LIMA - PERÚ MIÉRCOLES 07 DE JUNIO DEL 2017 MENSAJE # 1800
EZEQUIEL 18:1-4.
"Vino a mí palabra de Yahweh, diciendo: ¿Qué pensáis vosotros, los que usáis este refrán sobre la tierra de Israel, que dice: Los padres comieron las uvas agrias, y los dientes de los hijos tienen la dentera? Vivo yo, dice Yahweh el Señor, que nunca más tendréis que usar este refrán en Israel. He aquí que todas las almas son mías; como el alma del padre, así el alma del hijo es mía; el alma que pecare, esa morirá".
=== Uno de los principales usos de las palabras tienen que ver con la elusividad, que es la forma en la que los culpables intentan paliar sus neurosis echándoles la culpa de todo a sus ancestros, y pretender el veredicto legal de: "NO CULPABLE", que si bien no postula la inocencia total, es considerada como inimputanle, basándose en la duda razonable. Esta premisa humanista básica tuvo a Adán como ideólogo: "La mujer que me diste por compañera... y que yo no te pedí", (la bastardilla es mía); y la mujer aprendió rápido, al decir: La serpiente me engañó, y comí"; y me imagino que la serpiente hubiera referido, de haber podido hablar, que "El diablo era culpable, habiendo abusado de su bífida lengua". Desde que se inventó la EXCUSA, nadie queda mal. Y con los siglos, tal pensamiento se fue acendrando, hasta hacerse un principio en la boca de los acusados, respondiendo con otra acusación que implique a los demás, y los victimice como involuntarios instrumentos de ajenas maldades; algo que ellos consideran como un CASO CERRADO, y COSA JUZGADA. Y fue así que en Israel se hizo refrán el culpar a los padres por haber puesto en los descendientes sus nefastas proclividades, que no dejan de ser: "cochinaditas ricas", a las que sus inclinaciones como manipulados gourmets los han hecho vulnerables... "La culpa la tuvo el otro"; "Yo no fui"; "No fue mi intención"; o la del Chavo: "Fue sin querer queriendo"... agregue aquí, mi dilecto lector, los que usted conozca, o los de su propia cosecha.
=== Cuando analizamos este refrán, encontramos que la sensibilidad de los hijos pretende carecer de intención particular, siendo un rezago o un resabio de antigua data del que no se han podido liberar, y que requiere cirugía de un alto nivel; un largo proceso de liberación, o de unos decenios o siglos para ser superados. El así considerado problema sicosomático, hereditario y de pronóstico reservado; parece ser un dilema que la cruz no tratara, y que la vida de resurrección no considerara de gran importancia; dejándolo como un lunar que cielito lindo tiene junto a su boca; o el inevitable grano en la nariz enorme de una bruja; o los cantineros pelados del far west; o la fornicación en la pareja de héroes de las películas de siempre con la excepción honrosa del Titanic; según el testimonio de la anciana que dejara mal parado a Di Caprio... ¡Horror! Dadas las circunstancias, y la sordera crónica de quienes no desean escuchar la divina opinión; el Padre interviene con esta célebre determinación, haciendo que el refrán deje de tener validez desde allí, y para siempre. ¿Qué hará el Señor ante tan "brillante alegato"? Esto...
=== El Padre se adjudica la posesión de todas las almas en el panorama creativo, para introducirlos a todos en el plano redentivo. Él no viene a ofrecernos sus disculpas, o a sentirse abochornado por esa pequeña o gran falla ante los ojos de los no culpables; sino a señalar un veredicto basado en un principio legal: El libre albedrío y la responsabilidad legal de cada quién. El Dios Soberano no tiene por qué darnos explicaciones; mas el Dios misericordioso nos participará lo que hay al respecto. Existe una misma disposición para el padre y para su hijo, y dentro de cada participación en el pleno uso de sus facultades, conforme al libre albedrío de cada quién, el Padre da un veredicto que no puede ser mudado: El alma que pecare, esa morirá.
Y volvió la neurosis, el sentido común, la responsabilidad individual, encogiéndose los mantos de la hipocresía, que ya no los tapara lo suficiente, y los volviera a exponer ante el gran trono blanco (a los que serán condenados por su implícita maldad); y ante el Tribunal de Cristo, donde cada uno dará cuenta de sí (Ap.20:15; 2Co.5:10; Ro.14:12). Una excusa no es una razón; la primera, elude la responsabilidad queriendo negar los hechos; la segunda, los reconoce como son en su naturaleza intrínseca: "Y ahora, hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados. Si sabéis que él es justo, sabed también que todo el que hace justicia es nacido de él" (1Jn.2:28-29).
"Vino a mí palabra de Yahweh, diciendo: ¿Qué pensáis vosotros, los que usáis este refrán sobre la tierra de Israel, que dice: Los padres comieron las uvas agrias, y los dientes de los hijos tienen la dentera? Vivo yo, dice Yahweh el Señor, que nunca más tendréis que usar este refrán en Israel. He aquí que todas las almas son mías; como el alma del padre, así el alma del hijo es mía; el alma que pecare, esa morirá".
=== Uno de los principales usos de las palabras tienen que ver con la elusividad, que es la forma en la que los culpables intentan paliar sus neurosis echándoles la culpa de todo a sus ancestros, y pretender el veredicto legal de: "NO CULPABLE", que si bien no postula la inocencia total, es considerada como inimputanle, basándose en la duda razonable. Esta premisa humanista básica tuvo a Adán como ideólogo: "La mujer que me diste por compañera... y que yo no te pedí", (la bastardilla es mía); y la mujer aprendió rápido, al decir: La serpiente me engañó, y comí"; y me imagino que la serpiente hubiera referido, de haber podido hablar, que "El diablo era culpable, habiendo abusado de su bífida lengua". Desde que se inventó la EXCUSA, nadie queda mal. Y con los siglos, tal pensamiento se fue acendrando, hasta hacerse un principio en la boca de los acusados, respondiendo con otra acusación que implique a los demás, y los victimice como involuntarios instrumentos de ajenas maldades; algo que ellos consideran como un CASO CERRADO, y COSA JUZGADA. Y fue así que en Israel se hizo refrán el culpar a los padres por haber puesto en los descendientes sus nefastas proclividades, que no dejan de ser: "cochinaditas ricas", a las que sus inclinaciones como manipulados gourmets los han hecho vulnerables... "La culpa la tuvo el otro"; "Yo no fui"; "No fue mi intención"; o la del Chavo: "Fue sin querer queriendo"... agregue aquí, mi dilecto lector, los que usted conozca, o los de su propia cosecha.
=== Cuando analizamos este refrán, encontramos que la sensibilidad de los hijos pretende carecer de intención particular, siendo un rezago o un resabio de antigua data del que no se han podido liberar, y que requiere cirugía de un alto nivel; un largo proceso de liberación, o de unos decenios o siglos para ser superados. El así considerado problema sicosomático, hereditario y de pronóstico reservado; parece ser un dilema que la cruz no tratara, y que la vida de resurrección no considerara de gran importancia; dejándolo como un lunar que cielito lindo tiene junto a su boca; o el inevitable grano en la nariz enorme de una bruja; o los cantineros pelados del far west; o la fornicación en la pareja de héroes de las películas de siempre con la excepción honrosa del Titanic; según el testimonio de la anciana que dejara mal parado a Di Caprio... ¡Horror! Dadas las circunstancias, y la sordera crónica de quienes no desean escuchar la divina opinión; el Padre interviene con esta célebre determinación, haciendo que el refrán deje de tener validez desde allí, y para siempre. ¿Qué hará el Señor ante tan "brillante alegato"? Esto...
=== El Padre se adjudica la posesión de todas las almas en el panorama creativo, para introducirlos a todos en el plano redentivo. Él no viene a ofrecernos sus disculpas, o a sentirse abochornado por esa pequeña o gran falla ante los ojos de los no culpables; sino a señalar un veredicto basado en un principio legal: El libre albedrío y la responsabilidad legal de cada quién. El Dios Soberano no tiene por qué darnos explicaciones; mas el Dios misericordioso nos participará lo que hay al respecto. Existe una misma disposición para el padre y para su hijo, y dentro de cada participación en el pleno uso de sus facultades, conforme al libre albedrío de cada quién, el Padre da un veredicto que no puede ser mudado: El alma que pecare, esa morirá.
Y volvió la neurosis, el sentido común, la responsabilidad individual, encogiéndose los mantos de la hipocresía, que ya no los tapara lo suficiente, y los volviera a exponer ante el gran trono blanco (a los que serán condenados por su implícita maldad); y ante el Tribunal de Cristo, donde cada uno dará cuenta de sí (Ap.20:15; 2Co.5:10; Ro.14:12). Una excusa no es una razón; la primera, elude la responsabilidad queriendo negar los hechos; la segunda, los reconoce como son en su naturaleza intrínseca: "Y ahora, hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados. Si sabéis que él es justo, sabed también que todo el que hace justicia es nacido de él" (1Jn.2:28-29).
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 07/06/2017 MENSAJE # 1800
LA GRACIA DE NUESTRO DIOS HA SIDO MANIFESTADA DE MUCHAS FORMAS, Y ELLA NO ES AJENA A LA JUSTICIA, LA CUAL POSTULA COMO SU ESENCIA. DEJEMOS DE BUSCARLE PUERTAS FALSAS A LA REALIDAD ESPIRITUAL DE LOS PRINCIPIOS DIVINOS, PORQUE NO LAS HAY.
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