SI HAY ALGO QUE PONE A PRUEBA NUESTRA FE Y NUESTRA CONFESIÓN AL RESPECTO, SON NUESTRAS RELACIONES CON LOS SANTOS EN EL CORPORATIVO FLUIR. LA COMUNIÓN TRAE MOMENTOS GRATOS, PERO TAMBIÉN CIERTOS DESABRIMIENTOS, ROCES, POLÉMICAS, DISCUSIONES, DESAVENENCIAS, Y HASTA DIVISIONES; DE ALLÍ QUE PABLO NOS HAGA ESTAS RECOMENDACIONES PARA SER APLICADAS EN MOMENTOS CRÍTICOS, LLAMÁNDONOS A DESARROLLAR UNA TOLERANCIA DE ORDEN FRATERNAL, PARA MANTENER LA UNIDAD Y LA PAZ A NIVEL ECLESIAL, VÁLIDA PARA TODOS.

LIMA  - PERÚ   VIERNES O2 DE SETIEMBRE DEL 2016

COMENTARIO EXEGÉTICO DE LA EPÍSTOLA DE PABLO A LOS ROMANOS

Romanos 12:16-21.

"Unánimes entre vosotros; no altivos, sino asociándoos con los humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión. No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres. Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres. No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios, porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor. Así que si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza. No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal".

*** Introducción.- Dios había inspirado a Pablo para pormenorizar el plano relacional entre los redimidos en el contexto del cuerpo de Cristo, o la Familia de Dios. Así, los que ingresan a la misma, han de observar ciertos comportamientos que pueden parecer muy contradictorios, pero que son la razón de ser de la comunión entre los santos, manteniendo la misma en el más alto nivel, llegando a la excelencia vocacional y sacrificial en el fraterno fluir, demostrando con los hechos que sus principios y máximas no son triviales "saludos a la bandera"; sino la realidad en la que el cuerpo de Cristo camina.

*** (Ro.12:16) La naturaleza adámica poseía una característica que la singularizara: el afán por el protagonismo, el ser importante, el distinguirse entre los demás, el prevalecer entre sus congéneres, y el servirse de ellos mientras se les humilla como a seres inferiores. Así que, cuando Pablo llama a los santos a ser unánimes, esto resulta una ofensa para el ufano, a menos que todos deseen moverse a su ritmo y cadencia, y obedeciendo sus consignas; y si no, ¿de qué unidad o unanimidad le están hablando? El creerse sabio en su propia opinión, implica que la de los demás es absolutamente irrelevante, o írrita. Con esta actitud, resulta común que la unidad se resquebraje al menor intento de fusionarse. Los altaneros, y los que asumen títulos rimbombantes, se escinden con gran facilidad, y es por eso que son figuras solitarias, o que tienen tras de sí un cúmulo de gente desadaptada que anhela comida gratis, y que otro tenga la culpa si todo sale mal al final, jugando perennemente al "día de los inocentes". La entidad corporativa es llamada a deshacerse de gente así por su propio bienestar.

*** (Ro.12:17) La justicia retributiva es asunto divino. Dios no nos ha puesto como jueces, jurado y verdugo de quienes no desean adaptarse al mover espiritual corpóreo, pidiéndonos que le dejemos a él los asuntos del juicio; mientras que nosotros intentamos subsanar esta fase  crítica con el fraterno amor que invita al arrepentimiento ¿Cómo te gustaría que te trataran si el caso te compromete a ti? Nuestro reclamo al ofensor no debe pasar de un sano apercibimiento que preve un juicio para con él; no hemos de llegar al extremo de ejecutarlo en privado o en público sin un juicio justo; y Dios nos reclama esto, evitando ejecuciones extra judiciales. El procurar lo bueno no es actuar celestinamente con el culpable, ni pecar de ingenuos, o ser verdugos apriorísticos; sino de entregar el tal al veredicto divinal.

*** (Ro.12:18) El apóstol nos pide extremar el nivel del comportamiento equilibrado, de modo que no seamos tropiezo para los demás. No cedamos al impulso de la ira, la pasión, o de la conducta agresiva; actuando con la diplomacia que el caso requiere para el mantenimiento de la paz, y esto no sólo a nivel eclesial, sino también con todas las personas en todos los ámbitos. Recordemos que Dios bendice a los pacificadores (Mt.5:9).

*** (Ro.12:19) Las personas cargantes, llenas de  sí mismas, y ansiosas de reconocimiento, en su afán de protagonismo, pueden llegar a tornarse peligrosas, y su conducta puede resultar tan odiosa y nefasta, que no faltará entre los miembros del cuerpo alguien que esté pensando en cobrar venganza a título personal (Jue.18:23-25). Dios, pues, restringe totalmente la posibilidad de vengarnos, pidiendo que dejemos lugar a su ira ¡peor para el ofensor! pues es al Padre a quien le toca juzgar en casos semejantes. No te angusties, sé paciente, y aguarda al Señor.

*** (Ro.12:20) En el colmo de las paradojas, el apóstol nos recuerda que hemos de alimentar a nuestros enemigos en momentos críticos; darles aun de beber en su sed, para que su conciencia, si no está totalmente cauterizada hasta la insensibilidad, sienta vergüenza de su actitud en contra de gente que sólo le desea su bien. Si esta persona persiste en hacer lo malo, aléjate lo más que puedas de ella, para que el fuego del cielo no te haga chicharrón a ti también.

*** (Ro.12:21) Y aquí está la cereza en el chantilly, que resume el tipo de conducta que debe regir en el corazón y la mente de los santos: El no ser vencido de lo malo; revirtiendo el poder de la maldad haciendo lo que agrada a Dios. Dios podía habernos juzgado sumariamente, y mandarnos a todos al infierno; en lugar de lo cual preparó la gracia, y la vida, pasión, muerte y resurrección de Jesús, nos dio la gratuita salvación que hizo de nosotros una nueva creación.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA    02/09/2016.