viernes, 14 de junio de 2019

MANDAMIENTOS DIVINOS VERSUS TRADICIONES HUMANAS. CÓMO LO PRIMERO SE VEÍA DESFASADO POR LO SEGUNDO. ES PRECISO VOLVER A LOS CÁNONES DIVINOS.

LIMA - PERÚ   MARTES 21 DE MAYO DEL  2019    MENSAJE # 3150

MARCOS 7:1-9.

"Se juntaron a Jesús los fariseos, y algunos de los escribas, que habían venido de Jerusalén; los cuales viendo a algunos de los discípulos comer pan con manos inmundas, esto es, no lavadas, los condenaban. Porque los fariseos y todos los judíos, aferrándose a la tradición de los ancianos, si muchas veces no se lavan las manos, no comen. Y volviéndose de la plaza, si no se lavan, no comen. Y otras muchas cosas hay que tomaron para guardar, como los lavamientos de los vasos de beber, y de los jarros, y de los utensilios de metal, y de los lechos. Le preguntaron, pues, los fariseos y los escribas: ¿Por qué tus discípulos no andan conforme a la tradición de los ancianos, sino que comen pan con manos inmundas? Respondiendo él, les dijo: Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, como está escrito: Este pueblo de labios me honra, mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas mandamientos de hombres. Porque dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres: los lavamientos de los jarros y de los vasos de beber; y hacéis otras muchas cosas semejantes. Les decía también: Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición".



=== Los valores espirituales, reales, escriturales y trascendentes; fueron cambiados y sustituidos por las adiciones que fueran conocidas como las tradiciones de los ancianos, es decir, las decisiones rabínicas que fueran añadidas sistemáticamente a las reglas y cánones propuestos por la Deidad; los cuales fueran perdiendo su divino significado al abrirles paso a las progresivas actualizaciones interpretativas de la cúpula dirigencial, desfasando la divina ordenanza al introducir las nuevas reglas, las cuales eran más drásticas que las divinas determinaciones, siendo mostradas por el ensanchamiento de las filacterias que exhibían los cultores más celosos del judaísmo, implicando el rigor que se exigían a sí mismos como guardadores de los mandamientos de hombres; los cuales alternaran con los divinos cánones, hasta que la tradición usurpó la divina ordenanza, y la desfasó. Los fariseos, asumidos como judíos celosos y circunspectos, perseguían a Jesús como entes fiscalizadores de cada uno de sus actos, sus palabras y sus motivaciones; con ese espíritu hallador de faltas, cuyo mayor mérito era señalar religiosas criticas, ácidos cuestionamientos y deliberantes acusaciones, aparentemente irrebatibles; que pretendían ver en las obras del Señor, flagrantes delitos contra la más rancia sabiduría hebraica, proponiendo al Señor como un blasfemo, o  como un perverso reformador de la religión judía; repudiando así la gracia divina, y tratando de mantener en alto el estandarte de la justicia propia hebraica, que nunca mencionara sus sacrificios para ser devueltos por gracia y sustitución a la condición de aceptos ante Dios en calidad de 'irreprensibles'; de modo que pudieran ofrecer al Señor un holocausto (ofrenda del todo quemada que implicaba una total aceptación; aunque tuvieran que invertir unos quinientos fósforos para mantenerla artificialmente encendida durante el trámite de su combustión).



=== Los actos que implicaban su celo religioso; obedeciendo las consignas de las decisiones rabínicas; carecían de valor real ante Dios y su justicia práctica, la cual se viera violada constantemente, porque las prácticas añadidas a la correcta adoración eran de nulo valor ante el Dios vivo; quien había pedido que fuera obedecida su palabra y su perfecta voluntad, y no que se inventaran supuestos nuevos accesos al divino favor. Así como el lavamiento de las manos de Pilato, suponía excepción de culpa; así los continuos lavamientos de las manos de los judíos practicantes, mostraban un comportamiento compulsivo de quienes no se sienten totalmente limpios por sus sacrificios expiatorios, buscando añadir con sus costumbres lo que faltar pudiera para alcanzar una relativa dignidad que no llegaban a asumir como total o satisfactoria. El poder de la sangre preciosa del Salvador de nuestras almas es lo que hace desaparecer ese 'sentir de indignidad' que las abluciones no logran despejar. Cuando cedemos a los mandatos de humano cuño, nos encadenamos a una esclavitud de las que el sacrificio de Jesús nos libraría para siempre. Nuestros gestos y actitudes deben corresponder a la libertad con las que el Señor nos hizo libres. Cualquier reticencia o duda acerca de nuestra condición y posición bajo la gracia son UNA OFENSA AL DIOS VIVO. Como aquellos que han adquirido el perdón y la redención en Cristo Jesús, debemos rechazar de plano toda posible atadura o cadena de opresión que el legalismo intente ponernos como hipotética regla de fe.



=== Al llamarlos hipócritas (esto es: comediantes), el Señor los identificó en su naturaleza y sus principios. implicando que el supuesto honor que significara para Dios cada una de sus prácticas, era algo nulo y detestable para él; pues sus corazones no rimaban con sus actos,, buscando su auto satisfacción, y no el agrado divinal. Al calificar su veneración como algo vano y sin sentido, él les reveló el por qué: Las premisas que se obedecían eran mandamientos de hombres, que nada tenían que ver con el agrado divino; sino con blasonar sus méritos ante la Deidad, y él manifestó que gloria de los hombres no recibe; y si sus tradiciones tenían algún valor para ellos, en la esfera celeste no eran otra cosa que sacrificios cainitas totalmente inaceptables. Invalidar los mandamientos divinos equivale a una irreverencia indisculpable, a una afrenta que demanda el castigo divino. No caigamos en semejante aberración.


EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA    21/05/19    MENSAJE # 3150.

1 comentario:

  1. LAS REALIDADES ESCRITURALES NO SON MUDABLES, NI MOTIVO DE CORRECCIÓN. LO QUE JESÚS NOS DIJO FUE DEFINITIVO Y FINAL, Y EL NUEVO TESTAMENTO ES EL SELLO DE ESA REALIDAD.

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