LIMA - PERÚ MIÉRCOLES 06 DE MARZO DEL 2019 MENSAJE # 3074
JONÁS 3:10 - 4:-1-3, 10-11.
"Y vio Dios lo que hicieron, que se convirtieron de su mal camino; y se arrepintió del mal que había dicho que les haría, y no lo hizo. Pero Jonás se apesadumbró en extremo, y se enojó. Y oró a Yahweh y dijo: Ahora, oh Yahweh, ¿no es esto lo que yo decía estando aún en mi tierra? Por eso me apresuré a huir a Tarsis; porque sabía yo que tú eres Dios clemente y piadoso, tardo en enojarte, y que te arrepientes del mal. Ahora, pues, oh Yahweh, te ruego que me quites la vida, porque mejor me es la muerte que la vida ... Entonces dijo Yahweh a Jonás: ¿Tanto te enojas por la calabacera? ... Y dijo Yahweh: Tuviste tú lástima de la calabacera, en la cual no trabajaste, ni tú la hiciste crecer; que en espacio de una noche nació, y en espacio de otra noche pereció. ¿Y no tendré yo piedad de Nínive, aquella gran ciudad donde hay más de ciento veinte mil personas que no saben discernir entre su mano derecha y su mano izquierda, y muchos animales?".
=== El llamamiento de Jonás para una comisión que lo llevaría a Nínive para advertirles de lo que sobre ellos vendría por causa de sus maldades, hizo que éste se apresurase a huir hasta Tarsis, con el afán de no servir a Yahweh para mostrarle a los ninivitas su gran misericordia. Eventualmente, nuestro conocimiento de Dios y de su naturaleza misericordiosa, nos hace sentirnos mal, porque no rimamos con él en ese asunto particular; pues mientras él ofrece su gran misericordia, nosotros clamamos por venganza, o queremos actuar desquitándonos; mirando como un tropiezo el obrar divinal. Nuestra visión de los hechos -siempre limitada o sesgada- no nos permite ver las cosas en el plano de las edades, circunscribiéndose al momento, y a las cosas que antaño hubieran pasado, pesando en nuestras heridas conciencias más que las más prudentes razones o argumentos que nuestro sentido común pueda promover para un consciente accionar en una célico-pedestre coincidencia.
=== Para Jonás, que interactuara con Dios a su sazón, eso era lo que más temía; y se sintió íntimamente frustrado cuando Dios no procedió a castigarlos con una sumaria destrucción, por ser la nación más cruel y despiadada que conociera, y por todo el daño que ella hiciera entre sus vecinos. El perdón, o la suspensión del castigo; no era algo que existiera en el programa justiciero del patriota hebreo, quien suponía que fuera mejor deshacerse de aquella casta como un favor para la humanidad. Dado que al profeta le fuera dado visualizar el juicio divino en el celeste tribunal, salió del recinto de la corte dando un portazo, haciendo notorio su rechazo y desacuerdo con el veredicto (Véase el 4:1). Y luego, entrando en intimidad con la Deidad, le planteó su lógico reclamo, dando razón a Dios, y a los lectores, de por qué actuó así al huir a Tarsis, y compartiéndonos su convicción acerca de cómo es Dios: "... Porque sabía yo que tú eres Dios clemente y piadoso, tardo en enojarte, y de gran misericordia, y que te arrepientes del mal" (Jon.4:2b). ¿Tenemos nosotros una convicción así de nuestro Señor y Dios, para que sepamos cómo pensar de él?
=== Y luego, en su diálogo con Jonás, el Señor llevará al enojado profeta a pensar en su afecto de veinticuatro horas para con la calabacera que lo cubriera del calor abrasador de la región ninivita, trayéndole consuelo y confortamiento con su efímera presencia, pasando en sus aflicciones del enojo recalcitrante al momentáneo alivio, y sintiendo dicha en medio de su enojo implacable. En la mentalidad y los sentimientos encontrados de Jonás, el Señor lo llevó a meditar sobre su actitud, la cual el profeta consideraba absoluta y final, demandando su muerte inmediata como un divino y justo favor. Y el Padre lo llevó a contrapesar su sentido de la justicia, y su dictamen apriorístico sobre la ciudad de Nínive y sobre la calabacera, y al traer ambas cosas a pesarlas en la balanza, Dios pone en el tapete el valor atribuible a la sombra de la calabacera, y a las ciento veinte mil vidas que estaban en Nínive, que fueron creadas por Dios, que demostraban una gran ignorancia e incapacidad para discernir la vida en la forma que Dios la viera y la compusiera. Nínive era digna del castigo divino, porque su naturaleza perversa merecía tal sino; pero la misericordia divina quería mostrarles la senda de la piedad como una opción para la vida, con ese lado de Dios que Jonás conocía bien, pero que no aplicara con la sabiduría y entendimiento del caso. ¿Nos precipitaremos, actuando como Jonás; o nos daremos una opción para operar como Dios, dentro de su contexto? El lector acucioso tiene la respuesta.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 06/03/2019 MENSAJE # 3074.
DIOS SIEMPRE TIENE PARA NOSOTROS PROFUNDAS LECCIONES ACERCA DE SU OBRAR SOBERANO, EL MISMO QUE PUEDE SER OBSERVADO SERENAMENTE, SIN PREJUICIOS NI SUPUESTOS, PUES ELLO DAÑARÁ NUESTRA PERCEPCIÓN DE LOS HECHOS. DEJEMOS QUE YAHWEH SIGA SIENDO NUESTRO MAESTRO.
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