LIMA - PERÚ JUEVES 08 DE JUNIO DEL 2017 MENSAJE # 1802
TITO 2:11-14.
"Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras".
=== La enseñanza de la sana doctrina, cuando es ensamblada por un maestro como Pablo, llega a sintetizarse de un modo magistral; y después de mostrarnos los requisitos que hacen de los varones mayores verdaderos cultores de su fe cristiana; de las mujeres de mayor edad, verdaderos ejemplos para emular para las féminas de menor edad y experiencia; el apóstol pasa a compartir sobre la conducta aceptable de los jóvenes, mandando a Tito que se muestre como un ejemplo de lo que un joven cristiano debe ser, del bien obrar que es clásico de quien conoce al Señor y se halla comprometido con la palabra de verdad, argumentando que esto avergüenza al diablo, y cierra su siempre acusadora boca. Por otro lado, se exhorta a los servidores del hogar para que no asuman una actitud negativa e indócil, buscando el agrado de sus amos y acatando sus órdenes con la paciencia que su trabajo requiere; dejando de defraudarlos, y manifestando una clara fidelidad, adornando la doctrina de Dios nuestro Salvador. Y a continuación, el apóstol se siente obligado a revelar cómo la gracia de Dios se ha manifestado para dar gratuita salvación a todos los seres humanos, y que la misma tiene evidencias externas de lo que internamente ha comenzado a normar el Espíritu Santo en nosotros.
=== Así, junto con las cosas que nos han sido dadas, habrán cosas de las que hemos de deshacernos, procurando un espacio para todo lo que el Padre dispuso que se nos otorgara, De entre todo ello, el apóstol selecciona dos puntos básicos:
(1) La impiedad.- esto es nuestra antigua manera de vivir, con todos los usos que ello presuponía como un estándar que revelara lo que lleváramos dentro como nuestra naturaleza esencial y existencial; la misma que desdice o niega nuestra nueva vida genérica recientemente asimilada. La vida antigua no desaparecerá sola o porque sí; ha de ser desechada por un acto espontáneo y voluntario por parte del neoconvertido. Así como en un acto voluntario y electivo, nosotros eligiéramos ser dominados por el pecado, y por el control que el enemigo ejerciera; así ahora somos requeridos por el Padre para que dejemos atrás aquella línea conductual equivocada y condenadora, y tomemos con valor las cosas que coresponden a la vida y la piedad haciendo uso de nuestro libre albedrío; y del poder y la autoridad que Dios nos ha conferido desde el principio: "Si hicieras lo bueno, podrías andar con la frente en alto. Pero si haces lo malo, el pecado te acecha, como una fiera lista para atraparte. NO OBSTANTE, TÚ PUEDES DOMINARLO" (Gn.4:7 NVI). Dentro del panorama redentivo neotestamentario, se nos dice: "Someteos, pues, a Dios, resistid al diablo, y huirá de vosotros" (Stg.4:7).
(2) Los deseos mundanos.- Esto es lo segundo, los que al igual que el primero, han de ser RENUNCIADOS Y DESECHADOS. La vida antigua estaba asociada a las cosas que significaran nuestro sentido de la existencia, "haciendo química* con nuestro estilo de vida; y lo uno trajo lo otro. Al desprendernos voluntariamente del dominio del pecado, y echar fuera el contenedor que los albergara, nuestra vida sufrirá tremendos cambios en el contexto de su progresión positiva a la gloria, obteniendo como resultado un estilo de vida sobrio (correcto y puntual en todos sus términos), justo (apegado a la norma espiritual correspondiente) y piadoso o plenamente conformado al canon divinal sobre la conducta y adoración que agradan a Dios. Y es ello lo que sintetiza el sentido del aguardar la esperanza bienaventurada que nos traerá Jesús cuando vuelva por segunda vez.
=== La redención (perdón, rescate y manumisión), indican que nuestro pasado no existe; que el precio por nosotros ya ha sido pagado totalmente, y que hemos de ser devueltos y entregados al que nos compró con su sangre, no estando expuestos más a la venta. Sobre esta perspectiva es que somos llamados a la santidad, y es promovida nuestra purificación para que operemos en conformidad con nuestra nueva naturaleza, y demostremos prácticamente quiénes somos, qué tenemos y qué podemos lograr, cuando la naturaleza divina reina en nosotros, fructificando a su sazón.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 08/06/2017 MENSAJE # 1802
"Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras".
=== La enseñanza de la sana doctrina, cuando es ensamblada por un maestro como Pablo, llega a sintetizarse de un modo magistral; y después de mostrarnos los requisitos que hacen de los varones mayores verdaderos cultores de su fe cristiana; de las mujeres de mayor edad, verdaderos ejemplos para emular para las féminas de menor edad y experiencia; el apóstol pasa a compartir sobre la conducta aceptable de los jóvenes, mandando a Tito que se muestre como un ejemplo de lo que un joven cristiano debe ser, del bien obrar que es clásico de quien conoce al Señor y se halla comprometido con la palabra de verdad, argumentando que esto avergüenza al diablo, y cierra su siempre acusadora boca. Por otro lado, se exhorta a los servidores del hogar para que no asuman una actitud negativa e indócil, buscando el agrado de sus amos y acatando sus órdenes con la paciencia que su trabajo requiere; dejando de defraudarlos, y manifestando una clara fidelidad, adornando la doctrina de Dios nuestro Salvador. Y a continuación, el apóstol se siente obligado a revelar cómo la gracia de Dios se ha manifestado para dar gratuita salvación a todos los seres humanos, y que la misma tiene evidencias externas de lo que internamente ha comenzado a normar el Espíritu Santo en nosotros.
=== Así, junto con las cosas que nos han sido dadas, habrán cosas de las que hemos de deshacernos, procurando un espacio para todo lo que el Padre dispuso que se nos otorgara, De entre todo ello, el apóstol selecciona dos puntos básicos:
(1) La impiedad.- esto es nuestra antigua manera de vivir, con todos los usos que ello presuponía como un estándar que revelara lo que lleváramos dentro como nuestra naturaleza esencial y existencial; la misma que desdice o niega nuestra nueva vida genérica recientemente asimilada. La vida antigua no desaparecerá sola o porque sí; ha de ser desechada por un acto espontáneo y voluntario por parte del neoconvertido. Así como en un acto voluntario y electivo, nosotros eligiéramos ser dominados por el pecado, y por el control que el enemigo ejerciera; así ahora somos requeridos por el Padre para que dejemos atrás aquella línea conductual equivocada y condenadora, y tomemos con valor las cosas que coresponden a la vida y la piedad haciendo uso de nuestro libre albedrío; y del poder y la autoridad que Dios nos ha conferido desde el principio: "Si hicieras lo bueno, podrías andar con la frente en alto. Pero si haces lo malo, el pecado te acecha, como una fiera lista para atraparte. NO OBSTANTE, TÚ PUEDES DOMINARLO" (Gn.4:7 NVI). Dentro del panorama redentivo neotestamentario, se nos dice: "Someteos, pues, a Dios, resistid al diablo, y huirá de vosotros" (Stg.4:7).
(2) Los deseos mundanos.- Esto es lo segundo, los que al igual que el primero, han de ser RENUNCIADOS Y DESECHADOS. La vida antigua estaba asociada a las cosas que significaran nuestro sentido de la existencia, "haciendo química* con nuestro estilo de vida; y lo uno trajo lo otro. Al desprendernos voluntariamente del dominio del pecado, y echar fuera el contenedor que los albergara, nuestra vida sufrirá tremendos cambios en el contexto de su progresión positiva a la gloria, obteniendo como resultado un estilo de vida sobrio (correcto y puntual en todos sus términos), justo (apegado a la norma espiritual correspondiente) y piadoso o plenamente conformado al canon divinal sobre la conducta y adoración que agradan a Dios. Y es ello lo que sintetiza el sentido del aguardar la esperanza bienaventurada que nos traerá Jesús cuando vuelva por segunda vez.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 08/06/2017 MENSAJE # 1802
LA EFECTIVIDAD DE LA GRACIA DEPENDE DEL SACRIFICIO VICARIO DE CRISTO EN LA CRUZ DEL CALVARIO; SI LA VALORAMOS REALMENTE, RENUNCIAREMOS A SER IMPÍOS Y A INVOLUCRARNOS EN LA MUNDANALIDAD, BUSCANDO ASÍ EL AGRADO DIVINAL MEDIANTE LA PROGRESIVA SANTIFICACIÓN, LA CUAL CERTIFICA NUESTRA ESPERANZA BIENAVENTURADA
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