponsabilidad hicieran brotar de tus ojos ante aquel desafío que excedió tus capacidades: "Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (PERO TÚ ERES RICO) ... No temas en nada lo que vas a padecer ... Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida" (Ap.2:9a-10a,c). Nuestra cobardía, de espiritual etiología (Pablo así lo afirma) debe ser rebatida y combatida con el espíritu de poder, esto es el recurso que Dios agregara para darle al diablo tan duro, que lo pensara dos veces antes de atacarnos; con el amor (ágape en griego), que implica el amor divino que no tiene fin, y que trasciende hacia otros desde nosotros; y el dominio propio o templanza que nos concede el equilibrio para mantenernos firmes y sin fluctuar en la profesión de nuestra esperanza.
=== La vergüenza, ese espíritu que parece tan minúsculo para el que está moviéndose con valentía, puede llegar a apoderarse de nosotros, y envolvernos con su rojo manto, haciéndonos sentir indignos y miserables; viendo al Dios que nos ungió, equipó y envió, como un ser impotente, que no tiene respuestas para el enemigo, y que sale de escena junto con el avergonzado y asustado que representa a la Deidad en una forma desastrosa. El ser TESTIGOS DE DIOS es la forma más insigne de representarlo, manifestando su poder, su amor, y nuestra certeza como sus servidores. Nuestro llamamiento santo (separado, dedicado y consagrado), no se basa en nuestra dignidad o valía personal; sino en todos los recursos y dotaciones que él nos atribuyera. Y es porque él ha sacado a luz la vida y la inmortalidad, que nosotros caminamos conscientes de lo que somos, tenemos y podemos. Que la cobardía esté bien lejos de los que han salido de parte de Dios para vencer.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 09/03/2019 MENSAJE # 3077.
"Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios, quien nos llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos, pero que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador, el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio, del cual yo fui constituido predicador, apóstol y maestro de los gentiles".
=== Esta segunda carta a Timoteo; y la postrera del ministerio apostólico paulino; nos muestra a un mentor espiritual que no es muy dado a detenerse para cantar un réquiem, o componer una endecha por el desaliento o el decaimiento de algún compañero de milicia. Pablo enumera hechos del pasado que significaran un hito en la historia del todavía joven Timoteo, y de todos los que tuvieran que ver en su fluir y que miraran el mismo como una promesa que debía realizarse ministerialmente. Pero cuando cada uno de esos puntos de apoyo le fuera retirado para debutar como ministro de Jesucristo, y escuchara críticas de algunos, y se mirara a sí mismo como un fiasco, todo se derrumbó dentro de él, dándole al enemigo y a sus detractores la razón, disolviéndose anímicamente, y arriando su estandarte de regios colores. Acto seguido, corrió más desesperado que Elías hacia su casa, buscando la comprensión de Eunice y Loida; recibiéndola a manos llenas al pensar en su "todavía tierno mancebo", al verlo preso de sus decepciones, y sintiéndose virtualmente anulado. El sentido común las .llevó a comunicarse con Pablo, a quien rogaran que interviniera en el recobro del varón llamado y dotado, para ser un insigne siervo de Dios, y no alguien que gimoteara por comprensión, perdón y restauración.
=== Pablo recuerda las cosas de antaño, y cómo la fe de Timoteo llegó a constituirse en una realidad que lo catapultó a la obra divinal, en la que no hay lugar a las licencias temporales o las renuncias. Dios lo había premunido de lo necesario para cubrir con éxito su rol como ministro. Todo lo que faltaba era AVIVAR EL DON RECIBIDO POR LA IMPOSICIÓN DE MANOS APOSTÓLICA. Y eso era algo que nadie podía hacer por él, y que tenía que hacer él mismo: "LEVÁNTATE, PORQUE ESTA ES TU OBLIGACIÓN, Y NOSOTROS ESTAREMOS CONTIGO; ESFUÉRZATE Y PON MANOS A LA OBRA" (Esd.10:4). Los falsos consuelos te mantienen cautivo, y justifican lo injustificable; te comprenden, en lugar de amonestarte; te dan un cómodo lecho para que repose tu falta de valor, y seques las lágrimas que tu pesar y tu irresponsabilidad hicieran brotar de tus ojos ante aquel desafío que excedió tus capacidades: "Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (PERO TÚ ERES RICO) ... No temas en nada lo que vas a padecer ... Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida" (Ap.2:9a-10a,c). Nuestra cobardía, de espiritual etiología (Pablo así lo afirma) debe ser rebatida y combatida con el espíritu de poder, esto es el recurso que Dios agregara para darle al diablo tan duro, que lo pensara dos veces antes de atacarnos; con el amor (ágape en griego), que implica el amor divino que no tiene fin, y que trasciende hacia otros desde nosotros; y el dominio propio o templanza que nos concede el equilibrio para mantenernos firmes y sin fluctuar en la profesión de nuestra esperanza.
=== La vergüenza, ese espíritu que parece tan minúsculo para el que está moviéndose con valentía, puede llegar a apoderarse de nosotros, y envolvernos con su rojo manto, haciéndonos sentir indignos y miserables; viendo al Dios que nos ungió, equipó y envió, como un ser impotente, que no tiene respuestas para el enemigo, y que sale de escena junto con el avergonzado y asustado que representa a la Deidad en una forma desastrosa. El ser TESTIGOS DE DIOS es la forma más insigne de representarlo, manifestando su poder, su amor, y nuestra certeza como sus servidores. Nuestro llamamiento santo (separado, dedicado y consagrado), no se basa en nuestra dignidad o valía personal; sino en todos los recursos y dotaciones que él nos atribuyera. Y es porque él ha sacado a luz la vida y la inmortalidad, que nosotros caminamos conscientes de lo que somos, tenemos y podemos. Que la cobardía esté bien lejos de los que han salido de parte de Dios para vencer.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 09/03/2019 MENSAJE # 3077.
CELEBRAMOS LA GLORIOSA IMPARTICIÓN DEL APÓSTOL, Y LA TOMAMOS A NIVEL PERSONAL, PORQUE TODOS PASAMOS POR CRISIS SIMILARES EN ALGÚN MOMENTO DE NUESTRA HISTORIA MINISTERIAL PARTICULAR.
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