viernes, 23 de septiembre de 2016

LOS DEBERES FRATERNOS NO PODRÁN SER REHUIDOS JAMÁS POR QUIENES HAN SIDO REDIMIDOS, YA QUE FORMAN PARTE DE UNA SOLA FAMILIA: LA FAMILIA DE DIOS. LA PRIMERA TABLA, QUE MENCIONA NUESTRO AMOR HACIA DIOS, TIENE SU PARALELO EN EL PLANO PEDESTRE, Y EL INTERRUPTOR DE LA LUZ DE LA COMUNIÓN FRATERNAL ES EL EQUIVALENTE A UNA ESTACIÓN BIVALENTE, QUE APAGA LAS LUCES ARRRIBA Y ABAJO AL MISMO TIEMPO. LA COMUNIÓN CONSTANTE, ES, PUES, LA BASE DE NUESTRA RELACIÓN CÉLICO-PEDESTRE.

LIMA - PERÚ  VIERNES 23 DE SETIEMBRE DEL 2016

COMENTARIO EXEGÉTICO DE PRIMERA DE JUAN

Primera de Juan 2:7-11.

"Hermanos, no os escribo mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo que habéis tenido desde el principio; este mandamiento antiguo es la palabra que habéis oído desde el principio. Sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en él y en vosotros, porque las tinieblas van pasando, y la luz verdadera ya alumbra. El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas. El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo. Pero el que aborrece a su hermano está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos.

*** Introducción.- Como es clásico del apostólico fluir, y teniendo las dos tablas de la ley como un resumen específico de lo que nos vincula con la Deidad (los cuatro primeros mandamientos), y lo que nos relaciona con nuestros hermanos en el vínculo fraternal (los seis restantes en la segunda tabla); Juan trató el primero a través de la luz, y de la comunión dentro de ella siendo reflejada por el andar en el mismo Espíritu que el Señor. En esta parte, el apóstol se encargará de mostrar nuestra relación célico-pedestre por nuestro panorama interrelacional fraterno, con el cual se confirmaría nuestra posición como habitantes de dos campamentos, o Mahanaim neotestamentario.

*** (1Jn.2:7) Nótese cómo el apóstol pasa del:  "Hijitos míos" (2:1), al: "Hermanos" (2:6), implicando otro tono y otro panorama relacional que debe ser muy bien entendido. Veamos lo que Juan tiene para nosotros en calidad de fraterna comunicación. Él nos dice que no nos está escribiendo un mandamiento nuevo, equivaliendo a algo adicional que estaría fuera de lugar, sino que nos comparte el MANDAMIENTO ANTIGUO, el mismo que luego califica con esta frase que es tan puntillosa y típica de él: LA PALABRA QUE HABÉIS OÍDO DESDE EL PRINCIPIO, indicando una directiva incambiable que ha de permanecer vigente por las edades para nosotros, los hijos de Dios, la misma que según Jesús indicaba que éramos sus discípulos, sirviendo ésta como nuestra identidad (Jn.13:34-35).

*** (1Jn.2:8) Aquí el autor expresa que este antiguo mandamiento adquiere novedad porque antes era algo que caracterizaba a Jesús solamente, pero que nos dejó el tal como una herencia, y es tal su efecto en nosotros, que se evidencia en cada cosa que hacemos corporativamente, cediendo al impulso del Espíritu Santo, que nos orienta para converger en una misma intención, en una sola dirección, y con el agrado divino como única sustentación y como seguro destino. La cualidad del amor fraternal es fácilmente distinguible aun para los que están afuera, y que viven juzgándonos permanentemente, buscando alguna falla en la cual amparar o justificar su repudio al evangelio. Cuando arguye que las tinieblas van pasando, es porque la luz perfora la oscuridad hasta volatilizarla; y donde antes la incertidumbre tuviera su nido y su asidero, hoy es tal el fulgor, que la verdad no puede ser ignorada, y la capacidad creativa divina ya es totalmente reconocida. Y de aquí, el apóstol pasará a mostrarnos dónde está el interruptor que el enemigo usa tantas veces para atenuar nuestro fulgor, o para apagarnos en el mundo espiritual.

*** (1Jn.2:9) Una vez más el apóstol Juan refiere esta expresión: "ÉL QUE DICE", indicando una vacía confesión que define a los farsantes y los expone públicamente como tales,  y retorna al capítulo 1:5-7, para hacer mención a la primera  tabla, "QUE ESTÁ EN LA LUZ", y no ha mantenido su comunión con la Deidad, por cuanto aborrece a los hijos de luz (1Ts.5:4-5), es calificado por el apóstol como alguien que "ESTÁ TODAVÍA EN TINIEBLAS". Así, pues, cada área de nuestra vida que no haya sido alcanzada por la luz, y purgada de tinieblas, se halla aún bajo el dominio de éstas; y si esto es así, su andar será incierto, lento y problemático; llegando a detenerse, siendo preso de la incertidumbre.

*** (1Jn.2:10) Esta es la bendita contraposición, porque el amor fraternal es la clave para permanecer en la luz, manteniendo encendidos los focos de arriba y abajo con aquella binaria relación que el Padre conectara de tal modo, que si se apaga abajo, también se apaga arriba; y viceversa (Mt.6:10,14-15). Así, pues, la permanencia en la comunión fraternal, hará eco en la que compone la célico-pedestre. Un rostro taciturno, resentido y malhumorado, nos revela cómo nos hemos apartado de la comunión, y ese vivo desagrado nos aisla, permaneciendo desconectados de la comunión aquí abajo, y allá arriba. Aquellos que gustan de ser focos intermitentes, van a tener dificultades constantes en el área de la comunión. Si permanecemos conectados a nuestra fuente, el fluido será continuo y sin pausa, no habiendo ningún tropiezo.

*** (1Jn.2:11) El mantener a nuestro (s) hermano (s) como reo (s) de nuestro orgullo ofendido, nos ubica en una prisión por nuestra implacabilidad, y tal resentimiento interrumpirá la conexión con la red célico-pedestre. 
(I) Estaremos en tinieblas, y aunque alrededor hubiere una multitud, no habrá un contacto fluido y real con ellos, siendo interrumpido por nuestro encono y falta de perdón, lo que nos hace reos ante Dios, excomunicándonos. 
(II) Andaremos en tinieblas (vale decir que permaneceremos en la oscuridad que nos produzca nuestro propio resentimiento); 
(III) Estaremos desorientados en cuanto a todo, pues en el cuerpo de Cristo todos los miembros actúan juntos y en una sola dirección, y será difícil NO VER al miembro con quien estamos furiosos o querellados, encontrándonos en más de una ocasión al atender nuestras comisiones, prefiriendo ausentarse del lugar de la bendición ¡Qué situación! 
 (IV) Estaremos ciegos, y nuestro andar dando tumbos hará entender a los demás que estamos disgustados, y que preferiremo perder el contacto con la iglesia y con los santos del Altísimo, saliendo por la tangente de la irreconciliación ¡Qué pena!

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA   23/09/2016

1 comentario:

  1. NUESTRO PLANO FRATERNAL, ES EL QUE DA TESTIMONIO DE NUESTRO PANORAMA RELACIONAL CON NUESTRO SEÑOR Y DIOS. EL CIELO Y LA TIERRA ESTÁN INTERCONECTADOS, Y NUESTRO FLUIR RELACIONAL REVELA A LOS DEMÁS SI ESTAMOS O NO UBICADOS EN EL CONTEXTO DE LA UNIDAD CÉLICO-PEDESTRE. ¿ESTÁS ALLÍ?

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