LIMA - PERÚ SÁBADO 24 DE SETIEMBRE DEL 2016
COMENTARIO EXEGÉTICO DE PRIMERA DE JUAN
Primera de Juan 2:12-14.
"Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre. Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis al que es desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Os escribo a vosotros, hijitos, porque habéis conocido al Padre. Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno".
*** Introducción.- La renovación del mandamiento antiguo no es "más de lo mismo" sin un sentido práctico. Las costumbres religiosas, las prácticas tradicionales que nos aburrían hasta rechazarlas o aborrecerlas, porque no se conocía a Dios a través de su revelación, algo que nos llenaría de recogimiento, reverencia y devoción... y si me dices: "Eso era para los sacerdotes, los demás, eran meros observadores". Neotestamentariamente, somos un reino de sacerdotes, y nos corresponde una actitud reverente, devota y comprometida; cuando perdemos esa perspectiva, caemos en la trivialidad, y nos volvemos religiosos frívolos que obedecen al impulso tradicional, pero desconocen la guianza divinal bajo la llenura del Espíritu Santo.
*** (1Jn.2:12) Juan describe a los destinatarios como "HIJITOS" en este versículo, y eso nos retorna a 1Jn.2:1, donde somos orientados a no pecar; a buscar la misericordia de Dios si eso ya se hubiera dado; a captar el por qué estamos bajo el cuidado de tutores y curadores; hasta entender lo que es el espíritu de permanencia bajo el gobierno divinal, madurando personal y colectivamente. La importancia del amor fraternal, como una cédula de identificación que honre a Dios, y avergüence al enemigo, mientras nos mantiene en la comunión célico-pedestre. Y ahora, el autor quiere despertar nuestra consciencia al pago de nuestro rescate, al perdón que el Señor nos otorgara gratuitamente, y que nuestro estado de absolución era vital para que el proceso santificador se ejecutara limpiamente y sin impedimentos vía la regeneración y la renovación de nuestro entendimiento por el Espíritu Santo (Tit.3:5); llamaremos a esto proceso de maduración. La afirmación de Juan es la confirmación de lo dicho por el ángel Gabriel: "...Y llamarás su nombre JESÚS, PORQUE ÉL SALVARÁ A SU PUEBLO DE SUS PECADOS" (Mt.1:21). Sólo nuestra clara consciencia de ese hecho nos permitirá avanzar en el conocimiento de él, de quiénes somos, tenemos y podemos.
*** (1Jn.2:13a) Este párrafo es dirigido a los padres, implicando no solamente el ser progenitores, sino también el haber llegado a un nivel de fe que los compromete por su madurez o mayor desarrollo espiritual, siendo ejemplos y consejeros para los demás. Nótese que el grado de fe no se refiere a cuántos demonios derrotó o echó fuera, a cuántos sanó, o contra cuántas potestades o huestes de maldad luchó, sino a este reconocimiento: "PORQUE CONOCÉIS AL QUE ES DESDE EL PRINCIPIO". Y esto nos lleva hasta Juan 17:3: "Y ESTA ES LA VIDA ETERNA: QUE TE CONOZCAN A TI, EL ÚNICO DIOS VERDADERO, Y A JESUCRISTO, A QUIEN HAS ENVIADO". Así, pues, podemos afirmar que nuestra victoria y triunfo no consiste en cuánto conocemos al enemigo; sino en cuánto conocemos a nuestro Señor y Dios en calidad de fuente de todas las cosas que poseen un sentido específico conforme a su propósito. Se requiere que nuestra consciencia de Dios sea tan mayúscula, que el enemigo no pueda despertar nuestra imaginación con engaños y farsas, queriendo hacernos pensar que es un rival poderoso y que iguala a Dios como contrincante. No negamos su poder, pero podemos confesar que "MAYOR ES EL QUE ESTÁ EN NOSOTROS, que el que está en el mundo".
*** (1Jn.2:13b) Al referirse a los jóvenes, necesariamente nos habla de un nivel diferente, y dentro del proceso en que las luchas frontales con el enemigo son el pan de cada día, y serán las horas de entrenamiento espiritual, de oraciones y ayunos, y de desarrollo constante en el área del discernimiento, y del mantenimiento del orden espiritual mediante el conocimiento de la palabra de Dios, que se una la teoría a la práctica, obteniendo la victoria sobre el maligno. Es de imaginarse que todos pensemos que Juan exagera aquí, o "que trata de ser positivo" al hacer referencia a la juventud, que mayormente anda en problemas con sus hormonas. ¿Nos querrá hacer un llamado a la fe el apóstol, invitándonos a ser abusivos con ello? Para nada. Y él se va a encargar de informarnos cómo fue esto posible. Ya lo hemos referido con anterioridad, la ley de la proporcionalidad nos llama a ser exactos en nuestras apreciaciones, mucho más en el caso de un hagiógrafo.
*** (1Jn.2:13c) Y ahora, prepárense para la sorpresa que sigue: Al manifestar que los hijitos han conocido al Padre. Y cuando Jesús llamó a sí a los niños, les dijo a los apóstoles que dejaran que éstos se acercaran a él, y los bendijo con su presencia y con sus palabras. La dulzura en el trato de Jesús para con ellos, les permitió conocer la paternidad del Padre, y su disposición para tener comunión con ellos, e impartirles una sana enseñanza adaptada a sus necesidades. El conocimiento del Padre está directamente asociado a su revelarse a nosotros como Progenitor, Sustentador, Orientador y Mentor de sus hijos, que son aquellas cosas que un niño busca en su claro sentido de filiación.
*** (1Jn.2:14a) Aquí, el apóstol afirma algo que reposa en el pasado y que está ligado directamente al futuro porque sigue siendo la consigna del que ha madurado en la fe. Debemos notar el cambio en la expresión, pasando del "conocéis", al "habéis conocido", implicando una certeza que continúa con ellos, y que en su etapa como entrenadores buscan fijar en los discípulos como una prioridad espiritual inalterable. Cuando algo es fijado en nosotros por el Señor, y se convierte en un principio inexorable en nuestro hablar y andar, NADIE NOS SACA DE ALLÍ. Todo el tiempo invertido y dedicado a Dios Padre, pondrá en nosotros el sello de lo invariable y eterno, sentándonos a las puertas de la ciudad para comunicar los secretos divinos tal como están escritos, no prevaricando ni en el consejo ni en el juicio, repitiéndose el estribillo juanino una vez más: DESDE EL PRINCIPIO.
*** (1Jn.2:14b) Del "escribo", al "Os he escrito", hay términos de distancia que deben ser considerados, y aquí Juan les recuerda: "Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno". Y así como Génesis 1 tuvo su gloria, Génesis 2 tiene la suya, pasando a narranos en detalle el asunto de la creación del hombre; así también Juan nos permite ver cómo fue que los jóvenes alcanzaron la victoria contra el maligno. Algo que caracterizara a estos jóvenes, era su fortaleza, indicando que estaban sometidos a Dios, y resistían al diablo, huyendo éste de ellos (Stg.4:7); al haberse hecho en ellos la palabra de Dios una confesión y un caminar permanente, el enemigo no encontró cómo introducirse o conectarse en ellos, haciendo sus esfuerzos por ello estériles, quedando muy desazonado, y vencido inobjetablemente.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 23/09/2016
"Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre. Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis al que es desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Os escribo a vosotros, hijitos, porque habéis conocido al Padre. Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno".
*** Introducción.- La renovación del mandamiento antiguo no es "más de lo mismo" sin un sentido práctico. Las costumbres religiosas, las prácticas tradicionales que nos aburrían hasta rechazarlas o aborrecerlas, porque no se conocía a Dios a través de su revelación, algo que nos llenaría de recogimiento, reverencia y devoción... y si me dices: "Eso era para los sacerdotes, los demás, eran meros observadores". Neotestamentariamente, somos un reino de sacerdotes, y nos corresponde una actitud reverente, devota y comprometida; cuando perdemos esa perspectiva, caemos en la trivialidad, y nos volvemos religiosos frívolos que obedecen al impulso tradicional, pero desconocen la guianza divinal bajo la llenura del Espíritu Santo.
*** (1Jn.2:12) Juan describe a los destinatarios como "HIJITOS" en este versículo, y eso nos retorna a 1Jn.2:1, donde somos orientados a no pecar; a buscar la misericordia de Dios si eso ya se hubiera dado; a captar el por qué estamos bajo el cuidado de tutores y curadores; hasta entender lo que es el espíritu de permanencia bajo el gobierno divinal, madurando personal y colectivamente. La importancia del amor fraternal, como una cédula de identificación que honre a Dios, y avergüence al enemigo, mientras nos mantiene en la comunión célico-pedestre. Y ahora, el autor quiere despertar nuestra consciencia al pago de nuestro rescate, al perdón que el Señor nos otorgara gratuitamente, y que nuestro estado de absolución era vital para que el proceso santificador se ejecutara limpiamente y sin impedimentos vía la regeneración y la renovación de nuestro entendimiento por el Espíritu Santo (Tit.3:5); llamaremos a esto proceso de maduración. La afirmación de Juan es la confirmación de lo dicho por el ángel Gabriel: "...Y llamarás su nombre JESÚS, PORQUE ÉL SALVARÁ A SU PUEBLO DE SUS PECADOS" (Mt.1:21). Sólo nuestra clara consciencia de ese hecho nos permitirá avanzar en el conocimiento de él, de quiénes somos, tenemos y podemos.
*** (1Jn.2:13a) Este párrafo es dirigido a los padres, implicando no solamente el ser progenitores, sino también el haber llegado a un nivel de fe que los compromete por su madurez o mayor desarrollo espiritual, siendo ejemplos y consejeros para los demás. Nótese que el grado de fe no se refiere a cuántos demonios derrotó o echó fuera, a cuántos sanó, o contra cuántas potestades o huestes de maldad luchó, sino a este reconocimiento: "PORQUE CONOCÉIS AL QUE ES DESDE EL PRINCIPIO". Y esto nos lleva hasta Juan 17:3: "Y ESTA ES LA VIDA ETERNA: QUE TE CONOZCAN A TI, EL ÚNICO DIOS VERDADERO, Y A JESUCRISTO, A QUIEN HAS ENVIADO". Así, pues, podemos afirmar que nuestra victoria y triunfo no consiste en cuánto conocemos al enemigo; sino en cuánto conocemos a nuestro Señor y Dios en calidad de fuente de todas las cosas que poseen un sentido específico conforme a su propósito. Se requiere que nuestra consciencia de Dios sea tan mayúscula, que el enemigo no pueda despertar nuestra imaginación con engaños y farsas, queriendo hacernos pensar que es un rival poderoso y que iguala a Dios como contrincante. No negamos su poder, pero podemos confesar que "MAYOR ES EL QUE ESTÁ EN NOSOTROS, que el que está en el mundo".
*** (1Jn.2:13b) Al referirse a los jóvenes, necesariamente nos habla de un nivel diferente, y dentro del proceso en que las luchas frontales con el enemigo son el pan de cada día, y serán las horas de entrenamiento espiritual, de oraciones y ayunos, y de desarrollo constante en el área del discernimiento, y del mantenimiento del orden espiritual mediante el conocimiento de la palabra de Dios, que se una la teoría a la práctica, obteniendo la victoria sobre el maligno. Es de imaginarse que todos pensemos que Juan exagera aquí, o "que trata de ser positivo" al hacer referencia a la juventud, que mayormente anda en problemas con sus hormonas. ¿Nos querrá hacer un llamado a la fe el apóstol, invitándonos a ser abusivos con ello? Para nada. Y él se va a encargar de informarnos cómo fue esto posible. Ya lo hemos referido con anterioridad, la ley de la proporcionalidad nos llama a ser exactos en nuestras apreciaciones, mucho más en el caso de un hagiógrafo.
*** (1Jn.2:13c) Y ahora, prepárense para la sorpresa que sigue: Al manifestar que los hijitos han conocido al Padre. Y cuando Jesús llamó a sí a los niños, les dijo a los apóstoles que dejaran que éstos se acercaran a él, y los bendijo con su presencia y con sus palabras. La dulzura en el trato de Jesús para con ellos, les permitió conocer la paternidad del Padre, y su disposición para tener comunión con ellos, e impartirles una sana enseñanza adaptada a sus necesidades. El conocimiento del Padre está directamente asociado a su revelarse a nosotros como Progenitor, Sustentador, Orientador y Mentor de sus hijos, que son aquellas cosas que un niño busca en su claro sentido de filiación.
*** (1Jn.2:14a) Aquí, el apóstol afirma algo que reposa en el pasado y que está ligado directamente al futuro porque sigue siendo la consigna del que ha madurado en la fe. Debemos notar el cambio en la expresión, pasando del "conocéis", al "habéis conocido", implicando una certeza que continúa con ellos, y que en su etapa como entrenadores buscan fijar en los discípulos como una prioridad espiritual inalterable. Cuando algo es fijado en nosotros por el Señor, y se convierte en un principio inexorable en nuestro hablar y andar, NADIE NOS SACA DE ALLÍ. Todo el tiempo invertido y dedicado a Dios Padre, pondrá en nosotros el sello de lo invariable y eterno, sentándonos a las puertas de la ciudad para comunicar los secretos divinos tal como están escritos, no prevaricando ni en el consejo ni en el juicio, repitiéndose el estribillo juanino una vez más: DESDE EL PRINCIPIO.
*** (1Jn.2:14b) Del "escribo", al "Os he escrito", hay términos de distancia que deben ser considerados, y aquí Juan les recuerda: "Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno". Y así como Génesis 1 tuvo su gloria, Génesis 2 tiene la suya, pasando a narranos en detalle el asunto de la creación del hombre; así también Juan nos permite ver cómo fue que los jóvenes alcanzaron la victoria contra el maligno. Algo que caracterizara a estos jóvenes, era su fortaleza, indicando que estaban sometidos a Dios, y resistían al diablo, huyendo éste de ellos (Stg.4:7); al haberse hecho en ellos la palabra de Dios una confesión y un caminar permanente, el enemigo no encontró cómo introducirse o conectarse en ellos, haciendo sus esfuerzos por ello estériles, quedando muy desazonado, y vencido inobjetablemente.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 23/09/2016
LOS NIVELES ESPIRITUALES MOSTRADOS POR EL APÓSTOL JUAN NOS REVELAN NUESTRA POSICIÓN ESPIRITUAL, SU SENTIDO, SU POSICIÓN, SU UTILIDAD, SU GLORIA MEDIANTE LA ASOCIACIÓN, SU EFICACIA, SU VICTORIA Y SU GLORIA; CADA QUIÉN PUEDE IDENTIFICARSE A SÍ MISMO EN BASE A LO DESCRITO AQUÍ. LOS ANIMO A SEGUIR ADELANTE.
ResponderEliminar¡Amèn! Gracias hermano, portan edificante enseñanza.
ResponderEliminar¡Amèn! Gracias hermano, portan edificante enseñanza.
ResponderEliminar¡Amèn! Gracias hermano, por tan edificante enseñanza.
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