LIMA - PERÚ MIÉRCOLES 18 DE NOVIEMBRE DEL 2015
COMENTARIO EXEGÉTICO DEL LIBRO DE LOS HECHOS
Hechos 18:18-23.
"Mas Pablo, habiéndose detenido aún muchos días allí, después se despidió de los hermanos y navegó a Siria, y con él Priscila y Aquila, habiendose rapado la cabeza en Cencrea, porque tenía hecho voto. Y llegó a Éfeso, y los dejó allí; y entrando en la sinagoga, discutía con los judíos, los cuales le rogaron que se quedase con ellos por más tiempo; mas no accedió, sino que se despidió de ellos, diciendo: Es necesario qu en todo caso yo guarde en Jerusalén la fiesta que viene; pero otra vez volveré a vosotros, si Dios quiere. Y zarpó de Éfeso. Habiendo arribado a Cesarea, subió para saludar a la iglesia, y luego descendió a Antioquía. Y después de estar allí algún tiempo, salió, recorriendo por orden la región de Galacia y Frigia, confirmando a todos los discípulos".
*** Pablo, las sinagogas, y los tribunales, y las salidas estrepitosas de los lugares que visitara; formaban parte de su histórica participación en el ministerio apostólico, convirtiéndose ello en un estándar. Si embargo, su visita y estadía en Corinto tuvo un efecto balsámico; pero no aletargante. Digo esto porque normalmente todos disfrutamos de la tranquilidad, y nos agrada estar en lugares donde podamos ejercer nuestro ministerio serenamente. Pero Dios había destinado a Pablo a un ministerio itinerante, fundacional (en cuanto a plantar iglesias, y el ser un hagiógrafo notable, escribiendo la mitad de nuestro Nuevo Testamento), y el estar quieto en alguna parte no era parte de su beneplácito, salvo que la Deidad lo ubicara en el contexto de su propósito, como en esta ocasión en Corinto.
*** La comisión apostólica, ordenada por el Padre en forma específica, gravitaba en la mente del hombre de Tarso, impulsándolo a volver a su cuartel general en Siria. En este viaje de retorno lo acompañaron Priscila y Aquila (nótese que el nombre de ella se antepone al de él, lo cual no se acostumbra en Israel; pero en cuanto a la obra evangelística ella parecía estar mucho más interesada que Aquila, sin desmerecer para nada su participación). El ojo observador del historiador de la iglesia nos participa las cosas tal cual las ve, omitiendo el opinar al respecto. No se nos dice nada de Silas y Timoteo después de Hechos 18:5; haciendo más obvio el protagonismo de Pablo. Se menciona el rapado de la cabeza del apóstol por un voto que había hecho (¿Nazareato?), lo cual realizó en Cencrea.
*** Un viaje directo al noreste, los llevó hasta Éfeso, donde Pablo dejara a Priscila y Aquila. Y como era norma en él en todo lugar al que llegara donde hubiera una sinagoga, entró a compartir y a discutir con los judíos; pero no hubo aquí persecución ni rechazo; sino una gentil invitación a quedarse con ellos por más tiempo, algo a lo que el apóstol no accedió (algo le urgía, y tenía que ver con la celebración de una fiesta al Señor); no era, pues, algo descortés en Pablo; sino un motivo muy específico e ineludible. Una promesa de retornar a Éfeso en otro momento, condicionada al deseo del Señor, brotó de sus labios. Y zarpó de Éfeso.
*** El largo viaje hasta Cesarea, atravesando el mar Mediterráneo, transcurrió serenamente. Al llegar, subió para saludar a toda la iglesia, trasladándose luego hacia Antioquía de Siria. Los hermanos, en el cuartel general del apostolado al gentilicio, gozaron de la presencia paulina por un tiempo. Un llamado divinal lo hizo desplazarse, esta vez por tierra, hacia el norte, para ir de nuevo hacia el noroeste, confirmando a todas las iglesias de aquellas regiones, de Galacia y de Frigia, consolidando sus discipulados, armonizando los principios y las prácticas eclesiales, conforme a la palabra de Dios.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 18/11/2015
SI NOS HABÍAMOS ACOSTUMBRADO A VER A PABLO, Y AL EQUIPO MINISTERIAL SIENDO ECHADOS DE CADA CIUDAD QUE VISITARAN, AQUÍ DIOS HACE UNA PAUSA, Y DIOS LE PERMITE A PABLO REGRESAR A SU CUARTEL GENERAL SIN DEMASIADAS MAGULLADURAS, Y SINTIENDO QUE EL MUNDO SE ABRÍA AL EVANGELIO, LO CUAL FUE MUY GRATO PARA ÉL.
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