LIMA - PERÚ MARTES 28 DE MAYO DEL 2019 MENSAJE # 3157
NAHUM 1:1-4.
"Profecía sobre Nínive. Libro de la visión de Nahum de Elcos. Yahweh es Dios celoso y vengador; Yahweh es vengador y lleno de indignación; se venga de sus adversarios, y guarda enojo para sus enemigos. Yahweh es tardo para la ira y grande en poder, y no tendrá por inocente al culpable. Yahweh marcha en la tempestad y el torbellino, y las nubes son el polvo de sus pies. Él amenaza al mar, y lo hace secar, y agosta todos los ríos: Basán fue destruido, y el Carmelo, y la flor del Líbano fue destruida".
=== El panorama profético que nos relata Nahum, está revestido de una lobreguez que pasma a los que habitaban las zonas que aquí se mencionan. Lo que veía el profeta era pavoroso, espantoso, llenando la visión con acontecimientos que hacían presagiar la ira divina viniendo en juicio vindicativo contra la nación asiria; la misma que un siglo atrás se arrepintiera ante la admonición profética de Jonás, postergando el Padre su ira contra la nación más cruel y brutal de aquellas regiones, algo que causara la consternación del hijo de Amitai, quien hubiera preferido la eliminación de aquella nefasta gente, librando así a todas las naciones circunvecinas del azote de la nación más perversa que se conociera. Pero los planes divinos obedecían a su fluir soberano, conforme al cual no se podía castigar a los arrepentidos, mostrando hacia ellos su gran misericordia, la cual otros habían disfrutado con anterioridad, revelando su equidad. mientras estabilizara las edades a su sazón.
=== Pero la nación asiria había cometido el gravísimo error de arrepentirse de su arrepentimiento, tornando a las maldades y la brutalidad que antaño la identificaran, desechando las advertencias de la Deidad, superando el sabio temor que los hizo cambiar su actitud para con Yahweh, volviendo a su antigua perversión, provocando la ira divina apaciguada hacía cien años atrás, reactivando contra ellos el juicio que se postergara frente a la oferta de gracia. Y así como los volcanes dormidos durante mucho tiempo, vuelven a erupcionar, reactivándose, hasta echar humo y lava candente al hacerlo; así la ira guardada se habría de desbordar sobre la capital de Asiria, sin admitir contemplaciones, ni dar treguas, ni mostrar pena. Aquella casta indómita estaba condenada a perecer irremediablemente por su rebelión contra Dios.
=== El celo divinal no es algo imaginario, ES REAL; y se manifestará por amor a sus hijos y su rechazo total contra la maldad, venga de donde venga. El lenguaje tan directo y final por parte del Señor, nos ubica en su contexto. Y así como nuestra paciencia puede verse colmada por la obstinación de quien nos provoca a actuar como no hubiéramos querido hacerlo; y sentimos que no queda más remedio; nuestra ira es despertada, habiendo de llegar a extremos, superada nuestra largura de ánimo, desatando nuestro furor e indignación hasta que el castigo demuestre a los renuentes y rebeldes que sus opciones terminaron, derramando sobre ellos el juicio de modo irrevocable. La ira divina, no es el estándar de su carácter, no es lo habitual en él, prodigándose su amor a manos llenas, entendiendo que él es tardo para la ira y grande en misericordia. ¡Los animo a estar atentos a ambos extremos! Su aparente actitud para obrar su ira, no significa consentimiento ni preferencia; sino una paciencia que no desea llegar a su limite; donde puede cambiarse en pena y castigo para los impenitentes. Aquella bipolaridad no es divina; sino humana; pues somos nosotros los que buscamos hacer elástico el corazón del Padre (que se duele del castigo), y traspasamos las fronteras en nuestra necedad y obstinación. Tengamos cuidado, porque el Padre también guarda enojo para sus adversarios.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 28/05/2019 MENSAJE # 3157
"Profecía sobre Nínive. Libro de la visión de Nahum de Elcos. Yahweh es Dios celoso y vengador; Yahweh es vengador y lleno de indignación; se venga de sus adversarios, y guarda enojo para sus enemigos. Yahweh es tardo para la ira y grande en poder, y no tendrá por inocente al culpable. Yahweh marcha en la tempestad y el torbellino, y las nubes son el polvo de sus pies. Él amenaza al mar, y lo hace secar, y agosta todos los ríos: Basán fue destruido, y el Carmelo, y la flor del Líbano fue destruida".
=== El panorama profético que nos relata Nahum, está revestido de una lobreguez que pasma a los que habitaban las zonas que aquí se mencionan. Lo que veía el profeta era pavoroso, espantoso, llenando la visión con acontecimientos que hacían presagiar la ira divina viniendo en juicio vindicativo contra la nación asiria; la misma que un siglo atrás se arrepintiera ante la admonición profética de Jonás, postergando el Padre su ira contra la nación más cruel y brutal de aquellas regiones, algo que causara la consternación del hijo de Amitai, quien hubiera preferido la eliminación de aquella nefasta gente, librando así a todas las naciones circunvecinas del azote de la nación más perversa que se conociera. Pero los planes divinos obedecían a su fluir soberano, conforme al cual no se podía castigar a los arrepentidos, mostrando hacia ellos su gran misericordia, la cual otros habían disfrutado con anterioridad, revelando su equidad. mientras estabilizara las edades a su sazón.
=== Pero la nación asiria había cometido el gravísimo error de arrepentirse de su arrepentimiento, tornando a las maldades y la brutalidad que antaño la identificaran, desechando las advertencias de la Deidad, superando el sabio temor que los hizo cambiar su actitud para con Yahweh, volviendo a su antigua perversión, provocando la ira divina apaciguada hacía cien años atrás, reactivando contra ellos el juicio que se postergara frente a la oferta de gracia. Y así como los volcanes dormidos durante mucho tiempo, vuelven a erupcionar, reactivándose, hasta echar humo y lava candente al hacerlo; así la ira guardada se habría de desbordar sobre la capital de Asiria, sin admitir contemplaciones, ni dar treguas, ni mostrar pena. Aquella casta indómita estaba condenada a perecer irremediablemente por su rebelión contra Dios.
=== El celo divinal no es algo imaginario, ES REAL; y se manifestará por amor a sus hijos y su rechazo total contra la maldad, venga de donde venga. El lenguaje tan directo y final por parte del Señor, nos ubica en su contexto. Y así como nuestra paciencia puede verse colmada por la obstinación de quien nos provoca a actuar como no hubiéramos querido hacerlo; y sentimos que no queda más remedio; nuestra ira es despertada, habiendo de llegar a extremos, superada nuestra largura de ánimo, desatando nuestro furor e indignación hasta que el castigo demuestre a los renuentes y rebeldes que sus opciones terminaron, derramando sobre ellos el juicio de modo irrevocable. La ira divina, no es el estándar de su carácter, no es lo habitual en él, prodigándose su amor a manos llenas, entendiendo que él es tardo para la ira y grande en misericordia. ¡Los animo a estar atentos a ambos extremos! Su aparente actitud para obrar su ira, no significa consentimiento ni preferencia; sino una paciencia que no desea llegar a su limite; donde puede cambiarse en pena y castigo para los impenitentes. Aquella bipolaridad no es divina; sino humana; pues somos nosotros los que buscamos hacer elástico el corazón del Padre (que se duele del castigo), y traspasamos las fronteras en nuestra necedad y obstinación. Tengamos cuidado, porque el Padre también guarda enojo para sus adversarios.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 28/05/2019 MENSAJE # 3157
LA JUSTICIA DIVINA ES UN BONO NO NEGOCIABLE. ACTUARÁ SIEMPRE A SU SAZÓN, Y REVELARÁ LA BONDAD DEL PADRE, Y TAMBIÉN SU FIRNMEZA PARA ACCIONAR SEGÚN SEA EL CASO. EN ELLO NO HAY SOMBRA DE VARIACIÓN. ÉL SIEMPRE SERÁ JUSTO.
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