LIMA - PERÚ LUNES 25 DE MARZO DEL 2019 MENSAJE # 3092
ÉXODO 23:20-22, 27, 29-30.
"He aquí yo envío mi Ángel delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he preparado. Guárdate delante de él, y oye su voz; no le seas rebelde; porque él no perdonará vuestra rebelión, porque mi nombre está en él. Pero si en verdad oyes su voz e hicieres todo lo que te dijere, seré enemigo de tus enemigos, y afligiré a los que te afligieren ... Yo enviaré mi terror delante de ti, y consternaré a todo pueblo donde entres, y te daré a cerviz de todos tus enemigos ... No los echaré de delante de ti en un año, para que la tierra no quede desierta, y se aumenten contra ti las fieras del campo. Poco a poco los echaré de delante de ti, hasta que te multipliques y tomes posesión de la tierra".
=== Después de dar las pautas y las normas básicas para lo que sería el plano interrelacional entre los componentes del pueblo de Dios, y las tres fiestas anuales que consolidaran el compromiso entre el Señor y su pueblo, el Padre hará notoria su presencia, yendo a la cabeza del pueblo de Dios para obtener su herencia, y mostrando hasta qué punto su demanda de santidad, honor y respeto para él, han de destacar su panorama relacional con la descendencia de Abraham como sus escogidos. Los privilegios de la interacción divino-humana, harían surgir responsabilidades ineludibles, de modo que la fusión divino-humana marque nítida y específicamente que ellos son el pueblo de Dios, y que lo que hacen es obrar su perfecta voluntad, de modo que obtengan el agrado divino, y alcancen su herencia. Este es el espíritu de compromiso que muestra la gloria célico-pedestre que deberá caracterizar al pueblo de Dios como sus auténticos representantes, haciendo de este vínculo algo sagrado, continuo y perenne. Veamos los valores inherentes a la divina oferta para el pueblo de Dios.
=== Dios envía su Ángel delante de la nación escogida para que sea su cobertura y su amparo, el muro de fuego que los protege durante el trámite de su desplazamiento a la gloria, y luego se convierta en el Ariete que ataque con tal fortaleza las defensas enemigas, que les franquee el paso, y los conduzca a la toma de posesión del territorio prometido, conforme a su determinación anterior. Luego, advierte a todos de modo muy solemne que la honra, el respeto y la obediencia que se le debe al Ángel Yahweh, no admite concesiones de ningún tipo, sometiéndose al más dócil acatamiento, para constituirse en una divina extensión que ejecute su perfecta voluntad a su sazón. Habían de estar muy atentos a su voz, sin resistencias ni cuestionamientos, ni mohínes de disgusto. La rebelión, que es la abierta posición al divino accionar (activa o pasivamente), tendría tolerancia 0; y como se ejecuta a un traidor o desertor en tiempo de guerra, así obraría el Ángel contra los insurrectos. Así, en contraposición, si hay la inmediata obediencia, y las órdenes se ejecutan sin dudas ni murmuraciones, todas las cosas se convertirán en recursos válidos para la victoria sobre los enemigos: OBEDIENCIA = VICTORIA Y TRIUNFO; DESOBEDIENCIA = DESASTRE Y DESECHAMIENTO. Había, pues, que disponerse para que los términos de la herencia se convirtieran en la inmediata adjudicación.
=== El Señor imprimiría en el enemigo tal cobardía, que a la vista del pueblo judío, los habitantes de Canaán, de tamaño colosal, se verían como indefensos pigmeos ante el ejército invasor (el pueblo israelita), procediendo a huir e inhibirse del combate; y el pueblo de Dios vería humillado al contingente armado que contra ellos se aparejara. No sólo para la primera ciudad invadida; sino para todas en todo el territorio que Dios les daría como herencia. Las victorias irían sumándose progresivamente, de modo que la resistencia se viera abatida poco a poco, de modo que el control sobre la tierra de promisión permaneciera estable, hasta que la población judía fuera la suficiente para someter y llegara a cubrir el número de personas que pudieran mantener el dominio sobre la vasta heredad que les tocara. El divino obrar entendía una acción sistemática, ordinal, justa y proporcional, sin dejar espacios vacíos o áreas desprotegidas.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 25/03/2019 MENSAJE # 3092.
"He aquí yo envío mi Ángel delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he preparado. Guárdate delante de él, y oye su voz; no le seas rebelde; porque él no perdonará vuestra rebelión, porque mi nombre está en él. Pero si en verdad oyes su voz e hicieres todo lo que te dijere, seré enemigo de tus enemigos, y afligiré a los que te afligieren ... Yo enviaré mi terror delante de ti, y consternaré a todo pueblo donde entres, y te daré a cerviz de todos tus enemigos ... No los echaré de delante de ti en un año, para que la tierra no quede desierta, y se aumenten contra ti las fieras del campo. Poco a poco los echaré de delante de ti, hasta que te multipliques y tomes posesión de la tierra".
=== Después de dar las pautas y las normas básicas para lo que sería el plano interrelacional entre los componentes del pueblo de Dios, y las tres fiestas anuales que consolidaran el compromiso entre el Señor y su pueblo, el Padre hará notoria su presencia, yendo a la cabeza del pueblo de Dios para obtener su herencia, y mostrando hasta qué punto su demanda de santidad, honor y respeto para él, han de destacar su panorama relacional con la descendencia de Abraham como sus escogidos. Los privilegios de la interacción divino-humana, harían surgir responsabilidades ineludibles, de modo que la fusión divino-humana marque nítida y específicamente que ellos son el pueblo de Dios, y que lo que hacen es obrar su perfecta voluntad, de modo que obtengan el agrado divino, y alcancen su herencia. Este es el espíritu de compromiso que muestra la gloria célico-pedestre que deberá caracterizar al pueblo de Dios como sus auténticos representantes, haciendo de este vínculo algo sagrado, continuo y perenne. Veamos los valores inherentes a la divina oferta para el pueblo de Dios.
=== Dios envía su Ángel delante de la nación escogida para que sea su cobertura y su amparo, el muro de fuego que los protege durante el trámite de su desplazamiento a la gloria, y luego se convierta en el Ariete que ataque con tal fortaleza las defensas enemigas, que les franquee el paso, y los conduzca a la toma de posesión del territorio prometido, conforme a su determinación anterior. Luego, advierte a todos de modo muy solemne que la honra, el respeto y la obediencia que se le debe al Ángel Yahweh, no admite concesiones de ningún tipo, sometiéndose al más dócil acatamiento, para constituirse en una divina extensión que ejecute su perfecta voluntad a su sazón. Habían de estar muy atentos a su voz, sin resistencias ni cuestionamientos, ni mohínes de disgusto. La rebelión, que es la abierta posición al divino accionar (activa o pasivamente), tendría tolerancia 0; y como se ejecuta a un traidor o desertor en tiempo de guerra, así obraría el Ángel contra los insurrectos. Así, en contraposición, si hay la inmediata obediencia, y las órdenes se ejecutan sin dudas ni murmuraciones, todas las cosas se convertirán en recursos válidos para la victoria sobre los enemigos: OBEDIENCIA = VICTORIA Y TRIUNFO; DESOBEDIENCIA = DESASTRE Y DESECHAMIENTO. Había, pues, que disponerse para que los términos de la herencia se convirtieran en la inmediata adjudicación.
=== El Señor imprimiría en el enemigo tal cobardía, que a la vista del pueblo judío, los habitantes de Canaán, de tamaño colosal, se verían como indefensos pigmeos ante el ejército invasor (el pueblo israelita), procediendo a huir e inhibirse del combate; y el pueblo de Dios vería humillado al contingente armado que contra ellos se aparejara. No sólo para la primera ciudad invadida; sino para todas en todo el territorio que Dios les daría como herencia. Las victorias irían sumándose progresivamente, de modo que la resistencia se viera abatida poco a poco, de modo que el control sobre la tierra de promisión permaneciera estable, hasta que la población judía fuera la suficiente para someter y llegara a cubrir el número de personas que pudieran mantener el dominio sobre la vasta heredad que les tocara. El divino obrar entendía una acción sistemática, ordinal, justa y proporcional, sin dejar espacios vacíos o áreas desprotegidas.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 25/03/2019 MENSAJE # 3092.
DIOS SE TOMA SU TIEMPO PARA COMUNICARNOS CADA UNA DE SUS DIRECTIVAS. SEAMOS PACIENTES PARA RECIBIR LA ADECUADA INFORMACIÓN Y OBRAR DE CONSUNO CON ÉL, CONFORME A SU VOLUNTAD, Y AGRADÁNDOLE EN TODO.
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