miércoles, 6 de mayo de 2015

LAS INSTANCIAS APOSTÓLICAS BUSCAN CONFORTAR EL ÁNIMO DE LOS CREYENTES, DÁNDOLES UN CONVENIENTE ENFOQUE PARA QUE SE JUZGUEN EN EL SEÑOR, Y NO EN LAS APARIENCIAS. QUE NUESTRO JUICIO ACERCA DE NUESTROS HERMANOS SE CENTRE EN LO QUE DIOS HA HECHO, Y SIGUE HACIENDO CON, Y A TRAVÉS DE ELLOS, ASUMIENDO SUS ESTADOS EN TIEMPO REAL; Y NO EN LO QUE HAYAN SIDO O SEAN FUERA DE LAS PAREDES DEL TEMPLO.

LIMA - PERÚ  MIÉRCOLES 06 DE MAYO DEL 2015

COMENTARIO EXEGÉTICO DE LA PRIMERA EPÍSTOLA DEL APÓSTOL PABLO A LOS CORINTIOS

Primera de Corintios 7:21-24.

"¿Fuiste llamado siendo esclavo? No te dé cuidado; pero también, si puedes hacerte libre, procúralo más. Porque el que en el Señor fue llamado siendo esclavo, liberto es del Señor; asimismo el que fue llamado siendo libre, esclavo es de Cristo. Por precio fuisteis comprados; no os hagáis esclavos de los hombres. Cada uno, hermanos, en el estado en que fue llamado, así permanezca para con Dios".

*** Al referirse Pablo al estado en el que fuimos llamados, se refiere a nuestra condición delante de Dios y de los hombres. Tres aspectos troncales trata él aquí: El matrimonio, la circuncisión y la esclavitud. Así, pues, la ligadura conyugal; el pacto o compromiso con Dios; y la situación social delante de los hombres, resultan tres aspectos considerables para saber cómo mantener nuestro plano relacional con la Deidad. Los matrimonios, no deben disolverse necesariamente (salvo que el cónyuge no creyente decida separarse, desobligando el compromiso por su parte y dejando en libertad al consorte creyente para seguir con su vida a título personal); en el caso religioso o confesional, no somos llamados a judaizar simbólicamente, sino a obedecer los mandamientos divinos como una realidad vigente y viviente; y no ilusa o hipotéticamente, algo que era clásico en el judaísmo falso: "decir, y no hacer". Asimismo se exhorta a la persona en lo concerniente a su relación social, haciendo ver que la misma no es impedimento para su fe, y que no debe dejar de hacer lo que esté en su poder para alcanzar su libertad, si ello es factible.

*** Las condiciones sociales pueden cambiar si se aplica la verdad del servicio a Dios, donde los legos pueden ser príncipes (un esclavo puede enseñar a su dueño los asuntos de la fe dentro de la comunión eclesial, donde desaparecen las categorías y las diferencias ante aquel que no hace acepción de personas), y los señores, pasen a ser doctrinados y enseñados por los que son sus esclavos en su hogar o propiedad, constituyendo a los príncipes en esclavos de sus siervos. El día que lleguemos a entender que nuestra condición social no prima en el ámbito eclesial, dejaremos de asistir a la iglesia con nuestros siervos vestidos del riguroso uniforme de la servidumbre, y premuniremos a los mismos con lo mejor para presentarse dignamente ante el Rey de reyes y Señor de señores, que por todos muriera, y que a todos redimiera, para hacernos uno en Cristo Jesús. Que la congregación de libertos en el Señor les permita a los pescadores, y cobradores de impuestos y terroristas, ser elegidos como apóstoles, aprendiendo a respetarlos por causa de su elección, unción y proyección espiritual. Si Jesús lo hizo, ¿por qué nosotros no lo hacemos?

*** El estado no cambia, la valoración basada en la elección, nos permite ver el derramado amor divino indistintamente, no siendo afectados por nuestros conceptos particulares, sino por la doctrina con la que somos enseñados y en las que estamos establecidos como hermanos, y no como seres superiores e inferiores. 

*** El Señor ha pagado un precio muy alto por todos nosotros, y no debemos dejar que la tentación por esclavizarnos a algo, o a alguien, se apodere de nosotros. Nuestro servicio ha de ser a Dios, a la gente que Dios ungiera para ser dirigidos al plano eternal y por quienes hemos de sentir el mayor respeto, y por aquellos que fueran elegidos para conducirnos hacia la heredad celestial. Que el honor y el respeto de los unos hacia los otros nos ponga en vereda respecto a nuestra participación utilitaria a nivel corporativo, haciendo que reine el amor fraternal. Recuerde, nuestro estado es aquel al que el Señor nos ha integrado, y en él debemos permanecer.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA  06/05/2015

1 comentario:

  1. DIOS NOS TIENE RESERVADO UN LUGAR DE GLORIA, Y NO PODEMOS VESTIR A NUESTROS HERMANOS UNGIDOS CON HARAPOS, NI TRATAR A LOS HIJOS DE DIOS DESPECTIVA O PEYORATIVAMENTE. EL HONOR Y EL RESPETO HAN DE SER EL LENGUAJE Y LA ACTITUD QUE DEBE GOBERNAR NUESTRA RELACIÓN FRATERNAL, MAGNIFICANDO EL DIVINO OBRAR DENTRO DE SU LLAMAMIENTO Y ELECCIÓN, RECONOCIENDO CADA VASO ÚTIL EN LA MEDIDA DE SU PARTICIPACIÓN, DISFRUTANDO AL MÁXIMO DE SU APORTACIÓN VOLUNTARIA A NIVEL CORPORAL, Y DE SU MINISTRACIÓN AMOROSA PARA CON TODOS, ELEVANDO NUESTRA ESPIRITUALIDAD Y NUESTRA FILIACIÓN A LOS NIVELES DESEADOS POR LA DEIDAD.

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