LIMA - PERÚ VIERNES 05 DE MAYO DEL 2015
COMENTARIO EXEGÉTICO DE LA PRIMERA EPÍSTOLA DEL APÓSTOL PABLO A LOS CORINTIOS.
Primera de Corintios 11:23-26.
"Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí. Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga".
*** Después de los abusos y la conducta profana de los corintios, el apóstol abordará la santa institución de la cena del Señor, y su significado para la iglesia; y si el Señor se dio la molestia de mostrar a Pablo cómo es que se hace esta celebración, y la actitud que debe primar en quienes acuden a la misma, para participar de ella, hemos de considerar la importancia de la misma en su condición y posición de pacto.
*** La naturaleza profana jamás reconoce la solemnidad de los actos proféticos, los momentos conmemorativos, y las fiestas jubilares que celebraban el contacto con la Deidad, y su buena voluntad para con nosotros, y el sentido vital por el contenido de los tales; no seamos conmiserativos con gente así, porque Dios no disculpará ningún exceso, ni tampoco la indiferencia o el menosprecio en cuanto al panorama relacional con su pueblo.
*** La partición del pan, era para la participación del cuerpo de Cristo, ingiriendo el mismo cada comensal, para que su naturaleza se hiciera una con la nuestra, haciéndonos uno con él en su santa esencia, y proclamando que toda experiencia por la que su cuerpo pasara, la pasaríamos nosotros también, así en su muerte, como en su sepultación y resurrección, y su postrer elevación a la celeste esfera para reinar con el Padre. Esta división, fue hecha para unir el cuerpo de Cristo, la famlia de Dios, haciendo que los beneficios de la misma dieran un bienestar general, y estableciese un compromiso sempiterno. Ello componía una parte del memorial; la segunda, viene a continuación.
*** Al concluir la cena (no antes, no en medio; sino al final de la misma; implicando un compromiso real y total para todos los comensales); se establecería el NUEVO PACTO en su sangre, ubicándonos en el contexto de que cada vez que lo hiciéramos, sería en su memoria, o en forma conmemorativa. Éste no era otro sacrificio, ni otro pacto, sino un recuerdo del mismo en el panorama histórico-profético, demostrando nuestra consciencia de quiénes somos en Cristo.
*** El anunciar y recordar la muerte del Señor, es para manifestar nuestra condición de gente redimida por el pacto que se hiciera en la cruz del Calvario; ¿y cuánto dura su efecto? "Hasta que él venga". Cuando Jesús dijo "todas las veces" revelaba que serían muchas hasta que él viniera. Cada fiesta conmemorativa anual traería a la memoria la obra redentora del Señor, así como nuestra condición de libertos del pecado y de la muerte, anunciando el género de vida trascendente que se nos legara por este hecho, y nuestra seguridad como herederos del reino de Dios. Estas fiestas conmemorativas NOS RECUERDAN la obra redentora; HACEN VIGENTE EL PACTO DE SANGRE CON EL SEÑOR, declarándonos fuera de la legal condenación; y NOS OTORGAN LOS REGIOS DERECHOS DE LOS HEREDEROS cual una realidad en la que hemos de morar hasta que él venga.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 05/06/2015
*** Después de los abusos y la conducta profana de los corintios, el apóstol abordará la santa institución de la cena del Señor, y su significado para la iglesia; y si el Señor se dio la molestia de mostrar a Pablo cómo es que se hace esta celebración, y la actitud que debe primar en quienes acuden a la misma, para participar de ella, hemos de considerar la importancia de la misma en su condición y posición de pacto.
*** La naturaleza profana jamás reconoce la solemnidad de los actos proféticos, los momentos conmemorativos, y las fiestas jubilares que celebraban el contacto con la Deidad, y su buena voluntad para con nosotros, y el sentido vital por el contenido de los tales; no seamos conmiserativos con gente así, porque Dios no disculpará ningún exceso, ni tampoco la indiferencia o el menosprecio en cuanto al panorama relacional con su pueblo.
*** La partición del pan, era para la participación del cuerpo de Cristo, ingiriendo el mismo cada comensal, para que su naturaleza se hiciera una con la nuestra, haciéndonos uno con él en su santa esencia, y proclamando que toda experiencia por la que su cuerpo pasara, la pasaríamos nosotros también, así en su muerte, como en su sepultación y resurrección, y su postrer elevación a la celeste esfera para reinar con el Padre. Esta división, fue hecha para unir el cuerpo de Cristo, la famlia de Dios, haciendo que los beneficios de la misma dieran un bienestar general, y estableciese un compromiso sempiterno. Ello componía una parte del memorial; la segunda, viene a continuación.
*** Al concluir la cena (no antes, no en medio; sino al final de la misma; implicando un compromiso real y total para todos los comensales); se establecería el NUEVO PACTO en su sangre, ubicándonos en el contexto de que cada vez que lo hiciéramos, sería en su memoria, o en forma conmemorativa. Éste no era otro sacrificio, ni otro pacto, sino un recuerdo del mismo en el panorama histórico-profético, demostrando nuestra consciencia de quiénes somos en Cristo.
*** El anunciar y recordar la muerte del Señor, es para manifestar nuestra condición de gente redimida por el pacto que se hiciera en la cruz del Calvario; ¿y cuánto dura su efecto? "Hasta que él venga". Cuando Jesús dijo "todas las veces" revelaba que serían muchas hasta que él viniera. Cada fiesta conmemorativa anual traería a la memoria la obra redentora del Señor, así como nuestra condición de libertos del pecado y de la muerte, anunciando el género de vida trascendente que se nos legara por este hecho, y nuestra seguridad como herederos del reino de Dios. Estas fiestas conmemorativas NOS RECUERDAN la obra redentora; HACEN VIGENTE EL PACTO DE SANGRE CON EL SEÑOR, declarándonos fuera de la legal condenación; y NOS OTORGAN LOS REGIOS DERECHOS DE LOS HEREDEROS cual una realidad en la que hemos de morar hasta que él venga.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 05/06/2015
LA INSTITUCIÓN DE LA SANTA CENA MARCA UN HITO EN LA HISTORIA DE LA IGLESIA, Y EN ELLA SE REVELABA EL SACRIFICIO DE NUESTRO SEÑOR EN UNA FORMA REAL Y TANGIBLE, NO REPRESENTATIVA DE LO QUE HABRÍA DE OBRAR NUESTRA REDENCIÓN. NUESTRA PARTICIPACIÓN CONMEMORATIVA NOS UBICA EN LA CORRIENTE DEL TIEMPO DENTRO DEL MISMO PACTO, EXTENDIÉNDOSE LOS BENEFICIOS DEL MISMO A NOSOTROS PARA EL ALCANCE DE LA HERENCIA.
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