miércoles, 7 de octubre de 2015

LA CONVERGENCIA DE LAS PERSONAS, LAS INSTRUCCIONES Y LAS MISIONES, SE HICIERON UNA EN LA EXPERIENCIA APOSTÓLICA DE PEDRO. Y SU ESPERA EN JOPE HABÍA LLEGADO A SU FIN, VINIENDO LA SIGUIENTE ETAPA, LA QUE LO SORPRENDERÍA TANTO COMO LA VISIÓN EXTÁTICA DE LA AZOTEA EN LA CASA DE SIMÓN EL CURTIDOR. LOS HECHOS APOSTÓLICOS SEGUIRÍAN SUCEDIÉNDOSE UNO TRAS OTRO.

LIMA - PERÚ  MIÉRCOLES 07 DE OCTUBRE DEL 2015

COMENTARIO EXEGÉTICO DEL LIBRO DE LOS HECHOS

Hechos 10:17-22.

"Y mientras Pedro estaba perplejo dentro de sí sobre lo que significaría la visión que había visto, he aquí los hombres que habían sido enviados por Cornelio, los cuales, preguntando por la casa de Simón, llegaron a la puerta. Y llamando, preguntaron si moraba allí un Simón que tenía por sobrenombre Pedro. Y mientras Pedro pensaba en la visión, le dijo el Espíritu: He aquí, tres hombres te buscan. Levántate, pues, y desciende y no dudes en ir con ellos, porque yo los he enviado. Entonces Pedro, descendiendo a donde estaban los hombres que fueron enviados por Cornelio, les dijo: He aquí, yo soy el que buscáis; ¿cuál es la causa por la que habéis venido? Ellos dijeron: Cornelio el centurión, varón justo y temeroso de Dios, y que tiene buen testimonio en toda la nación de los judíos, ha recibido instrucciones de un santo ángel, de hacerte venir a su casa para oír tus palabras".

*** El vértice temporal, en la casa de Simón el curtidor, produjo aquella bendita confluencia con una exactitud cronométrica. Así, mientras Pedro seguía absorto en sus pensamientos, y se quedaba perplejo sin entender el significado de la visión que Dios le mostrara de ese modo tan insólito, los tres hombres enviados por Cornelio tocaban a la puerta donde él estaba alojado, y preguntaban por él con bastante apremio y solicitud, sorprendiendo a los que habitaban allí. Mas era tal la abstracción en la que se hallara Pedro, tratando de entender el mensaje celestial comunicado en la azotea, que el Espíritu hubo de volverlo a la realidad tridimensional diciendo: "He aquí, tres hombres te buscan".

*** Un todavía asombrado Pedro, escuchó al Espíritu instruirle acerca de estas tres visitas que intentaban ubicarlo, y el Señor le dijo que no dudara en ir con ellos; pero no le dijo el por qué; dejando que ellos mismos le compartieran en detalle la visión de Cornelio, el mensaje del ángel, y la necesidad de que él fuera con ellos hasta Cesarea para escuchar lo que él tuviera que decirles de parte de Dios. La aparente coincidencia del descenso de Pedro desde la azotea, y las preguntas de los forasteros para ubicarlo urgentemente, probablemente, llamó la atención de la gente que veía aquel encuentro que pareciera haber sido concertado con anterioridad.

*** La instructiva divina para ir con esa gente hasta Cesarea, no explicaba el sentido de la visión, ni lo ponía en antecedentes respecto al divinal fluir, consternándolo interiormente. Pedro aún se sentía en ascuas, y de algún modo entendía que al escucharlos a ellos se desataría el misterio. Y habiendo descendido al encuentro de aquellas visitas inquirió la causa por la que los tales habían venido. A lo que ellos respondieron con clara exactitud narrándole la visión del centurión, sus pergaminos espirituales;  el hecho de que el tal era alguien conocido y respetado por todo el judaísmo, y que por la instructiva angélica ellos llegaron comisionados hasta él en Jope.

*** La última parte de su comisión, era el poder llevar a Pedro hasta Cesarea, para que el apóstol les compartiera la palabra del reino, algo que todos ellos esperaban con tremenda expectativa; pensando en sus corazones que si Dios se dio la molestia de mover el cielo para que el mensaje llegara hasta ellos, lo que había de compartírseles era de máxima importancia, y de eternas consecuencias. El corazón del apóstol se regocijó al ver que le tocaba una misión que no pareciera sencilla, y que nadie, aparte de él, podría realizarla, conforme al orden prescrito.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA   07/10/2015

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