LIMA - PERÚ LUNES 15 DE JUNIO DEL 2015
COMENTARIO EXEGÉTICO DE LA PRIMERA EPÍSTOLA DEL APÓSTOL PABLO A LOS CORINTIOS.
Primera de Corintios 12:21-24.
"Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros. Antes bien, los miembros del cuerpo que parecen ser más débiles, son los más necesarios; y a aquellos del cuerpo que nos parecen menos dignos, a éstos vestimos más dignamente; y los que en nosotros son menos decorosos, se tratan con más decoro. Porque los que en nosotros son más decorosos, no tienen necesidad; pero Dios ordenó al cuerpo, dando más abundante honor al que le faltaba".
*** Aquí Pablo extrema las distancias, desde lo más alto hasta lo más bajo, haciendo ver lo extremo de la unión y fusión corporales, tratanto de imprimir la visión de la funcionalidad como un todo bien armado y compacto, estableciendo su valor sobre la base de la unidad indivisible del cuerpo de Cristo. La necesidad del uno del otro no es algo optativo, sino más bien imprescindible, revelando que la disfunción orgánica se da porque algo ha dejado de hacer su parte en el cuadro general, causando el mal que tendrá que ser restaurado a la brevedad posible.
*** Ahora, Pablo aborda la intimidad corpórea, basándose en las apariencias. Así, las partes más débiles de nuestro cuerpo han sido "blindadas", para impedir que se dañen y se preserven en un estado óptimo que se traducirá en salud, y constante disponibilidad. Así, la caja craneal protegerá el cerebro; las vértebras y las costillas se asegurarán de que los pulmones y el corazón tengan el espacio requerido para funcionar, dilatarse e inhibirse, y proveer la sangre y el oxígeno que tanto precisamos para nuestras funciones espontáneas; dentro de la bóveda que el Señor creara para su protección.
*** Y cuando de dignidad se trata, el atuendo es lo más importante, y la lana y el lino, la elegancia y el glamour, la modestia y la gracia, se muestran aquiescentes, disponiendo todo según las formas corpóreas, y la necesidad de abrigo o de ligereza en el género para la comodidad pertinente. Y hasta aquello que tiene que ver con la intimidad personal, tiene sus prendas y sus cuidados, desde el vello púbico, hasta la tela más delicada que no irrite ni lastime las delicadas zonas púdicas.
*** Lo decoroso, bello y armónico, no requiere de castas cubiertas, o de velos discretos, o de algo que los disimule; como sí ocurre con las zonas pudendas. Y en medio de todo, hemos de reconocer que lo que Dios hizo posee belleza, armonía y sentido simétrico, brindándole mayor honor al que le faltaba, dadas sus características. Honor, al que honor merece; cobertura pudorosa, para el que lo necesita; y los géneros telares, según la necesidad de frío o frescor. En fin, el Señor no dejó nada al azar, haciéndonos ver que él se ocupa de todo, en el buen sentido de la expresión.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 15/06/2015
*** Aquí Pablo extrema las distancias, desde lo más alto hasta lo más bajo, haciendo ver lo extremo de la unión y fusión corporales, tratanto de imprimir la visión de la funcionalidad como un todo bien armado y compacto, estableciendo su valor sobre la base de la unidad indivisible del cuerpo de Cristo. La necesidad del uno del otro no es algo optativo, sino más bien imprescindible, revelando que la disfunción orgánica se da porque algo ha dejado de hacer su parte en el cuadro general, causando el mal que tendrá que ser restaurado a la brevedad posible.
*** Ahora, Pablo aborda la intimidad corpórea, basándose en las apariencias. Así, las partes más débiles de nuestro cuerpo han sido "blindadas", para impedir que se dañen y se preserven en un estado óptimo que se traducirá en salud, y constante disponibilidad. Así, la caja craneal protegerá el cerebro; las vértebras y las costillas se asegurarán de que los pulmones y el corazón tengan el espacio requerido para funcionar, dilatarse e inhibirse, y proveer la sangre y el oxígeno que tanto precisamos para nuestras funciones espontáneas; dentro de la bóveda que el Señor creara para su protección.
*** Y cuando de dignidad se trata, el atuendo es lo más importante, y la lana y el lino, la elegancia y el glamour, la modestia y la gracia, se muestran aquiescentes, disponiendo todo según las formas corpóreas, y la necesidad de abrigo o de ligereza en el género para la comodidad pertinente. Y hasta aquello que tiene que ver con la intimidad personal, tiene sus prendas y sus cuidados, desde el vello púbico, hasta la tela más delicada que no irrite ni lastime las delicadas zonas púdicas.
*** Lo decoroso, bello y armónico, no requiere de castas cubiertas, o de velos discretos, o de algo que los disimule; como sí ocurre con las zonas pudendas. Y en medio de todo, hemos de reconocer que lo que Dios hizo posee belleza, armonía y sentido simétrico, brindándole mayor honor al que le faltaba, dadas sus características. Honor, al que honor merece; cobertura pudorosa, para el que lo necesita; y los géneros telares, según la necesidad de frío o frescor. En fin, el Señor no dejó nada al azar, haciéndonos ver que él se ocupa de todo, en el buen sentido de la expresión.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 15/06/2015
CADA UNA DE LAS COSAS QUE DIOS HICIERA EN DETALLE, TIENEN UN DISEÑO PECULIAR Y MAGISTRAL, MOSTRANDO LO MARAVILLOSO DEL CORAZÓN Y LA MENTE DEL ARQUITECTO DEL UNIVERSO, QUIEN TODO LO FORJA Y FORMA CON PRECISIONES IMPOSIBLES DE SUPERAR. ¡BENDITO Y MASRAVILLOSO DIOS!
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