LIMA - PERÚ DOMINGO 31 DE MAYO DEL 2015
COMENTARIO EXEGÉTICO DE LA PRIMERA EPÍSTOLA DEL APÓSTOL PABLO A LOS CORINTIOS
Primera de Corintios 11:1-7
"Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo. Os alabo, hermanos, porque en todo os acordáis de mí, y retenéis las instrucciones tal como os las entregué. Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo. Todo varón que ora o profetiza con la cabeza cubierta, afrenta su cabeza. Pero toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, afrenta su cabeza; porque los mismo es que si se hubiese rapado. Porque si la mujer no se cubre, que se corte también el cabello; y si le es vergonzoso a la mujer cortarse el cabello o raparse, que se cubra. Porque el varón no debe cubrirse la cabeza, pues él es imagen y gloria de Dios; pero la mujer es gloria del varón".
*** La conclusión del capítulo 10 puede observarse claramente en el verso 1, donde Pablo aduce que sus actitudes a nivel fraterno, son la réplica fiel del accionar de Jesús para con aquellos que le eran allegados, tanto en la tolerancia inicial, como en la formación espiritual de los mismos. El Señor fue maestro en lo concerniente a la paciencia.
*** Al ir al punto de la autoridad asignada a los creyentes a nivel eclesial, él los felicita por su puntual observación de las instrucciones dadas por el apóstol con anterioridad, y en esta ocasión introduce algo inherente al fluir congregacional, y el orden asignado a los sexos en cuanto a la oración y el profético fluir.
*** Al referirse a Cristo como la cabeza de todo varón, alude al principio de autoridad que rige en las iglesias (la cabeza infiere la autoridad, el comando en la dirección, y el honor en cuanto al ejercicio de la misma en el trámite cultual). Dado que la cabeza es lo que está por encima de todo el cuerpo, poseyendo los cinco sentidos con su amplio espectro para oír, pensar, hablar, oler, gustar, poseer un alto grado de sensibilidad, y dirigir y definir toda acción supeditada a su juicio en el andar; somos llamados a considerarla en ese mismo plano, dándole el espacio para gobernarnos en todas las áreas.
*** El varón, como cabeza de la mujer, ha de considerar su sentido de responsabilidad por cada decisión tomada (ya sea que entienda su delicada posición, o que sea un mandado de mujer, y no sepa más que ser su eco por su "debilidad" por ella...pregúntenle a Adán, y después a los "peleles" que conozca). Cuando Dios castigó a Acán en el valle de Acor, incluyó a toda su familia y sus bienes en el juicio que sobre él operara, implicando que el principio se mantiene vivo hasta hoy como una realidad espiritual vigente (Jos.7:24-26;24:15; Hch.16:31; 1Ti.3:4; Tit.1:6)
*** Ser un varón, implica el ser una ayuda idónea para Dios, dentro del contexto de nuestra autoridad interpretando su deseo en todo. No somos dictadores; sino gobernantes establecidos por Dios para obrar conforme a su voluntad. Todo exceso o abuso habrá de ser juzgado y castigado. Y si una mujer, debido a las fallas del esposo, o sus ansias por la autoridad, usurpa su lugar en el hogar, será castigada también, pues pone a su casa en lazo de maldición al desobedecer el orden divinal.
*** Al referirse a Dios como la cabeza de Cristo, nos comunica la gloria de la que éste está revestido, incluyendo su elección, su llamamiento, su unción y su representación; razón por la que no debe ser cubierta. Así, pues, el varón no puede cubrir su cabeza, porque esta es gloria de Cristo; y si la cubre comete una afrenta contra su Señor. En contraposición, si la mujer ora o profetiza con la cabeza descubierta, afrenta a su marido al negar su cubierta legal y su autoridad. La autoridad comprende la sumisión y la comunión, Cuando se siguen las reglas, se establece un orden, un sentido y una comunión dirigida a guardar una dignidad que el Padre solicita: de la mujer, al varón; del varón, a Cristo; y de Cristo, a Dios Padre.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 31/05/2015
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 31/05/2015