LA SOLEMNE ADVERTENCIA APOSTÓLICA PARA QUE NUESTROS CORAZONES NO SE ENTRAMPEN CON LO PASAJERO; PARA QUE ESTABLEZCAMOS UN SANO FLUIR Y UN MADURO VIVIR QUE PRODUZCA LA ADECUADA SAZÓN QUE SATISFAGA EL AGRADO DIVINAL. UN ORDEN PRECISO DE PRIORIDADES SIGNARÁ NUESTRO ANDAR Y ESTABLECERÁ NUESTRA META Y TRIUNFO.

LIMA - PERÚ  VIERNES 08 DE MAYO DEL 2015

COMENTARIO EXEGÉTICO DE LA PRIMERA EPÍSTOLA DEL APÓSTOL PABLO A LOS CORINTIOS.

Primera de Corintios 7:29-31

"Pero esto digo, hermanos: que el tiempo es corto; resta, pues, que los que tienen esposa sean como si no la tuviesen; y los que lloran, como si no llorasen; y los que se alegran, como si no se alegrasen; y los que compran, como si no poseyesen; y los que disfrutan de este mundo, como si no lo disfrutasen; porque la apariencia de este mundo se pasa".

*** Pablo apelará aquí al asunto de la dedicación, y el establecimiento de las prioridades a la luz del servicio a Dios, y al sentido de urgencia que lo incentivara a él para darle al Señor las primicias de nuestra fortaleza, vocación y perspectiva. Para él, como ministro de Dios y como maestro de otros, es preciso establecer sus prioridades, entendiendo los valores éticos fundamentales, los complementarios y los suplementarios, cediéndoles espacio y tiempo sobre la base de su utilidad trascendente. Hemos de asumir lo básico de lo fundamental; lo que debe ser añadido para completar, terminar o perfeccionar algo (lo complementario); y aquello que habrá de suplir la falta de algo, adicionándose a lo principal; cada uno según su utilidad dentro de un propósito específico. Veamos:

*** La cónyuge, como ayuda idónea, es de importancia vital y trascendente en el plan divinal; pero la cónyuge, como tu guía o dios particular, que te aleja de tus prioridades, no es conforme a lo acordado por el Señor para la pareja edénica, violando el pacto y desviándote del propósito para el que fuiste creado y aparejado. Ella fue asignada como complemento para el divino fluir, según la Palabra (Gn.2:18,21-24). Si somos sabios, hemos de mantener el orden de prioridades sin cambiar nuestra escala de valores particulares, trastornando nuestro llamamiento y elección. Aquí no hay ninguna intimación al abandono de la consorte, sino a ejercer una exacta valoración del rol interpretativo para todo ser creado, y a nivel eclesial, ¡cuánto más!

*** Así como Samuel fue reprendido por el Señor para secar sus lágrimas de dolor por la caída de Saúl, y promover la presencia de un nuevo rey, elegido por Dios conforme a su corazón, así hemos de asumir con nuestros lutos, abandonos y deserciones, madurando y entendiendo que la vida continúa, y que el designio divino tiene que seguir su curso para alcanzar la cobertura apropiada. Que el luto y la procesión que van por dentro, no detengan el propósito divino (Esd.10:1-5;4e) "Levántate, porque esta es tu obligación, y nosotros estaremos contigo; esfuérzate, y pon manos a la obra".

*** Si nuestras celebraciones no parecen tener fin, podemos caer en la trampa del triunfalismo (Ec.2:1-2). Recordemos que esto no es una batalla o dos, sino una campaña, la misma que no concluye hasta la conquista total del territorio, y hasta haber puesto todo enemigo a las plantas de los pies del Señor, a su estrado (He.10:12-13). Así como el fútbol peruano ha vivido de recuerdos, y no ha ido a un mundial desde hace más de treinta años; así acontece con aquel que recuerda sus tiempos idos, y no comprende la necesidad de actualizarse pensando en los nuevos retos. A renovarse vencedores de antaño y esclavos de hogaño (Jue.6:13).

*** ¿Recordamos al joven rico de Mateo 19:16-23? Él no poseía muchas riquezas, éstas lo poseían a él, y por eso renunció al discipulado, quedándose como "imperfecto". Al pedir Pablo que los que compran fuera como si no poseyesen, se refería a esto mismo, haciéndonos ver las cuerdas que nos retienen, el engaño de las riquezas, y las prisiones del éxito momentáneo.

*** La magia de la apariencia, es semejante al espejismo en un lugar de excesivo calor; te hace ver lo que quieres, pero cuando llegas al imaginado paraíso, la arena caliente te hace saber que allí no hay ningún oasis, haciendo de tu ánimo un desencanto, y de tu sentir un fiasco. Lo pasajero, lo postizo, lo perentorio, son las señales más notorias del presente siglo malo, donde nada parece ser verdad y todo es mentira, todo es según el color del cristal con el que se mira. Y Pablo nos advierte una vez más a que no nos quedemos presos de una ilusión, una quimera o una fantasía. ¡Cristianos de todas partes, maduremos!

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA   08/05/2015