LIMA - PERÚ DOMINGO 11 DE OCTUBRE DEL 2015
COMENTARIO EXEGÉTICO DEL LIBRO DE LOS HECHOS
Hechos 10:42-48.
"Y nos mandó que predicásemos al pueblo, y testificásemos que él es el que Dios ha puesto como juez de vivos y muertos. De éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre. Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso. Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo. Porque los oían que hablaban en lenguas, y que magnificaban a Dios. Entonces respondió Pedro ¿Puede acaso alguno impedir el agua, para que no sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo también como nosotros? Y mandó bautizarlos en el nombre del Señor Jesús. Entonces le rogaron que se quedase por algunos días".
*** Pedro prosigue refiriendo que el resucitado Jesús les ordenó que predicasen el evangelio a todo el pueblo, y testificaran los aspectos de valor escatológico acerca del juicio presente y el venidero; ya que al ministrarse la salvación se evidenciaba el veredicto divinal, fusionando a los neocreyentes con los prisioneros de esperanza en una realidad común y trascendente. Cuando el apóstol refiere a continuación que todo el panorama profético convergía en la persona del Cordero de Dios, universalizando el hecho de que la fe en el Mesías traería salvación y vida eterna, al serle perdonados los pecados a todos por la gloria de su nombre, conforme a la línea profética que la promesa divina le hiciera al creyente Abraham (Gn.12:1-3); la fe se abrió paso en todos los corazones de los allí reunidos, comprendiendo el efecto causado poor la muerte de Jesús en la cruz del Calvario, y penetrando en la plena consciencia de que eran sin pecado delante del Dios único y verdadero, EL ESPÍRITU SANTO ENTRÓ EN ACCIÓN, siendo derramado sobre todos los presentes en aquel lugar, en aquel "Pentecostés gentil" que nadie esperaba de forma tan súbita.
*** Dado que el Espíritu Santo era quien inspiraba al apóstol Pedro cada palabra que estaba compartiendo, NO HUBO NINGUNA INTERRUPCIÓN EN LA MINISTRACIÓN, porque al abrirse los corazones gentiles a la divina realidad, sólo quedaba proseguir con los hechos, y lo que seguía era el ungir a los creyentes dentro del contexto corporativo que se conoce como iglesia. Y LOS ESPÍAS DE LA CIRCUNCISIÓN (perdón: "Los fieles"), que habían ido con Pedro; no porque amaban la obra; sino porque se iba a un hogar gentil, y querían hacer una acusación en regla, y pormenorizada, de las irregularidades cometidas por Pedro, para sacarlo del liderazgo y tenerlo después como "apóstol caído en observación, y bajo condenación por darle lo santo a los perros, y las perlas a los cerdos"; se quedaron pasmados ante esa escena tan increíble ante sus judíos ojos. Esta experiencia requería de testigos imparciales que pudieran testificar lo que vieron y oyeron; y fue por eso que el Padre permitió que se "colaran" como grata compañía para el apóstol en su partida a Jope; el Señor tenía su plan muy bien trazado, y estos "judianos" (mitad judíos, mitad cristianos) serían útiles para dar testimonio en el capítulo 11, frente a los ministros jerosolimitanos que inquirirían sobre el quehacer de Pedro.
*** Los perplejos, sorprendidos y asombrados "chicos del bisturí"; se preguntaban el uno al otro cómo podía ser posible que estuviera pasando esto; pues aunque los ojos y los oídos tenían una correcta apreciación del hecho en sí, el duro corazón judaico, guardaba sus reticencias. Mas las lenguas y la magnificación del nombre del Dios vivo, se vieron refrendadas por la fabla de Pedro, quien inquiriera: ¿Les impediremos a nuestros hermanos de entre los gentiles el ser bautizados en agua después de observar que ELLOS HAN RECIBIDO EL ESPÍRITU SANTO TAMBIÉN COMO NOSOTROS? (V.47)... Ninguno de los seis espías (perdón, judianos) dijo esta boca es mía, y le dejaron hacer a Pedro lo que Dios le había comisionado, ordenando que todos fueran bautizados en agua en el nombre de Jesús. Cuando alguien se convertía a una ponencia religiosa, las personas solían ser bautizadas en el nombre de quien presidía aquella nueva forma de pensar, identificándose con él; por eso el apóstol ordenó que fueran bautizados en el nombre de Jesús (no de Pedro). Era tal el gozo que se había experimentado en aquel lugar, que le rogaron a Pedro que se quedara un tiempo más con ellos, y Pedro así lo hizo.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 11/10/2015
CUANDO DIOS ELIGE QUE LAS COSAS ACONTEZCAN, SE TOMA EL DERECHO DE HACERLAS EN LA FORMA QUE ÉL CREA CONVENIENTE, Y EL DERRAMAMIENTO DEL ESPÍRITU SANTO FUE ALGO MUY SEMEJANTE A LO QUE PASÓ EN EL APOSENTO ALTO, SÓLO QUE ESTA VEZ FUE EN LA CASA DE CORNELIO EN CESAREA, NO HACIENDO DIFERENCIA ENTRE JUDÍOS Y GENTILES. DIOS TIENE QUE HACER TRIZAS NUESTRAS COSTUMBRES RELIGIOSAS Y TRADICIONALES PARA MOSTRARNOS SU LIBERTAD PARA HACER SU VOLUNTAD ¿LO ACEPTAREMOS?
ResponderEliminar¡AMÉN! ¡LO ACEPTAREMOS!
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